El comité europeo de IAG urge diálogo social para evitar "una tormenta perfecta"
Los sindicatos mayoritarios CC OO y UGT critican la “falta de voluntad” de la compañía y advierten de una posible judicialización
Los sindicatos españoles CC OO y UGT han afeado esta mañana la conducta de IAG. Como principales miembros del comité de empresa europeo, critican la “falta de voluntad” del holding de aerolíneas “para cumplir con sus obligaciones de información y consulta en los términos establecidos por la Directiva Europea 2009/38/CE sobre comités de empresa europeos y por el acuerdo de constitución del Comité de Empresa Europeo de IAG”, se puede leer en un comunicado conjunto.
Las secciones de Vuelo de ambas centrales hablan de riesgo de una “confrontación estéril” que sólo puede dar como fruto “un indeseado clima de descontento entre los trabajadores”. Los representantes de la plantilla en toda Europa recuerdan que IAG, como buena parte del sector aéreo europeo, atraviesa dificultades para dar respuesta a su programación ante la falta de efectivos tras la pandemia. “Nos encontramos a las puertas de la tormenta perfecta que pudiera tener un impacto aún mayor en las operaciones diarias del grupo IAG”, aseveran CC OO y UGT.
Y advierten de una posible judicialización “si el desencuentro sigue escalando”. De momento, no se habla de amenaza de huelgas en un grupo en que las relaciones laborales son encauzadas a través de sus aerolíneas y apenas se ha buscado una estrategia sindical global ante las diferencias entre sus compañías y mercados.
Desde el punto de vista de los sindicatos, el distanciamiento se puede evitar y, con ello, encauzar la esperada recuperación del negocio tras dos años de duras pérdidas. IAG siguió en números rojos en el primer trimestre (787 millones) y su consejero delegado, Luis Gallego, espera la vuelta del beneficio operativo desde el segundo trimestre. El primer ejecutivo es reconocido dentro y fuera de la empresa por su habilidad para el diálogo social tras conquistar la paz social en Iberia después de duras medidas de ajuste en 2012. Gallego también ha tenido que lidiar, ya desde IAG, con medidas restrictivas en British Airways y los ajustes motivados por la crisis sanitaria.
El holding que agrupa a British Airways, Iberia, Aer Lingus, Vueling y Level tiene serias dificultades para reclutar personal en Reino Unido para la citada British. Allí no existió el mecanismo de los ERTE y la compañía aérea despidió a una cuarta parte de la plantilla en 2020, unos 10.000 trabajadores. La normativa laboral británica dificulta las contrataciones con largos trámites burocráticos. También pesan en contra de IAG las limitaciones de capacidad en aeropuertos como Heathrow, donde hay carencia de personal de servicios en tierra y se ha decidido fijar la capacidad diaria a un máximo de 100.000 viajeros.
Mayoría española
El sindicato europeo de IAG fue montado en 2016 con el espíritu de representar a los más de 60.000 empleados entre pilotos, asistentes en vuelo y personal de tierra de las distintas aerolíneas. El colectivo nació con el impulso de sindicatos españoles como UGT, CC OO y Sepla, y el de los británicos Unite y Balpa. Otras referencias del sector aéreo, como Air France-KLM, Lufthansa y Easyjet, ya contaban con este órgano sindical supranacional.
Ha sido tras el Bréxit, en mayo de este año, cuando CC OO y UGT han tomado mayoría en el comité europeo de IAG una vez que fueron vetados los sindicatos británicos. En el comité también se sientan representantes de los empleados en Irlanda, Francia o Bélgica, pero los españoles copan el 76% de un comité con mandato hasta mediados de 2025.
IAG informa al comité europeo cuando sus decisiones afectan al 50% de los empleados en un país o a los trabajadores de dos o más países de la UE. También ha de estar familiarizado con lo que afecta al conjunto de empresas de IAG, especialmente acerca de la evolución y perspectivas del holding. Su creación ya respondió a la dificultad de los sindicatos para acceder a información más allá de la aerolínea en la que tenían representación.
En 2021 la empresa mantuvo un encuentro con el comité de empresa europeo y 11 con el comité restringido. La normativa obliga a las empresas a cotejar el criterio del comité europeo con suficiente antelación para ser tenido en cuenta en las decisiones citadas, entre ellas el cierre de negocios o traslados de centros de trabajo.