Autónomos y empleados públicos se agolpan a las puertas de la jubilación
Cerca de medio millón de trabajadores por cuenta propia tienen 60 o más años (el 15%) y podrían jubilarse durante los próximos tres años
En España casi uno de cada tres asalariados (el 31,4%)tiene más de 50 años, según certifica la última Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al segundo trimestre de 2022. Es un porcentaje elevado pero que, sin embargo, es ligeramente inferior a la media de la Unión Europea, donde se eleva al 34%, según los datos de la EPA europea elaborada por Eurostat (ELFS con sus siglas en inglés). Según esto España ocuparía el puesto 15 de 34 en el ranking de plantillas más envejecidas de la UE.
Sin embargo, en el mercado laboral español hay dos colectivos que se agolpan a las puertas de la jubilación en mucho mayor medida que el resto. Se trata de los trabajadores autónomos y los empleados públicos, cuyos trabajadores en edades próximas a retirarse son el doble que sus colegas que trabajan por cuenta ajena o los que pertenecen a empresas del sector privado, respectivamente.
Los sindicatos del sector público llevan años quejándose del envejecimiento de las plantillas del sector. Las cifras oficiales que facilita el Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que mientras en el sector privado alrededor del 15% del total de sus asalariados está en el tramo de edad próximo a la jubilación (de 55 a 64 años), en el público se dobla este porcentaje, representando así casi el 30% de los empleados al servicio de las Administraciones.
Esta situación es aún peor en algunos segmentos de la Administración donde el envejecimiento sí crea un verdadero problema para la gestión. Es el caso, por ejemplo, de la Seguridad Social, donde el 66% de sus empleados tiene entre 55 y 64 años y se jubilará en lo que resta de década.
También es especialmente complicada la situación de la Administración General del Estado (sin incluir las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado y la Administración de Justicia) donde, según el último informe del propio Ministerio de Hacienda y Función Pública sobre el envejecimiento de las plantillas y su proyección a diez años, hecho en 2021, ya alertaba de que la situación era crítica. Así, para personal funcionario de carrera y laboral fijo, las proyecciones de tendencia a diez años “reflejan una pérdida masiva de efectivos, con el 59,64%de la plantilla actual jubilada (99.772 efectivos). Mientras que solo seguirán en activo 67.506 (40,36%), 57.076 efectivos de personal funcionario de carrera y 10.430 de personal laboral”, recoge el documento.
Y la situación no es mucho mejor en el resto del sector público. En las comunidades autónomas un 29% los empleados autonómicos tiene actualmente más de 55 años; y en los ayuntamientos este porcentaje es del 28%. Pero, después de la Seguridad Social, son empresas e instituciones públicas las que tienen más personal cerca del retiro: el 31% tiene más de 55 años.
Edades de jubilación
El otro gran colectivo más envejecido es el de los autónomos. Estos trabajadores tienden a jubilarse más tarde que el promedio del sistema. Concretamente a una edad media de 65,4 años frente a los 64,8 del sistema y apenas 62 de los empleados públicos del Régimen de Clases Pasivas, según las distintas fuentes consultadas.
Por ello, el análisis de la situación en el caso de los autónomos puede retrasarse incluso hasta los 60 años, con esta edad o más hay 471.800 autónomos, según la EPA, lo que representa el 15% del total de afiliados a este régimen de trabajadores por cuenta propia. Esto contrasta fuertemente la cantidad de asalariados del Régimen General que cuentan con 60 o más años, que es el 7,4%, prácticamente la mitad.
Si se observa grupo más amplio de edades, la diferencia entre asalariados y autónomos sigue siendo significativa. Así, entre los primeros hay un 32% de empleados con más de 50 años, en comparación con el 45% que representa este grupo en los trabajadores por cuenta propia, siempre con datos oficiales de la última EPA.
Precisamente, la asociación representativa de autónomos UPTA denunciaba este viernes la próxima jubilación de casi medio millón de autónomos en los próximos tres años. La situación es especialmente grave en el caso de la hostelería, más de 143.000 autónomos, el 31,29% de la afiliación, tienen entre 55 y 63 años, y sólo un 2,18% son menores de 25.
Sin relevo en las tiendas
En el comercio, se agrava aún más el panorama ya que los menores de 25 años no alcanzan ni siquiera el 2%, mientras que los mayores de 55 son el 34%, más de 143.000 personas, de las cuales más de 100.000 ya superan los 60 años.
Atendiendo a los escenarios de las comunidades autónomas, las cifras son más alarmantes en aquellas cuyo porcentaje de trabajadores autónomos entre 55 y 60 años supera el 34%, como es el caso de Aragón y País Vasco, incluso llega a superar el 35% en el caso de La Rioja y roza el 40% en Castilla y León.
En este contexto, el presidente de UPTA, Eduardo Abad, pedía este viernes que la reconversión natural que sufrirán estos sectores
en los próximos 5 años, “debe aprovecharse como una oportunidad”. En este sentido reclamó que la Estrategia Nacional de Impulso del Trabajo Autónomo (ENDITA), recientemente aprobada por el Gobierno, tiene que cambiar la estructura del colectivo “apostando por actividades que puedan aportar valor añadido, porque este país no puede sustentarse en abrir más bares y comercios”, indicó Abad.
Según este argumento, el presidente de UPTA rechazó las estrategias que están siguiendo algunas comunidades autónomas de ayudar al colectivo al pago de las cuotas a la Seguridad Social. En su opinión dichas bonificaciones “resultan injustificadas e innecesarias en este contexto” y son “populistas”; en su lugar, las ayudas deberían dirigirse a fomentar la digitalización, formación y competitividad de los negocios de los autónomos, señaló Abad.