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El escudo contra la crisis del euro se queda en modo ‘hedge fund’

Las duras condiciones del MEDE y la desconfianza hacia el poder de Alemania impedirán que tenga un rol mayor

De izquierda a derecha, el ministro de Economía de Irlanda y presidente del Eurogrupo, Paschal Donohe, su homólogo italiano, Giancarlo Giorgetti, y el comisario europeo del ramo, Paolo Gentiloni, en Bruselas en noviembre.
De izquierda a derecha, el ministro de Economía de Irlanda y presidente del Eurogrupo, Paschal Donohe, su homólogo italiano, Giancarlo Giorgetti, y el comisario europeo del ramo, Paolo Gentiloni, en Bruselas en noviembre.YVES HERMAN (REUTERS)

El fondo de rescate de la eurozona busca un nuevo propósito. Los miembros de la moneda única crearon el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) en 2012 en respuesta a la crisis de la deuda soberana. El MEDE es demasiado importante para cerrarlo por su cartera a largo plazo y su capacidad de emergencia, ganada a pulso. Pero la animosidad política impedirá que sea mucho más que una especie de fondo de cobertura de la zona euro.

El MEDE, que puede prestar hasta 500.000 millones de euros a los miembros en dificultades de la eurozona, evitó que la unión monetaria se rompiera al supervisar los cruciales salvavidas financieros para Grecia y otros cuatro países. Sin embargo, las estrictas condiciones impuestas a sus préstamos, así como la percepción de la enorme influencia de Alemania como su mayor accionista, han generado resentimiento entre los Estados miembros. Por ejemplo, Italia, país muy endeudado, se niega a ratificar su reformado tratado.

Cuando el MEDE creó una línea de crédito de apoyo contra la pandemia en 2020 para ayudar a los países a financiar los costes sanitarios relacionados con el Covid-19, ningún país la solicitó. En una medida sin precedentes, los Estados de la UE encargaron en su lugar a la Comisión Europea un endeudamiento conjunto para financiar primero un fondo de desempleo de 100.000 millones de euros y después un paquete de ayuda sin precedentes de 750.000 millones. El MEDE, ya marginado, quedó inutilizado para una crisis de alcance comunitario.

En busca de un nuevo papel, el MEDE ha ofrecido su experiencia en el mercado para vender bonos conjuntos de la UE o evaluar las deudas nacionales. El fondo de rescate tiene sin duda los conocimientos necesarios para evaluar si las finanzas de los miembros de la UE son sostenibles, dado el análisis crediticio que ejecuta para gestionar sus propios préstamos y bonos. Pero el hecho de que Alemania tenga más voz en el fondo significa que no puede ganarse la confianza política que tendría de otro modo.

Capacidades

Al menos, el MEDE, con calificación AAA, tiene algunas buenas capacidades. Vende bonos y letras de alta calidad a más corto plazo para financiar los préstamos de rescate ultralargos de la crisis de la zona euro, y cubre su riesgo cambiario con derivados. Junto con un fondo hermano con calificación AA, ha emitido 262.500 millones de deuda y estará operativo al menos hasta 2060, cuando venzan los últimos pagos de los préstamos griegos.

Desde su creación, el MEDE ha ganado 1.800 millones por los 80.500 millones que los Estados miembros han desembolsado para financiarlo. No es mucho dinero, pero tampoco es una pérdida para los contribuyentes.

El MEDE merece reconocimiento por construir una sofisticada infraestructura financiera. Sigue estando disponible si un país se tambalea. Pero dado el clima político, la gestión de los préstamos de la vieja crisis del euro será probablemente su futuro.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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