El descuento al que cotiza la banca se duplica con las alertas de recesión y el nuevo impuesto
Sabadell ofrece la mayor rebaja, del 71%, pese a subir el 12% en 2022 El freno económico neutraliza la recuperación de comienzos de año
Los resultados del primer semestre, el fin a los tipos cero en la zona euro y la mejora del coste del riesgo se han convertido en los catalizadores para las subidas en Bolsa de la banca española. Pero a pesar de la recuperación, las entidades siguen ofreciendo sustanciales descuentos respecto a su valor en libros, una rebaja que oscila entre el 31% de CaixaBank y el 71% de Sabadell, lejos de los máximos registrados en los primeros meses del año, antes del inicio la guerra en Ucrania, pero ligeramente inferiores a los marcados en en los momentos más duros de 2020. Así, las alertas de recesión y el impacto del nuevo impuesto para combatir la inflación se comen parte de la recuperación que venía registrando el sector en Bolsa. Y el descuento al que cotizan llega a duplicar al del inicio del ejercicio.
Aunque la mejora del negocio operativo ha quedado de sobra demostrada, la apuesta por el sector bancario sigue siendo una opción solo apta para los inversores con mayor tolerancia al riesgo. Así lo cree Nuria Álvarez, analista de Renta 4, que considera que si bien las cotizaciones tienen margen para seguir recuperándose, aún es pronto para decir adiós a los descuentos, un mantra que se cierne sobre el sector desde estallido de la crisis financiera. A pesar de unos balances saneados y de las atractivas políticas de retribución al accionista, que combinan dividendo con recompras de acciones, la experta subraya que la incertidumbre es mayor ahora.
Con la economía dando señales de ralentización, la mejora experimentada por el negocio a nivel operativo podría revertirse. Pero a la espera de conocer cómo evolucionan los indicadores macroeconómicos, Álvarez cree que el rally experimentado por la banca podría tener un recorrido limitado, incluso pese a la mejora del riesgo de crédito. En junio el Gobierno extendió un año más el plazo de amortización de los créditos ICO concedidos tras el estallido de la pandemia. Por ahora, la banca redujo la mora en el pimer semestre.
A esto se suman las positivas guías de margen aportadas durante la presentación de resultados, unas previsiones que están apoyadas por una recuperación más rápida del euríbor a 12 meses. Después de que en abril el indicador al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España entrara en positivo, este se sitúa ya por encima del 1%. “Con el impacto del impuesto a la banca incluido, las cotizaciones no recogen el crecimiento previsto para el margen de intereses en 2023 por la repreciación de la cartera de crédito”, destaca Álvarez.
Javier Molina, portavoz en España de eToro, cree que si se atiende a las valoraciones, los bancos no están caros. El experto defiende que en un entorno de alza de tipos se van a ver favorecidos por la mejora del negocio, pero la duda es dónde está el punto de equilibrio. Es decir, cuánto deberán subir las tasas para que los bancos mejoren sus márgenes y la inflación vuelva al entorno del 2% sin que el endurecimiento de la política monetaria pase factura al crecimiento. Si tal y como auguran las principales casas de análisis la economía entra en recesión, la mejora del negocio derivada del aumento de los tipos se verá diluida por una contracción del crédito.
Impacto fiscal
Por si el panorama no resultara lo suficientemente incierto, ahora se suma el impuesto a los beneficios extraordinarios de la banca.Según las estimaciones efectuadas por Scope Rating, el gravamen que se aplicará de manera temporal sobre los resultados de 2022 y 2023 reducirá entre un 35% y un 55% los beneficios logrados con las subidas de tipos. Traducido en dinero contante y sonante, el impuesto tendrá un impacto el próximo año de 400 millones en CaixaBank, la entidad más perjudicada debido a la fuerte dependencia del mercado doméstico. Estas previsiones se sitúan en línea con las realizadas por Credit Suisse, que espera que durante los dos próximos años abone 800 millones. Aunque CaixaBank sube un 25% en el año, está lejos de acabar con el descuento. Este alcanza el 31%, mucho menor que el 66% que marcó en 2020. Está a distancia, eso sí, del 19% de comienzos de año, niveles que no se veían desde noviembre de 2019, antes de la crisis del Covid.
Un escalón por debajo se sitúa Santander. El próximo año la entidad que preside Ana Botín tendría que hacer frente al pago de 300 millones. Los expertos de Credit Suisse elevan la cifra a los 600 millones en los próximos dos ejercicios. Santander, que en los primeros meses del año llegó a registrar rentabilidades positivas en Bolsa, cede a día de hoy un 10,5%, comportamiento que le deja con un descuento del 50%. Antes de la invasión de Ucrania el tirón de las firmas cíclicas al calor de la recuperación le llevó a reducir el descuento al 33%, cerca del 30% de la recta final de 2021, cotas vistas dos años antes.
BBVA, para la que Scope Rating cifra el impacto del impuesto en los 250 millones en 2023, no escapa a las pérdidas. En los ocho primeros meses del año, la entidad retrocede un 8,8% en Bolsa. En su caso el descuento que ofrece se modera al 33%, superior al 13% que llegó a tocar a finales de 2021, mínimos de 2018.
Bankinter, Sabadell y Unicaja son la cara y cruz. Como viene una constante en los últimos años, Bankinter es el banco que ofrece menos descuentos sobre valor en libros. Con una subida del 11% en el año, la entidad está a punto de dejar atrás los descuentos. En las primeras semanas del año llegó incluso a cotizar con una prima del 10%. Aunque Sabadell y Unicaja suben en Bolsa este año un 12% y un 1,7%, el descuento alcanza el 71% y 60%.