Renfe obtiene el certificado de seguridad para operar en solitario en Francia
La operadora empieza a ofrecer las rutas desde Madrid y Barcelona antes de que comience el verano
La Agencia Ferroviaria Europea ha concedido a Renfe el certificado de seguridad que necesita para poder operar en solitario las rutas hasta Lyon y Marsella. El regulador destaca que la empresa ferroviaria cumple con todas las exigencias de seguridad después de haber superado las exigencias impuestas por la Agencia de Seguridad Francesa (EPSF) Los nuevos permisos permitirán que Renfe opere por su cuenta las líneas transfronterizas Barcelona-Lyon y Madrid-Marsella.
La noticia llega pocos días después de que el operador francés SNCF comenzara a prestar servicios de alta velocidad entre Barcelona y París en solitario, tras la disolución de Elipsos, la sociedad que mantenía en conjunto con Renfe desde 2013.
Hasta primeros de diciembre, la operadora española ofrecía estos servicios y la conexión con París en colaboración con la francesa SNCF. Pero con la ruptura del acuerdo entre ambas compañías, Renfe ha tenido que pedir nuevas autorizaciones para entrar en solitario en el país vecino.
La empresa española ya cuenta con la decisión de la agencia de infraestructuras ferroviarias francesas SNCF Réseau (filial de SNCF), que le ha atribuido los surcos, o derechos de circulación, solicitados. Renfe contará con 28 circulaciones semanales, lo que equivale a dos trenes diarios en cada una de las rutas. Sin embargo, la compañía destaca que la puesta en marcha de los servicios será "progresiva", aunque plantea como objetivo que estén en marcha aunque sea 12 de ellos antes del verano.
Próximos pasos
La firma ha precisado que el próximo 16 de enero comenzarán las "marchas en blanco", es decir, la fase de pruebas que tienen como objetivo demostrar la solvencia operacional. Al mismo tiempo, se continuará con la formación de maquinistas y de otro personal involucrado en los servicios ferroviarios. Renfe ha adelantado que ya cuenta con algunos maquinistas habilitados para operar las rutas, aunque continuará con la capacitación de los restantes para una vez que opere los 28 servicios comprometidos.
Además, Renfe tendrá que hacer frente a algunos trámites administrativos para operar de forma solitaria en Francia. La compañía espera comenzar el próximo año los trámites para abrir una sucursal en Francia, lo que requiere del visto bueno del Ministerio de Hacienda. Al mismo tiempo, estima que en los próximos meses se disolverá formalmente la sociedad que mantenía con su antiguo socio.
De cualquier manera, el Centro de Gestión de Operaciones estará ubicado de este lado de la frontera, en Barcelona.
Los planes de futuro no llegan sin reproches. La empresa española ha insistido en que el fin de los servicios de Elipsos se trata de una "decisión unilateral de SNCF". Según la compañía, su antiguo socio francés "toma la decisión de liquidar la sociedad con Renfe una vez que su servicio de alta velocidad Ouigo está consolidado en el mercado ferroviario español". La firma apunta que se trata de "una decisión exclusivamente estratégica" y que "no pueden aducirse motivos económicos".
En febrero, cuando la ruptura fuera anunciada, la compañía pública gala apunto que la decisión se explicaba por las pérdidas acumuladas. El fin del acuerdo llegaba después del grave golpe provocado por la pandemia al tráfico de viajeros, con una demanda que se desplomó más del 70% en 2020 y casi un 60% en 2021 en los corredores transfronterizos.