Cepyme pide una rebaja de cotizaciones y de la presión fiscal a la pequeña empresa
Aligerar estas cargas atraería más talento y elevaría la productividad de la pyme española
Las cargas laborales y la presión fiscal que soporta la pyme española se han convertido en los principales problemas al crecimiento del tejido empresarial. Según el informe Crecimiento empresarial, alternativas para facilitar el crecimiento de las pymes españolas, elaborado por Cepyme, proporcionalmente, las empresas pequeñas asumen cargas laborales y fiscales mayores que las de mayor tamaño.
El informe señala que el sistema tributario bloquea el crecimiento de las pymes, que tienen que hacer frente a las terceras cotizaciones sociales más elevadas de Europa, junto a un impuesto de sociedades e IRPF de los más altos del continente.
En 20 países europeos, las cotizaciones que paga un empleador son al menos 10 puntos porcentuales más bajas que en España, donde las cotizaciones alcanzan el 34%. Destaca Suecia (31,4%), Portugal (13,8%), Holanda (23,6%) y Alemania (20%). Sin embargo, hay otros países en los que estas mismas cotizaciones sociales son al menos la mitad. Es el caso de Reino Unido (13,8%), Luxemburgo (15,2%) o Irlanda (11,1%).
Si la comparativa se realiza con el impuesto de sociedades, surgen los problemas debido a las diferentes particularidades y deducciones que hay por países. Si exclusivamente se analiza el tipo general del impuesto, España con un gravamen del 25% se sitúa en la banda alta.
Aquí encontramos otros países como Alemania que cuenta con el 30% o Francia el 26,5%, pero superior al 21% de Portugal, el 19% de Reino Unido o el 20% de Suecia y Finlandia.
Cepyme señala que la empresa de menor tamaño es menos eficaz en las deducciones y le afecta más la alta fiscalidad directa. Unas cotizaciones más altas, junto al SMI más elevado proporcionalmente con el salario medio, que supera el 54%, encarece directamente el coste laboral de las pymes, que precisamente es donde se concentran los salarios más bajos debido a su baja productividad.
La pyme española es un 24% más pequeña que la media europea. A modo de ejemplo la empresa alemana triplica el tamaño de la española y la británica la duplica. Esta circunstancia provoca que la empresa española sea menos productiva que otras europeas y por lo tanto crezca menos al invertir. También atrae y retiene menos talento e innova menos que las que tienen más tamaño.
El informe señala que una empresa europea tiene de media 6 ocupados, mientras que una española cuenta con 4,8 trabajadores. Converger al tamaño europeo, provocaría mayor productividad para el conjunto del país ya que el 99% de la empresa española son pymes.