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El letargo fiscal de Macron debilitará a Francia

La deuda pública del país, ahora en el 112% del PIB, se sitúa solo después de la de Italia, Grecia y Portugal

Emmanuel Macron, presidente de Francia.
Emmanuel Macron, presidente de Francia.Reuters

A Emmanuel Macron, que nunca anda escaso de ideas sobre cómo debe gestionarse Europa, puede que le venga mejor concentrar su energía más cerca de casa. Francia es la única gran economía de la Unión Europea cuya deuda pública aumentará en los próximos dos años, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional. Ya gasta tanto en el pago de intereses como en educación. La indiferencia del presidente francés ante la situación fiscal nacional debilitará al país.

Todos los Gobiernos occidentales han tenido que incurrir en déficits presupuestarios en los últimos tres años debido a la pandemia y a las crisis energéticas. Y hay razones para mantener el estímulo fiscal en 2023, a medida que la economía europea se ralentiza. Pero mantener el déficit de Francia en el 5% del PIB o más en los próximos dos años, como prevé el FMI, es más difícil de justificar: la deuda de París, ahora en el 112% del PIB, se sitúa solo por detrás de la de Italia, Grecia y Portugal.

Macron no ha presentado un plan creíble para estabilizar la deuda y, al mismo tiempo, centrar el gasto donde se necesita inversión pública, ya sea en la transición ecológica o en el abandonado sistema de educación pública. En su último informe a la baja sobre Francia, el FMI instó al Gobierno a impulsar una mayor eficiencia en los servicios públicos y a poner en marcha una reforma de las pensiones.

Esto es tanto más necesario ahora que los tipos están subiendo. La factura de intereses de Francia alcanzó los 52.000 millones de euros en 2022, un 50% más que en 2020. La cuenta seguirá aumentando a medida que el Banco Central Europeo siga elevando su tipo de interés básico este año, mientras que la diferencia entre los rendimientos de los bonos a 10 años de Francia y Alemania ha crecido 16 puntos básicos desde principios de 2022, hasta el 0,54%. El encarecimiento de la deuda desviará fondos públicos de usos más productivos y perjudicará a empresas y hogares.

La despreocupación fiscal de Francia también debilitará a Macron en Europa. Con un déficit presupuestario en 2023 más de 2 puntos porcentuales superior a la media de la zona euro, del 3,3% del PIB, según las previsiones del FMI, tendrá dificultades para argumentar que la región debe adoptar normas presupuestarias más flexibles, o la emisión conjunta de deuda.

Algunas autoridades del Tesoro francés están expresando en privado su preocupación por la posibilidad de que Francia se enfrente a un momento [Liz] Truss, cuando un país pierde repentinamente la confianza de los mercados de deuda.

En su informe, el FMI insta a Macron a abandonar la postura fiscal del “cueste lo que cueste” que abrazó al principio de la pandemia. Si el presidente francés no hace caso del consejo, puede que un día encuentre a los inversores en bonos más apremiantes que el organismo internacional.

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