Bain da plenos poderes a Marc Calabia para reflotar Pronovias
El fondo prescinde del consejo de administración y designa al CEO desde septiembre como administrador único del grupo
Marc Calabia gozará de plenos poderes para desarrollar la estrategia que reflote Pronovias tras años de grave crisis. Este, que ejerce como consejero delegado desde el pasado mes de septiembre, fue el ejecutivo elegido por los fondos encabezados por Bain para liderar la nueva etapa de la compañía de moda nupcial, iniciada en abril tras formalizarse el traspaso.
Pero su papel en la compañía va más allá del meramente ejecutivo. Bain, accionista mayoritario del grupo con más de un 70% de las acciones, ha decidido dar un cambio de calado en el modelo de gobernanza del mismo, basado durante la etapa de BC Partners en un consejo de administración compuesto por tres personas.
Como reflejan los últimos registros del Boletín Oficial del Registro Mercantil, y confirman fuentes de la compañía, la nueva propiedad ha preferido optar por prescindir de la figura del consejo de administración, para designar a Calabia, además de consejero delegado, como administrador único de Catiberia Acquisition Holdco, la sociedad que engloba todos los negocios de Pronovias. Algo que, se explica desde el grupo, estaba previsto desde el momento en que este tomó posesión de su cargo el 1 de septiembre.
Esto implica que todo el poder de decisión recae en el ejecutivo, que antes de su llegada a la compañía catalana ejercía como director general de Springfield, siempre bajo la supervisión de sus accionistas, aunque no ejercida dentro de un órgano como el consejo.
Este estaba formado por tres personas: Lucilla Tallamazzi, máxima responsable del departamento legal de Pronovias; Glenn Lawes, director financiero; y Gianni Serazzi, un experto en el sector del lujo de la confianza de Bain, y que ejercía como presidente del consejo de forma transitoria tras la llegada del fondo. Este, que se mantiene vinculado a Pronovias, sustituyó en la presidencia a Amandine Ohayon, consejera delegada hasta la llegada de Calabia.
Bajo el mando de este, la compañía ha iniciado “una nueva etapa de transformación”, y trabaja en la actualización de un plan estratégico que siente las bases de su crecimiento. Una de ellas será la expansión a nuevos mercados. El reto no es menor: entre 2017 y 2022 ha generado pérdidas superiores a los 500 millones de euros, y la pandemia supuso un golpe del que aún se está recuperando.
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