Grifols publica sus cuentas anuales con el visto bueno de KPMG y se dispara en Bolsa
La acción de la farmacéutica sube casi un 20% tras el informe sin salvedades del auditor a los resultados de 2023
Grifols ha anunciado este viernes al mercado que ya cuenta con el informe de auditoría de KPMG para publicar sus cuentas anules de 2023. La compañía catalana de hemoderivados, en el foco desde la publicación en enero de un demoledor informe del hedge fund estadounidense Gotham City, comunica que el auditor ha firmado las cuentas finalmente sin salvedades.
El pasado 29 de febrero Grifols publicó sus resultados de 2023, pero sin el informe del auditor ni la firma de uno de sus consejeros, James Costos. La compañía informaba en estas cuentas de un recorte del beneficio neto del 71%, además de haber cerrado el año con flujo de caja negativo y un incremento del 2,5% en la deuda. Este hecho provocó una nueva oleada de desconfianza en el mercado ante la compañía, que en esa sesión perdió un 35% de su valor bursátil. Desde entonces ha caído el 40%, si bien este viernes remontó casi un 20%, hasta un 19,7%.
La compañía comunica ahora que ya cuenta con la firma del auditor y que el informe de este, que aún es KPMG pero para el siguiente ejercicio pasará a ser Deloitte, no presenta ninguna salvedad. Sí introduce un párrafo de énfasis, en el que alerta de la investigación abierta por la CNMV sobre la compañía en relación con las acusaciones vertidas por Gotham City, que afirmaba que la empresa había inflado artificialmente su ebitda y reducido la deuda para maquillar sus cuentas. La compañía informa que todos sus consejeros ya han firmado las cuentas, incluido Costos.
Grifols, eso sí, reformula las cifras publicadas hace apenas una semana por el cómputo de una sociedad conjunta con su socio en EE UU Inmunotek. Este acuerdo, rubricado en 2021, suponía la construcción y gestión conjunta de 21 centros de recogida de plasma, ampliado después a 28. ImmunoTek construye y gestiona esos centros con recursos de Grifols, que los añade a su red. Los catalanes tienen el 75% de la sociedad conjunta, por el 25% de los estadounidenses. Grifols ha acordado adquirir los centros de plasma tres años después de haber sido construidos por un total de 500 millones de euros en total. Además, ha pagado ya unos 140 millones en anticipos y otros 233 millones en concepto de pagos por la adquisición del plasma recolectado.
El ajuste, que la compañía afirma que no tiene impacto en la cuenta de pérdidas y ganancias ni en métricas como la ratio de apalancamiento o el flujo de caja, supone incrementar el activo de la compañía en 115 millones, hasta los 21.441 millones. Al mismo tiempo recorta su patrimonio neto en 39 millones, hasta los 7.972 millones por un recorte en las reservas y eleva el pasivo no corriente, donde se suele incluir la deuda financiera, en 108 millones, hasta los 11.153 millones.
Hasta ahora, Grifols ha otorgado un valor nulo a su participación en la compañía, al tiempo que reconoce como un activo por los anticipos a Immunotek, puesto que prevé que se descuenten del precio de compra, de acuerdo a las cuentas anuales. Ahí también se indica que, desde 2023, Grifols computa también las pérdidas atribuidas a su socio, que se cancelarán cuando cierre las compras.
La empresa catalana consigue cerrar la nueva crisis abierta la semana pasada. La falta del informe de auditoría hizo creer al mercado que las acusaciones de Gotham City tenían más base de lo esperado. Moody`s, por ejemplo, amenazó con rebajar el rating, actualmente en B2, de la compañía si no presentaba las cuentas auditadas. Otras casas de análisis se han sumado en los últimos días y han retirado la confianza en el valor.
La situación de la deuda es clave para Grifols. La compañía afronta el año que viene el vencimiento de 2.900 millones de su abultado pasivo, de los cuales 2.000 millones son bonos. Por tanto, la empresa catalana debe afrontar este mismo año la refinanciación, para lo que ha prevé recabar el dinero de ventas de filiales. Ha acordado con la multinacional Haier la venta del 20% de su negocio asiático, Shanghai RAAS, por 1.600 millones, que espera dedicar de manera íntegra a repagar deuda.
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