Los mejores fondos para invertir en dividendos
Los vehículos que buscan compañías con una política de retribución al accionista generosa y sostenida están de moda
Escoger un buen fondo de inversión es clave para conseguir multiplicar los ahorros. Una de las primeras decisiones, y tal vez la más importante, es decidir la mezcla de bonos y Bolsa que tendremos en cartera, en función del nivel de riesgo que el cliente quiere asumir. Para aquellos que buscan la máxima rentabilidad en el largo plazo, sin importarles los vaivenes de los mercados financieros, la mejor alternativa es apostarlo todo a la renta variable. Ahora bien, en este ámbito también hay mucho qué decidir: en qué mercados (acciones europeas, estadounidenses, globales...) y en qué tipo de sectores (compañías más cíclicas, empresas tecnológicas, industrias defensivas...).
El actual contexto de mercado no es nada sencillo para los gestores fondos de Bolsa. La economía de Europa y la de Estados Unidos se están enfriando, de forma inducida, para tratar de contener las subidas de precios. Los bancos centrales están jugando al límite de la recesión y no es fácil calibrar cuánto impactará esta ralentización sobre los resultados de las empresas. Todas las casas de análisis coinciden en que será un ejercicio de mucha volatilidad, y en el que la evolución de la Bolsa será muy dispar en función de si se da el mejor de los escenarios o el peor (con la inflación descontrolada y un recrudecimiento de la guerra de Ucrania).
Con todo, un tipo de estrategia que sí puede funcionar bien es la búsqueda de compañías de máxima calidad, que han demostrado que pueden seguir pagando un dividendo a sus accionistas aun en las peores circunstancias.
José Miguel Maté, consejero delegado de la sociedad de valores Tressis explica que “estamos recomendando a nuestros clientes que inviertan en empresas que tengan unos balances sólidos, que no se vayan a ver comprometidas por el incremento de los costes financieros provocados por las subidas de tipos, y que sean capaces de pagar un dividendo sostenido”.
La consistencia de esta estrategia es muy sólida. En las últimas dos décadas, el retorno medio anual de aquellas empresas que han logrado tener un dividendo creciente durante los últimos 25 años ha sido del 11,3%, frente al 9,7% del S&P 500.
Pero, además, “en momentos de subidas de tipos y de incertidumbre del mercado este tipo de empresas suelen ser muy apreciadas por los inversores, por lo que suelen tener un comportamiento bursátil mejor que la media del mercado”, argumenta Maté.
En España hay varias gestoras de activos que cuentan con fondos especializados en este enfoque de inversión. Uno de los mejores fondos de este tipo es el Ibercaja Dividendo Global. Óscar del Diego, director de inversiones de la gestora aragonesa, explica que este vehículo “invierte con visión de largo plazo en empresas con dividendos crecientes y recurrentes, analizando a fondo la capacidad de generación de caja, la deuda, las prioridades del equipo directivo”. Además, en Ibercaja Gestión van un paso más allá y buscan solo empresas que tengan un sesgo de calidad extra.
Ibercaja Dividendo Global tiene ahora en cartera a gigantes europeos como las aseguradoras Axa y Allianz (que pueden sacar partido de las subidas de tipos), a la eléctrica española Iberdrola (que ha subido un 6% en los 12 últimos meses) o la farmacéutica Merck. Los buenos resultados del fondo se han mantenido durante la última década, logrando un retorno medio anual del 5,63%.
Otro fondo español especializado con buenos resultados es el Bankinter Dividendo Europa, que en los últimos tres años ha conseguido un retorno medio del 7,65%. Al igual que el producto de Ibercaja, tiene en cartera a Allianz e Iberdrola. Y, además, invierte en el líder europeo de la industria auxiliar de los semiconductores, ASML; también en la firma de consultoría tecnológica Capgemini y la petrolera TotalEnergies.
Otro fondo destacado es el GVC Gaesco Dividend Focus, con un retorno medio del 5,53% en los tres últimos años, y participaciones en la aseguradora Munich Re; la papelera portuguesa The Navigator, y la tabaquera Philp Morris.
Otras gestoras españolas también cuentan con fondos con este perfil. El Santander Dividendo Europa ha conseguido revalorizarse casi un 7% en el arranque del año y el BBVA Plan Dividendo Europa un 5,3%. En algunos de estos productos, el cliente puede escoger si quiere optar por la versión de acumulación o la de reparto. En la primera, el fondo va cobrando para el partícipe los dividendos que pagan las empresas en las que está invertido. En la segunda opción, el fondo va repartiendo periódicamente una parte de esas retribuciones entre los accionistas. “Hay algunos clientes que utilizan este tipo de productos para tener una renta recurrente, como los cupones que pagan los bonos”, explica un veterano banquero.
Además de estos fondos especializados en seleccionar compañías con buenas remuneraciones para el accionista, también hay otros vehículos que combinan esta estrategia con una parte más conservadora. Es el caso de Baelo Patrimonio, de la gestora Andbank. Se trata de un fondo que tiene un 60% de Bolsa, con este tipo de empresas, y un 40% de renta fija, para reducir la volatilidad en cartera.
Tras las correcciones que han sufrido los bonos el año pasado, este tipo de estrategias mixtas pueden funcionar muy bien durante 2023. Antonio Rico, el gestor del fondo, explica que al invertir “selecciono compañías que llevan 50 años de dividendo creciente”. El gestor, que antes trabajó como piloto de aviones, recuerda que “las compañías que pagan buenos dividendos crecientes es raro que entren en pérdidas”.
La estrategia de inversión en compañías con un dividendo sostenido no es exclusiva de España. Las grandes gestoras internacionales tienen algunos productos con este perfil que han cosechado excelentes resultados en los últimos años. Uno de los mejores del mundo es el JP Morgan Global Dividend.
Este fondo de inversión ha conseguido una rentabilidad media del 10,53% durante la última década, convirtiéndose así en el mejor de esta categoría. Además, el nivel de volatilidad es inferior a los índices de Bolsa global. En su caso, está concentrado sobre todo en compañías de Estados Unidos, como Microsoft, las farmacéuticas AbbVie y Bristol-Myers, o la plataforma de negociación de derivados financieros CME Group.
La gestora británica M&G también cuenta con el fondo Global Dividend, que ha conseguido un retorno medio anual del 9,9% en la última década, con posiciones en Johnson & Johnson, una firma que lleva 58 ejercicios consecutivos manteniendo o mejorando el pago a sus accionistas.
José Miguel Maté, de Tressis, recuerda que el inversor no debe fijarse exclusivamente en la rentabilidad por dividendo. Una compañía que cotiza a precios muy bajos puede que esté ofreciendo unos retornos por dividendos muy altos, pero que tenga unos problemas graves que justifican su baja valoración y que hipotecan su futuro. “La clave es que la empresa tenga las fortalezas, la posición de mercado y la solvencia financiera que sea suficiente para que mantenga el dividendo, que haga que esos pagos sean sostenibles”, apunta el gestor.
Dentro de la Bolsa europea, algunas de las compañías que mejores rentabilidades por dividendo están ofreciendo ahora son los bancos. El italiano Intesa Sanpaolo está en el 9,31%; Nordea Bank en el 7,65% y BBVA un 7,34%. Tras la ecolosión de la pandemia del Covid-19 el Banco Central Europeo (BCE) impuso al sector fuertes restricciones a la hora de repartir sus beneficios. Quería que se priorizara el refuerzo de la solvencia. Tres años después, la industria ya tiene el permiso del regulador y la fortaleza financiera como para retribuir generosamente a sus accionistas. Al menos, hasta que no se dispare la morosidad. Por eso, la mayoría de los fondos europeos con estrategia de dividendo están sobrepondrando el sector financiero.