Meliá y NH barajan nuevas ventas de hoteles para reducir la abultada deuda
Meliá se ha propuesto rebajar el pasivo en 250 millones este año. NH priorizará la contención de costes antes de afrontar otra desinversión.
Los dos años de parálisis del turismo por el coronavirus han sido una losa para aquellas compañías hoteleras a las que la crisis iniciada en marzo de 2020 les pilló endeudadas. Entre las cinco grandes hoteleras con actividad en España (Meliá, Barceló, NH, Iberostar y RIU), las grandes afectadas son Meliá y NH, mientras que Barceló, Iberostar y RIU cuentan con unas cifras de endeudamiento relativamente bajas en comparación a su resultado de explotación gracias a su buena posición de partida.
En ese contexto, Meliá y NH quieren continuar con su estrategia de reducción del endeudamiento en dos direcciones: reducir al mínimo la compra de hoteles en propiedad con la apuesta exclusiva por los regímenes de alquier, gestión o franquicia y acelerar la venta de los citados activos para obtener liquidez y reducir la deuda.
Desapalancamiento
Desde que arrancó la pandemia, la hotelera balear ha pasado de tener 43 hoteles en propiedad al cierre de 2019 (un 13,1% del total) a contar con 37 hoteles a 31 de junio de 2022 (un 11,2%). Ese último porcentaje es el más bajo de la historia de Meliá y refrenda la apuesta por una nueva estructura en la que los contratos que se firmen en el futuro para crecer sean solo de alquiler, gestión o franquicia. A ello también ha contribuido un incremento sin precedentes de la deuda del 124%, que pasó de 592,5 a 1.330 millones de euros.
La hotelera balear ultima la venta de otra cartera por un valor cercano a 200 millones
El consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer, ya avanzó en la última junta de accionistas sus planes en este sentido. “Hay que desplegar una estrategia financiera destinada a reducir la deuda financiera del grupo y retornar de manera progresiva a los excelentes niveles de apalancamiento previos a la pandemia, cuantificando dicha reducción de deuda para este ejercicio en, al menos, 250 millones”, aseguró. Un importe similar a los 204 millones logrados en 2021 con la operación de venta de ocho hoteles a un vehículo de inversión participado mayoritariamente por clientes institucionales de Bankinter, con un 85% del capital, seguidos por Meliá y la entidad financiera, con un 7,5% cada uno respectivamente.
Si la coyuntura no es tan propicia como en los últimos seis meses, la hotelera cuenta con una cartera inmobiliaria de 37 hoteles para poder ganar liquidez. Meliá ha encargado una nueva valoración de esos activos en el cuarto trimestre. La anterior, realizada por Jones Lang LaSalle a mediados de 2018, cifró el valor de los activos inmobiliarios en 4.386 millones, lo que supuso un alza del 23% respecto a la anterior estimación realizada en 2015.
Control de costes
NH también quiere seguir la estela de Meliá y se ha fijado como prioridad rebajar el apalancamiento, aunque a una velocidad menor que la hotelera balear, toda vez que su ritmo de endeudamiento era menor de partida y no se ha incrementado tanto en los dos últimos años. La compañía dirigida por Ramón Aragonés partió de una deuda de 179 millones al cierre de 2019 y acabó el primer semestre de 2022 con un pasivo de 463 millones. Pese a triplicarse se ha reducido de forma considerable en los seis meses transcurridos entre diciembre de 2021 y julio de 2022, con una reducción de 105 millones, “por la mejora de todos los márgenes ante el estricto control de costes”.
NH se deshizo de uno de sus activos icónicos en Barcelona por 125 millones de euros
A la contención del pasivo ya contribuyó la venta del Gran Hotel Calderón en 2021 por 125 millones, en una de las ventas más importantes de la compañía, solo por detrás de los 155 millones obtenidos por el hotel Barbizon de Amsterdam. En la actualidad, NH tiene abiertos 349 hoteles, de los que 71 (el 20,1%) son de su propiedad. Al igual que Meliá se trata del porcentaje más bajo de su historia y la compañía podría estar barajando nuevas operaciones, aunque por ahora no tiene ninguna encima de la mesa. El valor de los hoteles en propiedad escala a 2.100 millones de euros, lo que, según la firma, le aporta margen ante un posible deterioro de la coyuntura.
Barceló, Iberostar y RIU muestran músculo financiero
Pasivo. Frente a las estrecheces financieras de Meliá y NH, los otros tres grandes grupos hoteleros en España exhiben músculo financiero. Pese a que Barceló tan solo tiene el 16% de los 271 hoteles en propiedad, lo que le da escaso margen para ganar liquidez vendiendo patrimonio, cuenta con una posición de endeudamiento privilegiada, muy por debajo de la de sus rivales.
Compras. RIU dispone de un bajo nivel de endeudamiento y tiene en propiedad 84 de sus 99 hoteles, lo que supone un 84% del total, el porcentaje más alto entre las grandes hoteleras. Esa holgura financiera es la que le ha permitido acometer la mayor compra hotelera de su historia en plena pandemia, adquiriendo el 49% que tenía su socio alemán TUI en 19 hoteles por 670 millones de euros.
Expansión. La hotelera balear, propiedad de la familia Fluxá, tiene previsto abrir cinco hoteles en los próximos trimestres con el foco puesto en el Caribe. Los planes de Iberostar pasan por abrir otros dos hoteles en México y otros dos República Dominicana, donde ya cuenta con 11 y 7 establecimientos, respectivamente.