El G20 estrecha la vigilancia sobre las grandes plataformas de criptoactivos
El FSB insta a reforzar la supervisión sobre Coinbase o Binance
El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) quiere reforzar la vigilancia sobre las grandes plataformas de compraventa de criptoactivos. En pleno criptoinvierno el supervisor ha instado a los miembros del G20 a desarrollar un marco regulatorio común para los activos digitales ante los riesgos que plantean para la estabilidad financiera no solo los activos digitales sino sus emisores y plataformas de exchange que puedan suponer un riesgo.
Entre las recomendaciones lanzadas ayer el supervisor considera preciso que las autoridades garanticen que los proveedores de servicios criptográficos que además ejercen actividad de corretaje y préstamo deberían ser segregadas para regirse por la regulación financiera. Es el caso de firmas como Binance o Coinbase, que cuentan con sus propios tokens. El FSB incide en que los supervisores deben analizar la dependencia de las distintas partes del sistema criptográfico y la fórmula en la que se conecta con el sistema financiero internacional.
El organismo considera que los supervisores deben exigir a los proveedores de servicios de criptoactivos una supervisión acorde a su tamaño, complejidad e importancia sistémica. Al mismo tiempo, aboga por que los marcos regulatorios y de supervisión que rijan a los activos digitales se basen en el principio de "misma actividad, mismo riesgo, misma regulación".
"El criptoinvierno actual ha reforzado nuestra evaluación de las vulnerabilidades estructurales existentes en estos mercados", reconoció ayer Klaas Knot, presidente del FSB en una carta enviada a los ministros de Finanzas de las 20 economías más grandes del mundo.
La regulación sobre los criptoactivos que propone el FSB entra directamente a regular las stablecoins. Un tipo de activos digitales sobre el que pesan los problemas sufridos por Terra y su token Luna hace unos meses, y los problemas sufridos por plataformas como Celsius.
La iniciativa del G20 coincide con el avance de los trabajos sobre la directiva europea que regulará los criptoactivos. Esta semana el texto de MiCA (siglas de Markets in Crypto-Assets) ha recibido el visto bueno de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo y se espera que sea votado por el pleno del Parlamento Europeo en el próximo mes, pese a que no se prevé que la norma entre en vigor hasta 2024.
En el texto aprobado se apunta que "es relevante garantizar que la legislación de servicios financieros de la Unión [Europea] se adapte a la era digital y contribuya a una economía preparada para el futuro que funcione para los ciudadanos, entre otras cosas permitiendo el uso de tecnologías innovadoras". Según los europarlamentarios, "la falta de un marco general de la Unión para los criptoactivos puede conducir a una falta de confianza de los usuarios en esos activos, lo que podría obstaculizar significativamente el desarrollo de un mercado de esos activos".
Portugal quiere dejar de ser el paraíso cripto
El Gobierno portugués, liderado por el socialista António Costa, prevé aplicar un gravamen del 28% a las ganancias generadas por los criptoactivos mantenidos durante menos de un año. La medida, incluida esta semana en los presupuestos lusos para 2023, supone un gran cambio fiscal para uno de los países europeos más amigables con los activos digitales. Si bien, según el proyecto de presupuestos para el próximo año, la inversión en criptoactivos seguirá exenta del pago al fisco si el inversor las mantiene más de 365 días. El Ejecutivo portugués también planea introducir un impuesto del 10% sobre la transferencia gratuita de criptomonedas y una tasa del 4% sobre las comisiones cobradas por los brókeres.
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