La cartera inmobiliaria de Merlin perdió valor en 2022
La firma gana 263,1 millones, un 48% menos por la rebaja de las tasaciones, e ingresa un 7,9% más
Año de buen comportamiento “en un momento de incertidumbre”, según las palabras de Ismael Clemente, consejero delegado de Merlin Properties en la presentación a la prensa de los resultados anuales de 2022 de la inmobiliaria, comunicados este lunes a la CNMV.
La compañía juzgó positivamente las tasas de ocupación de sus inmuebles, las rentas obtenidas por los alquileres y cómo la inflación ha engordado los ingresos. Aun así, el resultado neto cayó un 48,6%, hasta los 263,1 millones de euros, debido a que este tipo de inmobiliarias deben rebajar de su cuenta de resultados la cifra de reducción del valor de su cartera de propiedades (o sumarlo en el caso de revalorizaciones).
Y es que el pasado año la cartera de Merlin perdió el 1,5% en el valor bruto de sus activos, hasta los 11.317 millones. Las tasaciones fueron menores sobre todo en centros comerciales (-3,5%) y oficinas (-1,9%). Se revalorizaron, sin embargo en logística (un 0,6%). Clemente reconoció que para 2023, previsiblemente, volverán a sufrir una caída en las tasaciones, tras la subida de los tipos de interés y el frenazo económico.
Los ingresos de la compañía por rentas mejoraron un 7,9%, hasta los 452,8 millones, en gran parte al absorber las subidas de la inflación de los alquileres pagados por sus inquilinos. Esas cifras están reformuladas para compararlas con las de 2021, cuando la compañía todavía contaba con el portfolio de oficinas de BBVA, vendidas al banco en junio por 2.000 millones. Incluidas esas propiedades, en 2021, la inmobiliaria facturó 505,3 millones.
El flujo de caja, lo que realmente ganó la socimi el pasado año, fue de 290,5 millones, un 6,4% más en términos comparables. El consejero delegado, de hecho, se comprometió a seguir con la política de reparto de dividendos del 80% de esa cantidad, de 0,20 euros por acción ya pagados y otro 0,22 euros que al menos aprobará el consejo de administración.
La compra de los suelos de la Operación Chamartín se demora a noviembre
Respecto a los planes para 2023, Clemente reconoció que la empresa estudiará la posibilidad de convertirse en socio estratégico de Aena en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Tal como publicó Cinco Días este mes, el gestor aeroportuario debe comunicar a la socimi que ha ganado el concurso para crear una joint venture (tras la retirada de las mayores pujas de Segro, Logicor y P3, consecutivamente). La inmobiliaria del Ibex 35 todavía debe reevaluar su oferta –que el CEO cifró en 177 millones (141 millones de obra y otros 36 para Aena)– tras la subida de los precios en la construcción. En cualquier caso, explicó que esa inversión no se abordaría hasta 2025.
2023 con consecuencias
Clemente fue pesimista respecto a la evolución de la economía española. Destacó, eso sí, que de momento se ha capeado el anunciado frenazo sin que de momento haya tenido consecuencias en las cuentas de 2023. Pero afirmó que se producirá un choque por la “carrera de los bancos centrales” subiendo tipos de interés para controlar la inflación y la contraria carrera “peligrosa” de algunos Gobiernos con tintes “populistas” por incrementar gasto y deuda. “Habrá consecuencias y todos lo notaremos”, afirmó.
Para 2023, la compañía espera contar con un nuevo motor de crecimiento, su nueva actividad de data centers. La socimi prevé inaugurar a lo largo de este año sus primeras tres instalaciones, en Madrid, País Vasco y Barcelona.
El CEO de Merlin también avanzó que la esperada compra de los terrenos de la Operación Chamartín a Adif por parte de Crea Madrid Nuevo Norte (empresa de la que la socimi cuenta con casi el 15% del capital) no se producirá hasta noviembre de este año, tras un nuevo retraso en el registro de esas fincas por parte de Adif, tal como publicó este diario en noviembre pasado. Ese suelo tiene un valor de 1.245 millones.
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