Aena capta 800 millones del BEI para proyectos de seguridad e innovación
La línea de financiación arranca con un primer préstamo de 200 millones disponible los próximos dos años
Los nuevos proyectos de Aena en materia de seguridad e innovación en la red de aeropuertos vuelven a contar con el apoyo financiero del Banco Europeo de Inversiones (BEI). El gestor aeroportuario ha obtenido una línea de financiación de 800 millones del que es uno de sus principales acreedores. El acuerdo se inicia con un primer tramo de crédito de 200 millones a disposición de Aena a lo largo de los dos próximos años.
De las condiciones que ha desvelado esta mañana la compañía destacan la del plazo máximo de amortización de 20 años y un periodo de carencia de cinco. Entre los trabajos que va a respaldar el BEI se encuentran mejoras en las pistas, el rediseño de calles de rodaje a la vista de las últimas recomendaciones de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AEASA), o la renovación del sistema de iluminación de plataformas de estacionamiento de los aviones.
El Documento de Regolución Aeroportuaria 2022-2026 fija entre los cinco pilares estratégicos de Aena el compromiso con la seguridad y la potenciación de la competitividad a partir de la innovación y la digitalización. Los otros tres son la búsqueda de la recuperación del tráfico, la sostenibilidad ambiental y la eficiencia en la gestión. Cn 451 millones de inversión presupuestada en los cinco años del periodo regulado, la seguridad se lleva un 20% de los 2.250 millones que invertirá Aena en su negocio regulado. Con ello, se trata de la segunda partida por volumen presupuestado tras la de 787 millones para mantenimiento y conservacion.
Los préstamos tendrán un plazo máximo de amortización de 20 años y un periodo de carencia de cinco
Aena también habla esta mañana de la disponibilidad de financiación ante la necesidad de rehabilitar pavimentos, renovar los sistemas de control de emergencias y la instalación de nuevos equipos de seguridad.
En materia tecnológica, la empresa que preside Maurici Lucena podrá cubrir sus necesidades con dinero del BEI para la automatización de procesos, avances en ciberseguridad, gestión de bases de datos, la implantación de la tecnología BIM (building information modelling) o la adquisición y licencia de software. Otros mejores susceptibles de ser financiadas con crédito del BEI son las que atañen al equipamiento biométrico o una mayor digitalización en los procesos de atención al viajero.
La posibilidad de contraer deuda con condiciones fuera de mercado coincide con la recuperación del negocio y el lanzamiento de nuevas inversiones en el marco del segundo Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA 2). Aena espera haber concluido 2022 con 242 millones de viajeros, en comparación con los 275 millones de 2019. En 2023 la cifra subirá a 266 millones; la previsión para 2024 asciende a 287 millones y se coloca ya por encima del registro récord previo a la pandemia; en 2025 se esperan 301 millones de pasajeros, y para 2026 la estimación llega a 315 millones de usuarios.
Después de los dos años más duros de su historia, por el impacto de la pandemia en el tráfico aéreo, la vuelta a beneficios del operador se produjo en el segundo trimestre de 2022, cerrando los seis primeros meses del año pasado con 163 millones en positivo. Ya a 30 de septiembre la cifra rozaba los 500 millones de la mano de un verano con alta intensidad de actividad. En el nuevo plan estratégico 2022-2026 se anticipa la vuelta del dividendo con un pay out del 80%.
La hoja de ruta contempla, en términos financieros, la recuperación del ebitda de 2019 entre 2024 y 2025. Ese último año el margen de ebitda debería situarse en el 55% y el ratio de deuda neta sobre el ebitda estará en el entorno de dos veces en 2026. El múltiplo era de 4,2 veces el pasado septiembre, bajando de las 11,5 veces de un año antes. Con una deuda financiera neta que roza los 6.000 millones de euros, el tipo de interés medio que paga Aena es del 1,20%.
En cuanto a la posición de caja, a la conclusión del tercer trimestre el saldo era de 1.445 millones, a lo que se suma la disponibilidad de 470 millones en líneas de financiación del BEI y del ICO, y otros 1.450 millones en otras dos líneas de crédito sindicada con vencimientos a largo plazo. Todo ello totaliza 3.365 millones entre la caja y facilidades crediticias sin contar con una última baza: la posibilidad de realizar emisiones por un total de 900 millones a través del programa Euro Commercial Paper (ECP).