Opciones para el ahorro conservador con el despegue de los tipos
El cambio de rumbo de la política monetaria ya se nota en las rentabilidades de algunas cuentas y depósitos, aunque se prevé una mejora progresiva por el exceso de liquidez Varios bancos apuestan por la comercialización de fondos de renta fija, en un momento en el que los expertos ven oportunidades en los bonos soberanos
La subida de los tipos de interés en la zona euro ya es una realidad. El Banco Central Europeo (BCE) ha elevado las tasas rectoras, sorprendiendo además con un aumento mayor al previsto, de 50 puntos básicos, hasta el 0,5%, para combatir una inflación preocupante. A partir de ahora, el ritmo de subidas es incierto y dependerá de la evolución de la coyuntura. Pero esto es solo el principio de un cambio de rumbo en la política monetaria tras muchos años de intereses oficiales al 0% que tumbaron las rentabilidades del ahorro conservador. Con la reactivación de los tipos, hay mejores noticias para los perfiles alérgicos al riesgo.
El escenario es muy distinto y desde hace semanas se ven remuneraciones más atractivas en las cuentas y, sobre todo, en los depósitos. De momento, son pocas las entidades nacionales que se han lanzado a luchar por el pasivo después de largo tiempo tratando de ahuyentarlo. La gran banca no ha entrado aún en liza, pero los expertos no descartan una oferta que rompa el mercado en cualquier momento y fuerce a la competencia a dar mayores retornos. En todo caso, las mejoras serían paulatinas conforme se vaya elevando la facilidad de depósito, que es la tasa que pagan los bancos por tener aparcado el dinero en el BCE y que ha estado en el mínimo histórico del -0,5% desde 2019. Este jueves subió de golpe al 0%.
La inflación y los tipos aún bajos seguirán arrojando intereses reales negativos
Algunos bancos están aprovechando el fin de los tipos negativos para canalizar el ahorro hacia los fondos de renta fija, donde los analistas empiezan a ver oportunidades ante unas valoraciones más jugosas. Los gestores coinciden en que es un buen momento para crear una cartera de renta fija, con unos precios que habrían tocado fondo y unas rentabilidades más elevadas. Ignasi Viladesau, director de inversiones de MyInvestor, señala que lo interesante para el inversor conservador está “solo en algunos sectores y para determinados horizontes temporales”. Para Juan Gómez Bada, director de inversiones y asesor de Avantage Fund, “ha llegado el momento de volver a confiar en fondos monetarios con duraciones inferiores a seis meses, donde se obtendrán mejores rendimientos que en cuentas o depósitos”.
Todo sin perder de vista una inflación desbocada (del 8,6% en la zona euro) que merma el poder adquisitivo. “Esperamos que los tipos reales, descontando la inflación, sigan siendo negativos durante mucho tiempo”, apunta Gómez Bada. El consenso prevé alzas de tipos para reconducir la inflación hasta una tasa del 2% a medio plazo, aunque supongan un lastre para el crecimiento económico. “Se avecinan nuevas subidas, probablemente en tramos de 50 puntos básicos”, aventura Paul Diggle , de abrdn. “Las subidas del BCE seguirán siendo inferiores a las de otros bancos centrales”, opina Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro. Se espera que los tipos lleguen al 2% en 2023. A partir de ahí, hay quien ya pronostica recortes. “El mercado está descontando un largo periodo con tipos cercanos al máximo. Sin embargo, históricamente, el periodo entre la última subida y la primera bajada ha sido de unos siete meses”, apuntan en ING.
El mercado descuenta que las tasas rectoras del BCE lleguen al entorno del 2% a mediados de 2023
De momento, la normalización monetaria acaba de empezar y la liquidez en el sistema financiero todavía es abundante. En nada se parece la situación a la de 2008 y 2012, cuando los mercados mayoristas de financiación se cerraron a cal y canto y las entidades españoles tuvieron que recurrir al pasivo de los particulares para equilibrar sus balances. Entonces, la banca llegó a pagar remuneraciones cercanas al 5%. Hoy, los tipos medios siguen cercanos al 0% y la mayoría de expertos coincide en que el traslado del incremento de los tipos a las rentabilidades del ahorro será más bien progresivo, debido al exceso de liquidez, con excepciones.
Enrique Lluva, subdirector de renta fija de Imantia Capital, destaca que el alza de tipos se nota más en el valor de los activos de renta fija que en los depósitos. “Valga como ejemplo que nuestras carteras de corto plazo tenían en octubre de 2021 una tasa de rentabilidad del 0,30% y ahora superan el 2%, y eso es lo que disfrutarán los ahorradores invertidos en vehículos de inversión de ahora hacia delante. En los depósitos es otro cantar. Las entidades financieras siguen poseyendo cantidades muy significativas de liquidez procedentes del ahorro de sus depositantes y de las inyecciones millonarias del BCE todavía en vigor y pendientes de amortizar (TLTRO). Por tanto, la velocidad de su repreciación irá más ligada al movimiento efectivo de los tipos”, asegura.
En M&G Investments sostienen que “el mejor posicionamiento es mantener una cartera diversificada en diferentes clases de activos, incluida la renta variable, la renta fija, commodities y activos reales”.