El pesimismo y la cautela sobre la economía se imponen entre los dirigentes empresariales
La encuesta de CEOs de Pwc advierte que tres de cada cuatro altos cargos empresariales prevén una desaceleración económica mundial Las tres grandes amenazas son la inflación, la volatilidad económica y los conflictos geopolíticos para las compañías
A la palabra incertidumbre que viene siendo protagonista en materia económica durante la mayor parte de 2022, especialmente tras la invasión rusa de Ucrania, se unen ahora el pesimismo y la cautela. Estas dos palabras son las que mejor definen el actual estado de ánimo de los máximos representantes empresariales en cuanto a la evolución de la coyuntura económica internacional para 2023.
Esta es la principal conclusión de la 26 Encuesta Mundial de CEOs, elaborada por PwC basada en la opinión de 4.410 máximos ejecutivos de 105 países, que se ha presentado en el Foro Económico Mundial de Davos.
Los resultados resultan clarificadores, ya que el 73% de los máximos dirigentes empresariales y algo más, el 76% de los españoles, prevén una desaceleración de la economía mundial a lo largo de los próximos doce meses. La cautela queda representada en que, a pesar de lo negativo de las perspectivas, el 60% de los CEOs sin embargo, no piensan en reducir plantillas laborales, al tiempo que el 80% tampoco prevé ajustar la remuneración de sus empleados.
Su apuesta reside en la transformación de sus negocios, recortar los costes operativos, mejorar la productividad y diversificar sus fuentes de ingresos.
Este retroceso en la confianza de la evolución económica mundial es la mayor que se registra en esta encuesta en los últimos doce años y contrasta, por el contrario, con el fuerte optimismo, también a niveles récord de 2021 y 2022.
Los países del G-7 son los que lideran este pesimismo al verse en mayor medida afectados por la crisis energética. Los dirigentes empresariales tampoco tienen una buena percepción de cómo van a evolucionar los ingresos de sus empresas en 2023. La confianza cae un 26% frente al año pasado, lo que supone el mayor deterior desde 2008/2009, durante la pasada crisis financiera.
A nivel español, el porcentaje de altos directivos que confían plenamente en cumplir sus objetivos de ingresos cae respecto al año pasado del 64% al 25%, al tiempo que el 53% se declara moderadamente confiado. Si la ciberseguridad y la salud fueron las máximas preocupaciones de los CEOs hace un año, la encuesta conocida este lunes ha supuesto un pronunciado cambio.
La inflación, la volatilidad económica y los conflictos geopolíticos son las tres grandes amenazas para las compañías en el corto plazo, valoración en la que coinciden los directivos entrevistados tanto a nivel global como en España, lo que en buena medida obedece a la incertidumbre derivada de la guerra en Ucrania.
Algo más de la mitad de los primeros ejecutivos empresariales, en concreto el 52% espera reducir sus costes operativos, el 51% tiene previsto subir los precios de sus productos y el 48% diversificar sus productos y servicios. Por el contrario, la mayoría no contempla tocar el empleo ni la remuneración de sus trabajadores.
La encuesta conocida ayer pregunta por primera vez sobre cuál será la vida media de sus compañías y la respuesta es significativa, ya que el 40% cree que sus empresas dejarán de ser viables en menos de 10 años si sigue por el mismo camino.
Preguntados sobre cuáles son los desafíos que pueden afectar a la rentabilidad de las compañías en la próxima década, el 56% asegura que el cambio en los hábitos de comportamiento de los consumidores, el 53% la nueva regulación, el 52% que la falta de talento y el 49% la disrupción tecnológica.
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