Canarias quiere aprovechar su régimen fiscal para atraer inversiones del Perte Chip
El Gobierno canario prevé aprobar en pocas semanas su estrategia CanaryChip
Canarias quiere atraer inversiones ligadas al Perte Chip, aprobado por el Gobierno español a finales del pasado mayo y que prevé movilizar una inversión pública de 12.250 millones. El Ejecutivo canario asegura que la comunidad autónoma dispone de un ecosistema con muy buenas capacidades tecnológicas, logísticas y de conectividad para participar en este Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica de Microelectrónica y Semiconductores, y sabe que dispone de otra carta clave: un régimen fiscal “altamente favorable para los inversores, que incentiva la inversión en innovación y aplica diversas exenciones tributarias”, y planea explotarla.
La Zona Especial Canaria (ZEC), consolidada en 1998 en su condición de Región Ultra Periférica (RUP), y reforzada en los tratados de Lisboa y de Ámsterdam, presenta el mejor régimen fiscal para sociedades de la UE, un 4%, y habilita también el acceso a deducciones fiscales especialmente favorables en el ámbito de la I+D, donde las deducciones de la cuota íntegra en el impuesto de sociedades duplica el caso general en el Estado español. El establecimiento en la ZEC permite acceder también a instrumentos como la Reserva de Inversiones Canarias (RIC), que está siendo utilizado con éxito por el sector audiovisual, y múltiples exenciones en la imposición directa (por creación de empleo, ampliación de capital, adquisición de bienes para las inversiones, etc). Además, la tributación de los dividendos es de carácter flexible, según detallan desde el Gobierno canario, lo que permite la tributación en España o en origen del inversor.
En el contexto de atracción de inversiones del sector de los chips, no hay que olvidar cómo las desgravaciones fiscales están siendo un instrumento utilizado por las Administraciones. Por ejemplo, EE UU ha incluido en su programa Chips for America desgravaciones del 25% sobre las inversiones de las empresas, que además son complementadas con desgravaciones sobre los impuestos del suelo o por la creación de empleo ofrecidas por los Estados y Condados.
Capital humano
Su especial régimen fiscal no será la única carta que juegue Canarias de cara a atraer inversiones ligadas al Perte Chip. Uno de los principales obstáculos al establecimiento de nuevas empresas de semiconductores en nuevos territorios es la carencia de capital humano, y Canarias presume de tener una sólida base académica y científica. El Instituto Universitario de Microelectrónica Aplicada (IUMA), adscrito a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, tiene más de 30 años de historia y participó ya en la elaboración del primer Plan de Microelectrónica de España en 1985. IUMA ha sido un foco generador de talento para empresas del sector en primera línea, como Microchip Technology, NXP, ASML o Infineon, y ha colaborado por diversas multinacionales como el gigante taiwanés TSMC o las estadounidenses Intel y Nvidia.
También está implantado en las islas el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), cuyo departamento de instrumentación desarrolla desde hace años diseños de circuitos para sistemas aeroespaciales y actualmente participa en el desarrollo del sistema Caramuel para comunicaciones cuánticas, liderado por Hispasat y que aspira a financiación del Perte Aeroespacial.
En el ámbito privado, el cluster canario de empresas de semiconductores, Cluster Chip de Canarias (C3), lleva incubándose una década, contando ya con más de una decena de empresas que proporcionan 700 empleos dentro y fuera de las islas y tienen un volumen de negocio de aproximadamente 78 millones de euros. El cluster mantiene enlaces con las asociaciones que colaboran con el Gobierno en el diseño del Perte Chip, Ametic y Aesemi, y está barajando constituirse como asociación con perfil propio.
El C3 está conformado por las empresas Aerolaser, AgnosPCB, Arquimea, eSignus, LightBee, SensorLab, SoC-e, SubSeaMechatronics (SSM), Wireless Innovative MMIC, y Wooptix. Y suman un negocio aproximado de 78 millones de euros. En los últimos meses se ha hablado mucho de la startup Wooptix, que ha captado el apoyo de financiación de la Unión Europea y del CDTI, y cuenta con Intel entre sus inversores. La empresa ha desarrollado instrumentación de metrología de silicio que permite el control de calidad de las obleas de chips en milisegundos, frente a sus competidores que lo hacen en minutos. Su tecnología permite acelerar la producción de chips en las foundries más avanzadas. La empresa participa en el nuevo IPCEI (Important Project of Common European Interest) de Microelectrónica y Tecnologías de la Comunicación de la UE, actualmente en fase de definición.
Otras compañías, como WIMMIC y Arquimea Research, están más enfocadas al diseño de sus propios circuitos integrados, pero con producción por terceros, como casas de diseño fabless. La primera, una spin-off de IUMA que cuenta ya con sedes en EE UU y Países Bajos, produce diseños de circuitos integrados de radio frecuencia y microondas. Arquimea, por su parte, es la empresa de C3 que más empleados tiene. Su centro de I+D está en Tenerife y está especializada en diseño de circuitos integrados resistentes a la radiación, una protección necesaria para el uso de chips en el sector aeroespacial. Esta compañía cuenta con sede en Madrid y oficinas en EE UU, Alemania y Malasia.
Las fortalezas económicas y tecnológicas de esta comunidad autónoma están siendo apoyadas por el Gobierno regional. La Agencia Canaria de Innovación, Investigación y Sociedad de la Información está finalizando el desarrollo de la Estrategia Canarychip que presentará en las próximas semanas, con la que pretende dar el impulso definitivo al sector de los semiconductores en las islas y profundizar en la diversificación de la economía en la Comunidad Autónoma.