La subida salarial pactada en Telefónica marca un giro en su estrategia de recorte de costes
El impacto rondará los 100 millones, según Barclays La teleco tiene pendiente la negociación en la corporación, Telyco y Movistar+
La subida salarial del 7,8% para 2023 acordada por Telefónica en España, motivada por el impacto de la inflación, va en la línea del pacto de rentas planteado por el Gobierno para repartir cargas entre trabajadores y empresas. Con todo, supone un importante cambio en la estrategia aplicada por la operadora en los últimos años, destinada a reducir los costes laborales, en medio de una tendencia de caída de los ingresos, como consecuencia del endurecimiento de la competencia.
La teleco cumplió una de las cláusulas del convenio de empresas vinculadas (CEV) que garantiza que no haya pérdida de poder adquisitivo, con lo que estableció una revisión salarial del 6,3%. Además, el acuerdo incluye una subida del 1,5% para 2023, y un plus de 300 euros. Según fuentes del mercado, el impacto rondará los 70 millones de euros, dado que las subidas se extienden a los 13.000 empleados de Telefónica de España, Móviles y Soluciones.
El impacto total en los costes de personal para la compañía al incluir el resto de filiales rondará los 100 millones de euros, según Barclays, que si sitúa los costes laborales en 1.800 millones en 2022.
Telefónica está negociando el primer convenio unificado para la corporación y sus filiales (GBU), que suman cerca de 3.050 empleados, y en la que los sindicatos han pedido una revisión salarial para compensar el IPC. En la misma línea, la operadora negocia la prórroga de los convenios de la división de tiendas Telyco, que cuenta con cerca de 2.000 trabajadores, y de Movistar+, que tiene una plantilla de 1.000 personas. En la primera de ellas, la compañía ha ofrecido una subida del 5%.
Estas subidas salariales penalizan la política de reducción de costes aplicada por Telefónica en los últimos años en España, marcada por los planes de bajas voluntarias (PSI), incluidos en los convenios. El último, acordado a final de 2021, y ejecutado en 2022, supuso la salida de 2.500 empleados, con un coste de 1.500 millones de euros.
La operadora contempló unos ahorros anuales de gastos directos por encima de 230 millones de euros a partir de 2023. En esta línea, Telefónica aseguró, tras este acuerdo, que el impacto en generación de caja sería positivo desde 2022 al igual que la captura de ahorros. La plantilla de las filiales del CEV se ha reducido en cerca de 8.500 personas desde 2015, hasta situarse en 16.500 empleados. A su vez, los costes de personal en España han pasado de 2.139 millones de euros en 2014, antes de la aprobación del primer PSI (que obligó al grupo a una provisión de casi 2.900 millones en 2015), a 1.748 millones en 2020.
En 2021 (último año publicado) ascendieron a 3.201 millones, tras la provisión de 1.340 millones realizada ante el nuevo plan de bajas.
Estancamiento de los ingresos
Evolución. La estrategia de reducción de costes se ha aplicado en la medida en que los ingresos se han visto penalizados por el aumento de la competencia. En los nueve primeros meses de 2022, los ingresos subieron un 0,8% gracias a las ventas de móviles, porque los ingresos minoristas bajaron un 0,8% los mayoristas un 1,6%. El oibda, a su vez, bajó un 3,7%.
Tarifas. En este marco, Telefónica decidió aplicar una subida media del 0,8% de las tarifas de Movistar, por el denominado incremento de los costes de sector. Esta situación es complicada para la operadora, que ha continuado perdiendo clientes por la presión competidora. Por ejemplo, en portabilidad, perdió 328.000 líneas móviles en 2022 y cerca de 296.000 en el fijo.