_
_
_
_

El tope al precio del gas de la UE requiere precisión quirúrgica

Uno temporal y vinculado al mercado suena mejor que uno de duración incierta e impuesto por los políticos

Sede de la Comisión Europea, en Bruselas (Bélgica).
Sede de la Comisión Europea, en Bruselas (Bélgica).reuters

La crisis energética europea está llegando a su punto álgido. Ante la recesión y el malestar social, los ministros de la UE se reunirán el día 9 para debatir una “intervención de emergencia” sobre el aumento de los costes de la energía. El enfoque menos malo sería el que mantuviera el incentivo para que los ciudadanos reduzcan el uso de la energía.

Con los futuros del gas para entregar el mes que viene en el centro europeo TTF a unos cinco veces los niveles de 2021, los Estados de la UE ya han comprometido casi 300.000 millones para apoyar a los consumidores y rescatar a empresas energéticas como la francesa EDF y la alemana Uniper, sugiere un estudio de Bruegel. Países muy endeudados como Grecia ya gastan el 3,5% del PIB. Sin embargo, los analistas de JP Morgan consideran que la factura media anual de los europeos aún podría aumentar en 4.000 euros, muy por encima de los niveles actuales.

Por eso, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, quiere reducir los precios al consumo. La lógica es sólida: el actual sistema de precios marginales hace que el aumento del precio del gas eleve el coste de toda la electricidad, incluso si se genera con energías renovables. Sin embargo, hay formas mejores y peores de proceder.

El peor de los enfoques es un límite a los precios mayoristas del gas, como el que defiende Italia. La imposición de un tope paneuropeo por debajo de los niveles del mercado podría hacer que los productores vendieran el vital gas natural licuado a Asia a precios más altos. Precios más bajos del gas significan que los europeos consumirán más para la calefacción y la electricidad, inflando la demanda.

Otra idea, respaldada por Grecia, se centra más explícitamente en la electricidad al tratar de separar la fijación de precios de la generación renovable, más barata, de los combustibles fósiles, dividiendo así los dos mercados. Según sus partidarios, esto podría reducir los precios de la electricidad hasta un 50%. Sin embargo, este planteamiento reduciría de forma permanente los enormes beneficios de las generadoras de energías renovables, disminuyendo el incentivo para las inversiones en energía verde que Europa tanto necesita para liberarse de los combustibles fósiles.

Una solución intermedia a las ideas de Italia y Grecia ya existe en España y Portugal, donde los mercados energéticos están menos integrados con los vecinos de la UE. El tope ibérico se limita a la producción de electricidad por gas, lo que desincentiva el funcionamiento de las centrales eléctricas alimentadas con gas de alto precio. Sin embargo, aunque esto ha reducido un poco los precios locales de la electricidad, también ha aumentado la generación de energía a partir de gas en España en un 42%, ya que a los productores se les compensa mediante un impuesto separado para cubrir sus pérdidas.

La opción menos mala, propuesta por el grupo de expertos de la organización Proyecto de Ayuda a la Regulación, se inspira en los disyuntores que detienen el trading de acciones en momentos de excesiva volatilidad. Un mecanismo impone automáticamente un tope predeterminado a los precios de la energía cuando la diferencia entre sus costes y los precios del mercado es al menos el doble de los niveles normales. Sigue disuadiendo a las centrales eléctricas de gas de operar, pero reduce el margen de compensación al productor.

En última instancia, todos estos sistemas abaratan la energía, manteniendo la demanda de los consumidores e impulsando los ingresos de Rusia por el gas. Pero un mecanismo temporal vinculado al mercado suena mejor que uno de duración incierta impuesto por los políticos, y debería de animar mejor a los consumidores a reducir el consumo. Para la UE, llena de pánico, un enfoque quirúrgico es el camino menos malo.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Archivado En

_
_