Hacienda rechaza el impuesto de Podemos a grandes supermercados
La ministra María Jesús Montero descarta impulsarlo
La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha descartado este jueves la petición de Unidas Podemos de implantar un impuesto extraordinario a los beneficios de la gran distribución, con un tipo del 33% sobre sus márgenes gananciales, dentro del paquete de medidas para afrontar las consecuencias de la guerra en Ucrania.
"La política fiscal ya la hemos desarrollado en el paquete de medidas. En este momento, el Ministerio de Hacienda no se plantea ninguna medida (fiscal) adicional (...) No hay en este momento ninguna pretensión de poner un impuesto", ha subrayado Montero, en declaraciones a Antena 3 recogidas por Europa Press.
La ministra de Hacienda ha explicado que se está dialogando con el sector de la alimentación y la distribución para que, si se toman medidas, no repercutan en el precio de los productos de venta a los ciudadanos.
"Dentro de unos días, lo presentaremos, una vez que elijamos cuál es la que mejor se adapta a lo que pretendemos: la protección de la mayoría de los ciudadanos de este país, con especial interés en las personas más vulnerables", ha señalado.
Las palabras de María Jesús Montero llegan tras un debate que se ha intensificado desde este lunes a raíz de la propuesta de la formación morada de establecer ese impuesto del 33% sobre los beneficios de los supermercados. Unidas Podemos propuso entonces usar el dinero para hacer un pago único de entre 250 y 500 euros en función de la renta para paliar las subidas de precios.
Los datos muestran que la inflación ha golpeado duramente a algunos de los alimentos, sobre todo, a los básicos. La inflación de noviembre bajó hasta el 6,8%, pero el precio de los alimentos se disparó un 15,3% en términos interanuales. Eso de media. En productos concretos, fue aún más grave. El azúcar se aceleró y subió un 50% sobre el año pasado, la mantequilla se mantuvo en el 37,5% y la harina un 37,6%.
Pero al igual que la inflación ha impactado a los alimentos, también lo ha hecho a la recaudación del erario público. Así, el empleo y el auge de precios elevarán en 30.000 millones la recaudación de IRPF e IVA en dos años, un 14% más.
Crisis de precios alimentarios
Si bien la lógica de la inflación en estos productos parece sencilla, no lo es tanto. Si se necesita energía para producirlos y esta se encarece, es fácil de entender el motivo del encarecimiento, pero la solución, tal y como advirtió a finales de noviembre el Banco Mundial, no es tan simple como bajar el coste energético. Esto explica porque aunque la energía haya moderado costes, los alimentos sigan al alza. El bloqueo de parte del comercio mundial, el incremento de otros costes como fertilizantes y las exigencias de sostenibilidad encarecen los productos primarios.
Además, la propia idiosincrasia de la cadena alimentaria mundial, con claros cuellos de botella en alguno de sus puntos en lo que a número de empresas se refiere, también afecta a la dinámica de precios.