Los grandes analistas ya disparan la inflación media de 2022 por encima del 8%
CaixaBank Research rebaja su estimación de alza de PIB al 4,2% Funcas estima que el IPC mantendrá en verano subidas por encima del 10%
Menos PIB y más inflación. Los presagios vienen repitiéndose desde hace ya casi un año, cuando se inició una escalada de los precios energéticos que ha cogido velocidad de crucero tras la invasión rusa de Ucrania. Poco a poco, sin embargo, los malos augurios van tomando forma y materializándose en unas previsiones económicas que sitúan el crecimiento del producto interior bruto en cotas más bajas de las inicialmente proyectadas –en torno al 4% en 2022– y que disparan el índice de precios de consumo (IPC) hasta niveles medios muy elevados, que oscilan entre el 8% y el 9% para todo el ejercicio.
Así lo estima al menos CaixaBank Research, que presenta este jueves sus previsiones económicas. El servicio de estudios de la entidad bancaria, en concreto, sitúa el alza del PIB en 2022 en el 4,2%, para caer al 2,4% un año después. En paralelo, prevé que el IPC escale hasta el 8% este ejercicio, para reducirse al 2,6% el siguiente.
La economía española, explica la entidad, mantiene un buen ritmo de avance pese al contexto adverso, “impulsada por el consumo de los hogares y el turismo”. Sin embargo, el shock inflacionista está siendo más intenso y persistente, ensombreciendo las perspectivas a medio plazo. Así, detallan desde CaixaBank, “revisamos a la baja la previsión de crecimiento del PIB para 2023, y al alza las de inflación tanto en 2022 como en 2023”.
En cuanto al PIB, la inflación y el endurecimiento de las condiciones financieras han llevado a una revisión a la baja del crecimiento en 2023 de 1,4 puntos porcentuales desde el 3,8% inicial, “de forma que el PIB recuperaría los niveles prepandemia en la segunda mitad de 2023”.
En cuanto a la inflación, “para el año 2022 esperamos subidas más elevadas en los precios de alimentos, bienes industriales y servicios, empujados por los efectos indirectos de la inflación energética, el auge de la demanda turística y un impacto de los cuellos de botella más persistente”. En consecuencia, las previsiones para el IPC escalan 1,2 puntos, desde el 6,8%. En 2023, aunque los niveles se moderarán, “la revisión es sustancial y prevemos una inflación media en el año del 2,6% (1,1% anteriormente) debido a una dinámica inflacionista de alimentos y componentes núcleo (servicios y bienes industriales) más persistente”.
La tendencia de alza de precios será más acusada todavía, según estima la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), que prevé una inflación por encima del 10% en España tanto en julio como en agosto, después de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmase ayer el avance del 10,2% anual en el mes de junio. En consecuencia, el IPC medio cerraría el año 2022 en el 8,9%, para caer al 4,8% en 2023.
Según prevén en Funcas, tras las subidas a doble dígito, el IPC se moverá entre septiembre y diciembre de 2022 entre el 9,6% y el 7,9%. Todavía en 2023, los avances interanuales seguirán por encima del 7% en los dos primeros meses del año, empezando a bajar de la frontera del 5% en la mitad del ejercicio.
La fuerte subida de los precios, prevén en la Fundación de las Cajas de Ahorros, impactará por ello en la inflación subyacente, que no tiene en cuenta los elementos más volátiles de la cesta de la compra, como los alimentos frescos o la energía. Según estas proyecciones, el IPC subyacente –que en junio se situó en el 5,5%– seguirá su escalada hasta tocar techo en agosto, situándose en el 6,2%. Por ello, la media del año cerrará en el 5%. En 2023, por su parte, el nivel medio se situará en el 3,8%.
Dentro de las previsiones de Funcas, los mayores repuntes dentro del IPC se registrarán en los productos energéticos, que cerrarán el año 2022 con un avance anual del 34%. Los alimentos no elaborados lo harán con una subida del 10,9% y la comida elaborada, con una del 9,6%. En 2023, dentro de las partidas analizadas, las mayores subidas en el conjunto del año se darán, de nuevo, en los productos energéticos (8,9%) y en los alimentos no elaborados (7,9%).
Pese a todo, las previsiones para la economía española a corto plazo son menos desfavorables que las que se esperan en otros países, principalmente gracias al incremento en el consumo de los hogares, al turismo, a los fondos de recuperación de la Unión Europea y a la menor exposición comercial a las consecuencias de la guerra de Ucrania. Así lo cree al menos EsadeEcPol, que presentó ayer su informe económico y financiero.
El director de la entidad, Toni Roldán, explicó que las medidas impulsadas para mitigar la escalada de precios son “un tanto cortoplacistas o cosméticas, por lo que no creo que cambien mucho la evolución de la inflación”. En paralelo, las que pretenden estimular la demanda son “relativamente pequeñas”, por lo que “no creo que resulten muy efectivas”. Los expertos de EsadeEcPol, como viene instando la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), reclamaron concretar un plan de consolidación fiscal creíble a medio plazo para evitar un aumento del déficit y la deuda públicas.
Estanflación
La estanflación, un periodo de tiempo prolongado marcado por un bajo crecimiento económico y por unas tasas altas de inflación, es un “escenario que no se puede descartar”, según explica EsadeEcPol en su informe. Con todo, matiza también que la situación actual no puede igualarse a la de la década de 1970, cuando esta distorsión se produjo por última vez. Para evitarla, los expertos piden controlar la inflación.
Por el momento, la “contundente actuación a mediados de junio” de la Reserva Federal y otros bancos centrales con la subida inicial de los tipos parece haber priorizado ese control, “incluso aceptando el riesgo de un freno repentino en la actividad económica”.
Vivienda
Según prevé CaixaBank Research, la subida significativa de los precios de la vivienda en el primer trimestre (8,5% interanual según el INE), y que previsiblemente continuará en el segundo, podría estabilizarse a partir de la segunda mitad del año debido a que los factores que han estimulado la demanda irán perdiendo impulso. Así, para 2023 “hemos revisado a la baja el crecimiento previsto del 3,2% interanual al 2,2%”. También prevé una relajación de los precios en los próximos años S&P Global Ratings: “Pronosticamos que los aumentos de precios de la vivienda en los 11 principales mercados recogidos en nuestra encuesta”, entre los que se incluye España, “se desacelerarán y pasarán del 10% de crecimiento registrado en 2021 al 5% este año y al 3% en 2023”.