Los principales multimillonarios rusos pierden 63.000 millones desde el comienzo de la guerra
El daño económico se limitó a lo largo del año, después de tocar un punto máximo en marzo del año pasado
Los efectos de la invasión a Ucrania toca la puerta de los más ricos de Rusia. Un año más tarde del comienzo de la ofensiva militar, los 23 hombres más ricos del mundo ya han perdido 63.000 millones de euros gracias al efecto combinado de las sanciones occidentales, la salida de empresas del mercado local y otros cambios en el entorno económico ruso.
El principal perdedor ha sido Alexey Mordashocv, el propietario de Servertal PJSC, una de las principales empresas siderúrgicas de Rusia. Con una riqueza estimada en 2023 por Bloomberg en 18.700 millones de euros, que lo sitúa como el hombre más rico de su país, el último año se ha dejado 6.300 millones de euros.
El análisis realizado por la agencia de noticias Bloomberg sí tiene algunas buenas noticias para este selecto club. La pérdida de sus fortunas llegó a su nivel más alto en marzo de 2022, a las pocas semanas de comenzado el conflicto. Tras solo tres semanas de invasión, los 23 hombres más ricos del país habían perdido 234.000 millones de euros, casi cuatro veces más que en la actualidad.
Incluso, destaca el estudio, algunos multimillonarios han resultado beneficiados por los efectos colaterales de la guerra. Es el caso de Andrey Guryev, que se ha embolsado 1.900 millones de euros adicionales gracias a los altos precios de los fertilizantes.
Consecuencias no económicas
Más allá de sus vaivenes patrimoniales, muchos oligarcas rusos vieron como el conflicto en Ucrania afectaba su vida diaria. Este fue el caso de Roman Abramovich, que en mayo de 2022 tuvo que deshacerse rápidamente del equipo inglés de fútbol Chelsea.
Algo similar le sucedió a Mikhail Fridman, principal accionista de Letterone, propietario de la cadena de supermercados Dia, que tuvo que transferir las acciones de muchas de sus empresas y ceder el control de estas sociedades.
De cualquier manera, todos ellos tuvieron mejor suerte que los 31 empresarios que murieron desde enero de 2022 en condiciones sospechosas, según la prensa internacional. El primero de ellos, Leonid Schulman, que se desempeñaba como director de Transporte para el gigante energético Gazprom, fue encontrado en un baño de su residencia de Óblast de Leningrado.
Una de estas muertes incluso tuvo lugar en territorio español. En abril de 2022, Sergey Protosenya, exalto cargo de Novatek, la segunda gran empresa gasística de Rusia, apareció muerto en su chalet de Lloret de Mar (Girona).
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