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Mercados

Empresas para sacar partido al frenesí por la inteligencia artificial y ganar más del 30%

Alphabet y Microsoft son los gigantes que más han apostado por esta tecnología

Valores para subirse a la oleada de la IA
Infografía: Belén Trincado
Fernando Belinchón

La inteligencia artificial está de moda en los mercados. Las inversiones de grandes corporaciones en ella, así como la demostración de capacidades que ha ejecutado el bot conversacional desarrollado por OpenAI, ChatGPT, han impulsado un renovado interés por la prometedora tecnología.

Tras un 2022 para olvidar, donde las cotizadas tecnológicas se situaron entre las grandes penalizadas ante el cambio de política monetaria de los bancos centrales, el rebote que experimenta la renta variable en el arranque de año limita el potencial que fijan los analistas para muchas de las empresas con exposición a la AI a corto plazo y medio plazo. Pese a ello, el consenso de expertos ve posible subidas de más del 30% en un buen puñado de valores. Entre ellos, algunos grandes nombres como Amazon, Alphabet, Meta, Apple o Microsoft, que dan la posibilidad de entrar en la IA, acompañados por otros valores menos reconocibles pero que brillan en las carteras de los fondos de inversión especializados.

Entre las grandes tecnológicas dos han tomado la delantera en este campo. Tanto Microsoft como Alphabet han reforzado su apuesta. La compañía encabezada por Satya Nadella lo ha hecho a través de un acuerdo plurianual de 10.000 millones de dólares que le dará derecho a utilizar la tecnología de OpenAI a lo largo y ancho de su catálogo de productos.

Por su parte, la capitaneada por Sundar Pichai prepara la introducción a sus productos de Bard, un robot conversacional basado en una versión aligerada de LaMDA, su IA más avanzada hasta la fecha. Los fallos que mostró la IA en la presentación del pasado 8 de febrero provocaron que las acciones de Alphabet se hundieran un 7,68% en la sesión, dando fe de que, como buena apuesta incipiente que es, las inversiones en IA tienen sus riesgos. Incluso, cuando se invierte de la mano de los gigantes. El fuerte castigo sufrido en 2022 deja a estos valores y a otros como Amazon, Meta o Alibaba con potenciales de revalorización den entre el 13% y el 34% para los próximos 12 meses.

Tesoros del AI

Según datos de Bloomberg, existen alrededor de 90 fondos o ETFs relacionados de forma más estrecha con la inteligencia artificial. El fondo temático Allianz Global Artificial Intelligence es el que más activos gestiona en esta categoría (6.145 millones de dólares), seguido del ETF iShares Automation & Robotics ETF de BlackRock (2.873 millones de dólares). Por su parte, WisdomTree lleva desde 2006 gestionando el fondo US AI Enhanced Value Fund, un vehículo con 420 millones de dólares.

Desde sus respectivos lanzamientos, el fondo de Allianz logra una rentabilidad anualizada del 9,4% (empezó en 2019), el ETF de BlackRock, un 12,46% (creado también en 2019) y el fondo de WisdomTree, el 7,38%.

Entre las mayores posiciones de sus carteras se encuentra una lista de nombres claves de la industria. En el fondo de Allianz, destacan la automovilística Tesla, la empresa de chips On Semiconductor, Meta, Alibaba o Broadcom, especializada en software. También cuentan con posiciones en Deere, el fabricante de maquinaria agrícola que ofrece servicios de monitorización remota.

Entre las posiciones del vehículo especializado en IA de BlackRock se sitúa el también fabricante de chips Lattice Semiconductor; la empresa especializada en robotización industrial Rockwell Automation y las empresas de fotónica de alta precisión Novanta y Lasertec. Por otro lado, el veterano fondo de WisdomTree –fundado en 2006– está presente principalmente en Comcast, matriz de la propietaria de NBC y de la CNBC; la empresa de productos médicos de diagnóstico Medtronic; la firma de óptica LKQ y el proveedor de estructura de mercado Intercontinental Exchange.

Christopher Gannatti, Global Head of Research de WisdomTree, reconoce que para clasificar a las empresas ligadas a AI segregan entre firmas de sofware o hardware. “En muchos casos, las empresas de hardware tienen relación con sensores o chips —la parte física que procesa los datos o que los obtiene— mientras que las de software tienen que ver con los algoritmos de la IA en sí. La geografía es otra distinción muy importante, algunas compañías dan servicio al mercado global y otras solo en países particulares”.

Johannes Jacobi, miembro del equipo de inversión del fondo Allianz Global Artificial Intelligence, explica que a la hora de estudiar valores para incorporar en cartera tienen en cuenta su “crecimiento, calidad y valoración”. El estratega comenta que “hay que invertir más allá de lo que es el sector tecnológico tradicional. Lo cierto es que todavía nos encontramos en las fases tempranas del desarrollo de la IA. Solo vemos la punta del iceberg, estamos apenas empezando a atisbar parte de su potencial. Estamos absolutamente convencidos de que la IA tendrá un mayor impacto en la sociedad y en la vida de las personas que el que tuvo internet en su momento”. 

Un universo difuso

Uno de los grandes debates es el cómo acotar el universo inversor. Es decir, que empresa está relacionada con la IA y cuál no. “No existe un universo de inversión en IA como tal”, comienza diciendo Gannatti. “Cada gestor utiliza información diferente para determinar qué es (y qué no es) una empresa de IA. Hay toda una escala de grises más que respuestas claras de blanco o negro. En mi opinión, el inversor debe asegurarse de que conoce y está de acuerdo con los criterios que se utilizan”.

Jacobi cuenta que en Allianz hacen distinciones por grados más que por actividades concretas. “La IA tiene capacidad de transformar todo tipo de sectores y no queríamos perder esa oportunidad. Así, pensamos que tiene sentido invertir en tres niveles de compañías, en función de su relación con la IA. En primer lugar, identificamos empresas que ayudan a construir, mantener y mejorar toda la infraestructura necesaria para el despliegue de la IA: semiconductores, computación en la nube, o el denominado internet de las cosas. En segundo lugar, están las aplicaciones de la IA, compañías tecnológicas que desarrollan soluciones en ámbitos como la robótica, el reconocimiento de imágenes, o los sistemas cognitivos. Finalmente, están las empresas de cualquier sector tradicional que usan y se benefician de la IA. Pensamos que tiene sentido invertir en los tres niveles”, especifica.

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Sobre la firma

Fernando Belinchón
Madrid. 1994. Máster en periodismo económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactor de la Mesa Web de CincoDías. En el periódico desde 2016.

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