Tubos Reunidos duplicará su capacidad industrial en Estados Unidos
El grupo prevé superar en 2023 el beneficio neto de 43,5 millones del año pasado
Tubos Reunidos (TR) también se apunta al Plan IRA de Estados Unidos que incentiva las inversiones industriales en su territorio. El fabricante de tubos sin soldadura duplicará la capacidad de su planta de Houston. Tras una inversión de ocho millones de dólares (7,33 millones de euros con el actual tipo de cambio), alcanzará un volumen de hasta 75.000 toneladas en los procesos de acabado de los equipos, como la adaptación térmica y el roscado.
Los tubos seguirán fabricándose en su planta de Amurrio (Álava), que así verá reforzada su actividad, para luego ser exportados para su tratamiento final en Houston. El mercado norteamericano concentra el 53% de las ventas del grupo vasco. Como ha recordado Carlos López de las Heras, director general de Tubos Reunidos, la corporación ya no tiene que abonar del arancel del 25% que impuso Donald Trump a las importaciones de estos equipos y que fue suprimido por el actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden.
Francisco Irazusta, presidente de TR, prevé que los resultados de 2023 sean mejores que los del año anterior, cuando ganó 43,5 millones netos, tras siete ejercicios consecutivos en pérdidas. Tras un primer semestre “muy positivo”, según ha comentado Irazusta en la junta de accionistas celebrada hoy en Bilbao, para la segunda parte del año aparece un escenario de demanda a la baja. Pero de momento, TR ha generado en los cinco primeros meses de 2023 un beneficio neto de 50 millones, superior al resultado de todo 2022. Al pasado 31 de mayo contabilizaba unas ventas de 300 millones, superiores en un 35% a las del mismo periodo del año anterior. La mejora de márgenes ha permitido un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 70 millones. Pero la citada ralentización del negocio en la segunda parte del año tendrá un impacto “significativo” en los precios de los tubos sin soldadura y por tanto en la rentabilidad.
Para después del verano, TR prevé concentrar en la acería de Amurrio todas sus procesos de cabecera, tras el cierre pactado de la acería de Trapagaran (Bizkaia), que se beneficiará por el cierre de parte de las fábricas de Vallourec. Los tubos sin soldadura que no elaborará la multinacional francesa se producirán ahora en Trapagaran. En TR confían en seguir respondiendo a sus obligacione con los bancos y con el rescate público de 112,8 millones realizado a través de Sepi. Su actual cartera de pedidos asciende a 142 millones. Gestiona encargos a corto plazo para evitar las oscilaciones de los precios de la energía y de las materias primas. Durante este año invertirá 25 millones. Casi el 30% del presupuesto en el citado proyecto en estados Unidos y el resto en los centros de Amurrio y Trapagaran.
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