Credit Suisse coloca 3.000 millones en deuda al 8%, un cupón récord
La demanda supera los 7.500 millones
En una semana que está dejando volúmenes récord de emisión de deuda en la banca europea, Credit Suisse también ha aprovechado el momento y ha lanzado la colocación de bonos por 5.000 millones de euros, en una operación más con la que frenar la dura crisis financiera y reputacional que atraviesa y con la que captar recursos para financiar el cambio en su modelo de negocio.
La entidad suiza lanzó ayer dos emisiones, que coordinó en solitario, sin la participación de ninguna otra entidad colocadora. Por un lado, vendió 3.000 millones de euros a 6 años y por otro, 2.000 millones de dólares a un plazo de once años. Y la desconfianza de los inversores que está minando su cotización en Bolsa y ha forzado a la entidad a presentar un profundo plan de reestructuración, se reflejó también en la exigencia de una rentabilidad muy superior a la que el mercado pide a cualquier otra entidad financiera europea.
Credit Suisse colocó los 3.000 millones de euros con un cupón del 7,75%, después de recibir demanda por 7.500 millones de euros. Se trata del segundo cupón más alto pagado nunca en una nueva emisión de deuda senior de grado de inversión en euros.
La operación partía con un diferencial de 525 puntos básicos sobre midswap (tipo de interés libre de riesgo) y se cerró con un spread de 495 puntos. La firma suiza también lanzó una colocación de 2.000 millones de dólares a once años, que partía con un diferencial de 485 puntos básicos, lo que implica una rentabilidad del 9%. El libro de órdenes superó los 8.000 millones de dólares. A pesar de la volatilidad del mercado y de la crisis que vive Credit Suisse, la fuerte demanda registrada prueba el apetito que mantienen los inversores por activos que rozan el bono basura y ofrecen por ello mayor rentabilidad. Estas operaciones forman parte del objetivo de financiación para este ejercicio y ayudarán a ampliar sus colchones de deuda con capacidad de absorber pérdidas.
Las emisiones han sido todo un reto para el banco suizo y se producen justo una semana después de que S&P rebajara la calificación a largo plazo de la entidad a BBB- desde BBB, solo un escalón por encima del bono basura. La agencia considera que existen “riesgos de ejecución sustanciales en el plan de transformación” presentado por la entidad. S&P cree que las iniciativas presentadas son más defensivas que los intentos anteriores, pero opinan que la complejidad del programa plurianual y el difícil panorama macroeconómica podrían afectar negativamente a la velocidad y los costes del desarrollo del plan de reestructuración.
El banco suizo anunció a finales de octubre el proyecto con el que frenar la pérdida de confianza de los inversores y que incluye una reestructuración radical de su banca de inversión y dos ampliaciones de capital con las que prevé captar 4.000 millones de francos suizos (unos 4.027 millones de euros), además de una reducción de la plantilla de 2.700 trabajadores. Todo ello tras anunciar unas pérdidas históricas de 6.000 millones a septiembre. La acción no ha remontado pese al plan y acumula un derrumbe del 56% en el año.
Las ventas de deuda superan los 56.000 millones
Por tercer día consecutivo el mercado primario de Europa registró ventas de bonos de dos dígitios, con los financieros superando en lo que va de semana los 56.000 millones de euros. Las emisiones de esta semana superan las expectativas de los encuestados por Bloomberg. Junto a los emisores europeos, en las últimas jornadas los estadounidenses han regresado al mercado en euros, una señal alentadora para un mercado que estado prácticamenta paralizado durante gran parte del año. Pero puede que sea solo el principio. Fuentes de mercado esperan que en 2023 los operadores de más riesgo que han sido excluidas vayan regresando poco a poco al mercado.