Pfizer ve hundirse su beneficio por el parón en la venta de la vacuna del Covid-19
El laboratorio de Nueva York cede un 30% de sus ganancias, hasta los 5.045 millones, en el primer trimestre
Pfizer logró el año pasado un récord histórico, convertirse en la primera farmacéutica que lograba superar la barrera de los 100.000 millones de dólares en ingresos. Pero parece que ese techo se aleja para los próximos años, debido a la menor venta de su producto estrella, la vacuna para el Covid-19, según se desprende los resultados del primer trimestre presentados ayer por el laboratorio de Nueva York.
La farmacéutica estadounidense vio como las ventas en todo el mundo de esa vacuna, de nombre comercial Comirnaty, se hundieron un 77%, hasta los 2.789 millones de euros. Ese provocó un efecto inmediato en la facturación global y en el beneficio de la empresa respecto al primer trimestre de 2022, cuando el ritmo de comercialización de este producto estaba en máximos.
De esta forma, la facturación de la compañía cedió un 29% hasta marzo, para quedarse en 16.640 millones de euros. El descenso del beneficio fue de un porcentaje similar, del 30%, quedándose en 5.045 millones. Aun con esta caída, se espera que Pfizer continúe como principal laboratorio del mundo, por delante de los negocios farmacéuticos de Johnson & Johnson, Merck Sharp & Dohme (MSD), Novartis o Roche.
El laboratorio de Nueva York avanzó igualmente sus previsiones económicas para este año. Esta compañía, pilotada por Albert Bourla como consejero delegado, prevé cerrar 2023 con ingresos entre 67.000 y 71.000 millones de dólares –60.980 y 64.620 millones– en facturación, muy lejos del récord de los 100.000 millones.
En esas estimaciones, Pfizer apunta a que su vacuna facturará un 64% menos en el año, quedándose en ingresos por alrededor de 12.275 millones.
El laboratorio tampoco espera un buen año para su otro producto estrella del Covid-19, el tratamiento oral llamado Paxlovid, que cederá un 58%, hasta los 7.275 millones.
Este descenso en la facturación de Paxlovid se producirá a pesar de haber triplicado en el primer trimestre su facturación (3.700 millones de ventas hasta marzo). Pero la empresa espera que este año se reduzcan el negocio respecto a 2022 porque, en los últimos meses, las autoridades sanitarias han almacenado stock de este fármaco y no será hasta 2024 cuando la comercialización se acompase con la demanda.
Los resultados del laboratorio indican que excluyendo Comirnaty y Paxlovid, la facturación hubiera aumentado alrededor de 500 millones, un 5%.
De hecho, en la presentación al mercado, la farmacéutica indica que para el futuro próximo espera alrededor de 18.180 millones en ingresos por lanzamientos de nuevos medicamentos y otros 22.730 millones de fármacos que provengan de compras de compañías. Así, para 2030, asegura que facturará 76.350 millones en terapias sin relación con el Covid-19.
En ese esfuerzo, la farma anunció en marzo que adquirirá por 40.000 millones a Seagen, una biotecnológica con nuevos fármacos oncológicos en experimentación.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, Twitter y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días