El fondo húngaro Indotek desembarca en el ‘retail’ en España al adquirir dos centros comerciales a Merlin
La socimi se desprenderá de Vilamarina y Factory Bonaire por 22 millones
Merlin Properties –la mayor inmobiliaria por cotización del Ibex 35– ultima la venta de dos centros comerciales no estratégicos a un fondo húngaro desconocido en el sector en España, llamado Indotek, según confirman fuentes conocedoras de la operación.
La socimi (sociedad cotizada de inversión en el mercado inmobiliario) traspasará en los próximos días al inversor de Europa del Este los centros Factory Bonaire (en Aldaia, Valencia) y Vilamarina (en Viladecans, Barcelona). El importe de la transacción rondará los 22 millones de euros.
Se trata de dos propiedades no estratégicas para la socimi, que desde hace años estaban en disposición para su venta. Estos dos centros llegaron a la cartera de la inmobiliaria en 2016, cuando integró los activos terciarios (oficinas y centros comerciales) de Metrovacesa en 2016, a cambio de dar entrada en el capital a Santander y BBVA.
El portfolio de esta inmobiliaria está también compuesto por oficinas y naves logísticas e industriales por un valor conjunto de 11.317 millones de euros, según la tasación realizada a final de 2022. En el caso de los centros comerciales, suman un valor de 2.135 millones, en inversiones fundamentalmente centradas en grandes propiedades líderes en su zona de influencia. Por eso, ni Factory Bonaire ni Vilamarina encajan en su cartera.
La principal razón de Merlin para desprenderse de Factory Bonaire, precisamente, es el tamaño pequeño de ese activo, además de ser el único outlet (o tienda con descuentos) de su cartera, un segmento en el que la inmobiliaria no está interesada en centrarse. Este centro valenciano –inaugurado en 2002 y construido por la desaparecida Riofisa– alberga tiendas outlets de Desigual, Décimas, Adidas, Mango, Guess, Nike, Puma, Skechers, además de restaurantes como Burger King. Factory Bonaire se encuentra junto al gran centro comercial del mismo nombre, Bonaire, que es propiedad del gigante francés Unibail-Rodamco-Westfield.
El caso de Vilamarina es algo diferente. Se trata de un centro mediano (32.000 metros cuadrados) que necesita una fuerte inversión en capex para reposicionarlo. Merlin no estaría interesado en destinar recursos en este tipo de propiedades –ya que los inversores han castigado duramente en Bolsa a los propietarios de retail ante la incertidumbre frente al comercio online–. Por eso, sería más sencillo para un fondo como Indotek (no cotizado) abordar una reforma.
Vilamarina, levantado en 2009 por Metrovacesa, cuenta con 90 tiendas, de marcas como H&M, Jack & Jones, Springfield, Women’ secret, Cortefiel, La Casa del Libro y Décimas, además de restaurantes como Goiko, KFC, 100 Montaditos o Enrique Tomás.
Merlin se ha desprendido de activos que no considera estratégicos en otras ocasiones, como de su cartera hotelera. Y hace un año traspasó el conjunto de oficinas bancarias de BBVA por casi 2.000 millones, lo que sirvió para reducir deuda. Actualmente, está invirtiendo para entrar en el segmento de los centros de datos (de mayor rentabilidad) con proyectos en Madrid, Barcelona y País Vasco.
Quién es el inversor
Indotek es una firma controlada por el empresario húngaro Dániel Jellinek, una de las grandes fortunas de ese país. Tiene más de dos décadas de experiencia y está centrada en el inmobiliario. Parte de su negocio se basa en la gestión de los conocidos como non performing loans (o créditos fallidos con garantía inmobiliaria) y es, asimismo, propietario de 20 centros comerciales, 30 edificios de oficinas y 100 naves logísticas.
Este año se conoció que había llegado a un acuerdo con el grupo español Ibersol para la compra y gestión de hoteles.
Al frente de esta empresa en España, desde hace 10 meses, como director general se encuentra Federico Hens Núñez, directivo con amplia experiencia en la expansión inmobiliaria de cadenas de supermercados como Aldi y Dia.
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