Candela se pone al frente de Iberia con el desafío de los 1.000 millones de deuda
El nuevo presidente toma el cargo “en uno de los periodos más complicados del año”, pero afirma que la aerolínea está preparada para afrontarlo
Una carta enviada por el nuevo presidente de Iberia, Fernando Candela (Valencia, 1964), a cada uno de los 18.500 empleados de la compañía, abre la etapa de transición entre la salida de Javier Sánchez-Prieto, rumbo al fondo KKR, y el arranque del futuro primer ejecutivo, aún por designar y del que se espera un periodo de mando por cinco a diez años. Candela, hasta ahora director de Transformación de IAG y consejero delegado de Level, afirma que toma posesión del cargo “en uno de los periodos más complicados del año, en medio de la exigente operación de verano”, pero añade que la plantilla “ha trabajado duro para que la compañía esté preparada para afrontar con la mayor fortaleza todas las posibles dificultades que surjan en estos meses”.
Fernando Candela, con larga trayectoria en el grupo IAG (también fue consejero delegado de Iberia Express), sostiene que no cabe relajamiento alguno en los próximos meses. “No podemos ni debemos lanzar las campanas al vuelo porque, aunque vemos que la demanda sigue siendo robusta y que nuestros clientes continúan teniendo muchas ganas de viajar y de volar, nuestro sector, vosotros los sabéis mejor que nadie, es muy volátil y está sometido, mucho más que otros, a los vaivenes de las situaciones políticas, sociales, económicas, geoestratégicas y climáticas”. Entre los desafíos a la vista destaca la gestión de los 1.000 millones de deuda contraída para soportar el hundimiento de la demanda durante buena parte de la pandemia, pero no es el único. “La salud financiera de Iberia va poco a poco camino de la recuperación, pero tenemos también grandes y urgentes desafíos que afrontar”, sostiene consciente de que la compañía ha cerrado el mejor primer trimestre de su historia, con 66 millones de beneficio operativo.
La llegada a Iberia de quien ya fue consejero delegado de Iberia Express coincide con la marcha del director de planificación estratégica y finanzas desde 2013, José Antonio Barrionuevo, a British Airways. El cometido de este último es recuperar el maltrecho rendimiento operativo de la británica, del 2,9% al cierre de 2022, cuando había llegado al 14,5% en 2019. Candela se encuentra en Iberia con un margen de beneficio operativo sobre ventas del 7%, pero también ha de responder de los más de 800 millones de deuda avalada por el ICO y con amortizaciones anuales hasta 2026: de 123 millones este año; 168 millones en 2024; la cifra a devolver en 2025 es de 206 millones, y el último pago es de 311 millones en 2026. A ello se suman bonos por 55 millones que expiran en 2027, y rentas por alquiler de flotas de unos 440 millones anuales en los próximos cuatro años. Una última carga financiera procede de la reestructuración de la compañía con EREs de los que restan por pagar cerca de 200 millones hasta 2025. Tanto la carga como el calendario son exigentes.
Fernando Candela, hombre de la máxima confianza del consejero delegado de IAG, Luis Gallego, se pone al frente de la gestión de Iberia en principio hasta final de año, cuando tiene previsto cerrar su carrera. En este periodo estará alerta ante “la alta inflación, el elevado precio del combustible y las consecuencias imprevisibles de la guerra de Ucrania, que continúa complicando los suministros de toda la cadena de valor”, advierte en la comunicación recibida por los trabajadores. Gallego le ha pedido que dibuje el rumbo de la aerolínea para el próximo ciclo, en el que se debe responder a la obligada descarbonización del sector y la expansión de la oferta hacia nuevos destinos.
Avanzar en la compra de Air Europa, ya en estudio por parte de la Dirección General de la Competencia de la UE, es otra de las tareas encomendadas desde Londres. Fernando Candela ha insistido en que se trata de un proyecto clave para el desarrollo del hub de Madrid-Barajas. La integración de la aerolínea de Globalia en IAG eliminaría solapamientos entre ambas compañías, liberando capacidad para la apertura de rutas esencialmente hacia Asia. En todo caso, el presidente Candela solo se refiere a día de hoy a la obligación de Iberia de crecer “especialmente en Estados Unidos y Latinoamérica”.
La mayor compañía española de red ha salido de la peor crisis que ha vivido la aviación como la decimocuarta mejor aerolínea del mundo, según el ranking elaborado por la consultora especializada Skytrax. Además de ello, recuerda su primer ejecutivo, “venimos ocupando recurrentemente los primeros puestos de puntualidad global, dando respuesta a una de las cualidades que más valoran los clientes”.
El relevo en la presidencia de Iberia se produce con la paz social garantizada durante los próximos años al haberse firmado los convenios con los colectivos de pilotos, tierra y tripulantes de cabina de pasajeros antes del comienzo de la temporada de verano. Estos pactos laborales han facilitado el crecimiento en producción y flota a corto plazo que estaba contemplado en el plan estratégico. Solo para esta temporada de verano la compañía ha previsto la contratación de más de 2.000 trabajadores.
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