Slim acecha la participación de BBVA en Metrovacesa
El mercado ve como probable que el magnate siga creciendo en la promotora, poniendo el foco en las acciones del banco
Cuando el magnate mexicano Carlos Slim entra en una compañía no suele hacerlo como accionista minoritario y sin mando. En España, existe el ejemplo de FCC y Realia. Aunque bien es cierto que nunca se precipita ni lleva prisa para aumentar su participación. Primero pone una pica y más tarde va aumentando su presencia buscando una oportunidad. Es el caso actual de Metrovacesa, de la que ya controla un 20,24% del capital y en la que el mercado espera un movimiento, presumiblemente sobre la participación de BBVA, que dispone un 20,85% de la promotora de viviendas.
Metrovacesa es una centenaria inmobiliaria rescatada de la burbuja del ladrillo por sus bancos acreedores Santander y BBVA, que la capitalizaron, aportaron suelo a cambio de acciones y la volvieron a llevar a Bolsa en 2018. Para ninguno de los dos grandes bancos es una participación estratégica porque su negocio core no pasa por construir viviendas.
Desde que Metrovacesa regresó a cotizar se esperaba que Santander y BBVA, en algún momento, saliesen del capital. Pero las circunstancias no han acompañado. Desde que volvió a Bolsa, la acción de la promotora se ha dejado más de un 50% de su importe y su valor se sitúa muy por debajo, incluso, del precio de sus activos (suelos y obras en curso). Ante esa circunstancia, a las dos entidades financieras se les ha cerrado una salida vendiendo sus acciones de la inmobiliaria, igual que ha ocurrido a los accionistas de sus rivales Aedas, Neinor o Vía Célere.
De hecho, en el sector es más que conocido que los diferentes accionistas de estas promotoras (también Habitat) han mantenido conversaciones cruzadas sin lograr ningún acuerdo de fusión o adquisición. A nadie le salen los números.
Hasta que apareció Slim buscando oportunidades. Primero se hizo con un 5,4% de los títulos de Metrovacesa, en junio lanzó una opa tras la que sumó un 11,47% del capital y en enero de este año anunció que supera el 20% del capital gracias a aceptar el pago del dividendo en acciones y, además, por la compra a minoritarios, según revelan fuentes conocedoras.
Pero el camino para expandir su presencia en esta inmobiliaria está prácticamente bloqueado, ya que solo un 5,6% del capital permanece en manos de minoritarios. El resto se reparte entre Santander –49,4%–; BBVA, Slim a través de Control Empresarial de Capitales, y la sociedad Quasar Investment –3,95%–, controlada en un 51% por Blackstone y el resto por el banco presidido por Ana Botín.
El mercado inmobiliario y bursátil ve como lógico que el siguiente paso de ataque de Slim sea el acuerdo con BBVA. El banco tiene valorada esa participación en sus cuentas en 259 millones de euros, lo que significa un valor de 8,19 euros por acción. Esa cifra está muy cerca de la cotización actual de las acciones, que se mueve en el entorno de los 7,45 euros (aunque solo con el citado 5,4% de free float).
Si sigue esa vía, el multimillonario azteca cerraría un acuerdo bilateral de compra con el banco presidido por Carlos Torres y, posteriormente, debería lanzar una opa por el resto del capital al superar el umbral obligatorio del 30%. En el sector inmobiliario se da por descontado que el equipo de Slim habrá tenido contactos con BBVA. Pero la clave será saber cuál sería la prima que ofrece el empresario y que sea suficiente para el banco.
Para la entidad financiera puede ser una buena oportunidad de vender, en un contexto de nubarrones sobre la situación macroeconómica y en el mercado hipotecario por la subida de tipos de interés. Esa incertidumbre recae sobre la propia Metrovacesa, que ayer mismo informó que en el primer trimestre sus ingresos cayeron un 44% por el menor número de viviendas vendidas y que, en consecuencia, entró en pérdidas.
Otra incógnita por conocer es cómo, cuándo y a qué precio podría Slim acometer la compra a Santander, que las fuentes consultadas prevén que pueda afrontarla en otra etapa.
El Ingeniero –una de las personas más ricas del mundo con una fortuna de cerca de 86.160 millones, según calcula Forbes– ya está presente en el sector promotor a través de Realia, una compañía cotizada pero cada vez más coordinada en su constructora FCC. Hacerse con Metrovacesa, a largo plazo, serviría al empresario para unificar el negocio y lanzar la mayor firma del sector.
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