Iberdrola potencia su apuesta por los camiones eléctricos: más barato que el gasóleo y solo 30 minutos de recarga
La nueva alianza busca aunar los esfuerzos de todos los sectores implicados en la electrificación del transporte pesado
El objetivo es claro: que en cinco años conducir un camión eléctrico sea atractivo para los grandes operadores logísticos. Con esta meta en mente, Iberdrola y la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) han presentado este lunes una nueva alianza que busca acelerar la descarbonización del transporte pesado por carretera con el impulso de la electrificación de los vehículos. Este trabajo conjunto busca dar respuesta a los principales cuellos tecnológicos que aún existen, aunque desde la energética se muestran esperanzados por el avance en los próximos años. “Conducir un camión eléctrico será más barato que uno de gasóleo en aproximadamente cinco años”, ha señalado Agustín Delgado, director de Innovación y Sostenibilidad de la compañía, quien también confía que los tiempos de recarga se reducirán hasta igualar al tiempo de descanso de los conductores.
Aunque las partes han evitado estimaciones sobre el impacto económico de la transición en el sector, sí han considerado que la electrificación del sector podría llegar a reducir las importaciones de petróleo en 100.000 barriles diarios. Este dato parece alineado a uno de los principales hitos del Gobierno en materia energética, que busca reducir la dependencia energética del exterior hasta el 51%, lejos del 73% de 2019. Para que esto sea posible, la alianza busca incluir a todas las partes, desde los fabricantes de las unidades, como los operadores logísticos y las empresas eléctricas y de puntos de recarga.
La expectativa del sector es que para 2030 los camiones eléctricos alcancen una cuota de mercado del 50 % en Europa. Al mismo tiempo, si a finales de 2022 había 4.000 camiones eléctricos en Europa, las previsiones son que serán más de 80.000 en 2025 y alcancen los 600.000 en 2030. Esto es clave para reducir las emisiones de gases contaminantes en el bloque comunitario, por el que el transporte pesado es responsable por el 6% del total de la Unión Europea. Llegar a la reducción total de emisiones supondrá, según la Comisión Europea, una combinación de vectores energéticos, que incluye tanto la electrificación como el hidrógeno.
“Tenemos un avance muy logrado, estamos en un estadio de avance importante”, resalta el director general de AEDIVE, Arturo Pérez de Lucia. Los camiones eléctricos ya son una realidad en las carreteras españolas. Iberdrola y Disfrimur han puesto en marcha en marzo el primer proyecto de electrificación del corredor mediterráneo para el transporte de mercancías por carretera. Ambas compañías inauguraron los puntos de recarga específicos para camiones en las bases logísticas de Disfrimur ubicadas en Sangonera la Seca (Murcia) y San Isidro (Alicante) junto a la A-7, que cuentan en una primera fase con dos cargadores de 180 kilovatios (kW) de potencia en cada instalación. En total, la iniciativa completa mas de 450 kilómetro de rutas “libre de emisiones”.
El director general de Aedive ha ejemplificado que el avance ha alcanzado también a la infraestructura de recarga: “Hace unos años un cargador de 50 kilovatios (Kw) se consideraba de carga rápida; mientras que ahora Iberdrola ya instala hasta de 400 Kw”, ha comentado Pérez. Incluso, para finales de 2024, los cargadores llegarán a una capacidad de carga de 1 megavatio.
A esto se suma la incipiente oferta de modelos eléctricos por parte de los fabricantes. Por ejemplo, Volvo, DAF, Scania, MAN, Irizar y Renault comercializan camiones electrificados en España. Por ejemplo, el Volvo FH Electric 4x2 que se ofrece actualmente cuenta con 6 baterías de 540 kilovatios-hora y una autonomía de 300 kilómetros. A esto se suman pesos pesados del sector, como Tesla, que ha comenzado a entregar en Estados Unidos sus primeros Tesla Semi. El sector se mantiene fuertemente dominado por empresas chinas, que en 2022 presentaron más de 500 modelos entre camiones y autobuses eléctricos, de acuerdo a la Agencia Internacional de Energía.
El reto es que estas pruebas pilotos se extiendan a lo largo de los operadores logísticos y el resto de las partes involucradas. La expectativa es que, una vez que las tecnologías de baterías avancen y los puntos de recarga estén desplegados a lo largo de la península ibérica, el despliegue sea veloz. Siempre, deslizan, que no haya trabas burocráticas, por lo que han llamado a agilizar los trámites y trabajar junto con la administración.
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