Los alimentos relevan a la energía y explican casi 2,5 puntos del IPC hasta agosto
La tasa subyacente aumenta tres décimas hasta el 6,4% interanual Madrid registra la menor tasa de precios con el 9,3% interanual
El último dato de inflación de agosto aportó como dato positivo una moderación de tres décimas hasta el 10,5% interanual, como consecuencia del abaratamiento que registraron los carburantes a lo largo del mes vacacional por antonomasia. Los precios de la gasolina y el gasóleo acumularon varios descensos en agosto, tras los niveles máximos de julio y ello ha tenido su reflejo en los datos conocidos. El dato definitivo publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha sido una décima más que el indicador adelantado conocido previamente de finales de agosto.
Contrariamente a lo que venía sucediendo en meses anteriores, en los que el componente energético, era el principal factor que explicaba el repunte de los precios afectados por las tensiones derivadas de la guerra en Ucrania, ahora el protagonismo lo toman los alimentos.
Este componente, que registró un incremento del 13,8%, tres décimas más que en julio, la tasa más elevada desde el comienzo de la serie, allá por enero de 1994, pasa a convertirse en el principal motivo de preocupación sobre la tendencia futura de la inflación. Las cifras del INE ponen de relieve como los alimentos han interiorizado las subidas de la energía de meses pasados, lo que puede ser el inicio de la plasmación de los efectos de segunda ronda.
En lo que va de año el IPC acumula una tasa del 6,1%, siendo la repercusión de los alimentos y bebidas no alcohólicas y alcohólicas de 2,432 puntos, lo que supone el 40%, que junto con la vivienda, con una aportación de 1,567 puntos y el transporte con 1,144 puntos, explicarían por sí solos más del 80% de la inflación acumulada en los 8 primeros meses del año.
Según el dato publicado por el INE, alimentos básicos y comunes que no faltan en la cesta de compra de un consumidor medio, han experimentado un incremento en el último año del 17%. Dentro de estos productos destaca el incremento del 39% de las harinas y otros cereales, el 30,3% las pastas alimenticias o el 26% la leche entera, deja a las claras como los alimentos se están convirtiendo en el principal componente que está tirando de los precios.
Subyacente
Respecto a la inflación subyacente, que excluye alimentos frescos y energía, el INE fija en el 6,4% interanual, tres décimas más que la registrada en julio y la más alta desde enero de 1993. El dato resulta preocupante ya que representa el denominado núcleo duro de los precios, es decir, el más estable y sin embargo sigue registrando incrementos continuos desde julio de 2021, mes en el que se situaba en el 0,6% interanual.
En tasa mensual, los precios de consumo subieron un 0,3% respecto a julio, mientras que el índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA, que permite hacer comparaciones con otros países europeos) se sitúa en el 10,5%, dos décimas inferior a la del mes anterior.
Comunidades
Por comunidades autónomas, la tasa anual del IPC disminuye en agosto en 13 comunidades autónomas, sobre todo en Castilla-La Mancha (-0,6 puntos, hasta el 12,6%), Asturias (-0,5 puntos, hasta el 10,6%) y Galicia (-0,5 puntos, hasta 11%); sube en Baleares (0,4 puntos hasta 10,7%) y Canarias (0,1 puntos, hasta 9,5%): y se mantiene en la Comunidad Valenciana (10,9%) y Extremadura (11,5%).
Solo Madrid, Canarias y la ciudad autónoma de Ceuta registraron en agosto una tasa interanual inferior al 10%, si bien la región madrileña fue la de menor nivel con un 9,3% interanual. La tasa mayo la registró Castilla-La Mancha con el 12,6%. Solo cuatro tuvieron una inflación inferior al 10%: Tenerife (8,9%), Madrid (9,3%), Barcelona (9,7%) y Ceuta (9,8%). En dos se superó el 13%: Toledo (13,3%) y León (13,1%).
La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) ha elevado su previsión para la tasa media anual de inflación desde el 8,9% hasta el 9,1% y espera que la tasa interanual en diciembre se sitúe en el 8,6%, frente al 7,9% estimado anteriormente. De acuerdo con el escenario central, para 2023 la tasa media anual alcanzaría el 4,8%, sin cambios con respecto a las previsiones anteriores, aunque ha elevado la subyacente hasta el 4,4%.
Funcas también ha planteado un escenario tensionado, en el que partede la hipótesis de que el precio del petróleo se mantendrá en el mismo nivel que en el escenario central, pero se supone un encarecimiento del gas que eleve el precio de la electricidad en un 20% con respecto alnivel actual. En este caso, las tasas medias anuales para 2022 y 2023 serían del 9,3% y el 6,1%, respectivamente.
En un escenario en el que el precio de la electricidad se modera en torno a un 20%, las tasas medias de inflación respectivas serían del 9% y del 3,6%.