Préstamos a largo plazo y tipo fijo, esa quimera existe
El fondo de titulización de las sociedades de avales cumple un año Aquisgrán financia a pequeños negocios con bonos del ICO
Los más pesimistas esperan un armagedón financiero en julio. Hay razones para el desaliento. A finales de este mes vence la moratoria concursal y se agota el plazo para que las empresas afectadas por la pandemia puedan acogerse a las líneas de apoyo gestionadas por la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) y Cofides. Además, un tercio de los préstamos avalados por el ICO (Instituto de Crédito Oficial) empezarán a devolver el principal al haber finalizado su periodo de carencia.
Pero a las pymes con dificultades para obtener financiación todavía les queda una puerta por tocar: las sociedades de garantías recíprocas (SGR), entidades sin fines de lucro supervisadas por el Banco de España que avalan préstamos a cambio de que el beneficiario invierta en su capital entre el 2% y el 4% del importe cubierto.
Con el respaldo de comunidades autónomas, diputaciones, cámaras de comercio y algunos bancos, que participan en su accionariado en calidad de socios protectores, las SGR llevan más de 40 años operando. En 2021 firmaron 26.041 garantías por 1.960 millones de euros, un 28% menos que en 2020, según las últimas estadísticas de Cesgar, la asociación que agrupa a las 18 SGR existentes.
Hace cuatro años, 15 de las 18 SGR decidieron dar un paso más y crear un instrumento que facilitase a las pymes el acceso al mercado de capitales, de manera que pudiesen diversificar sus fuentes de financiación y depender menos de la banca.
Después de varios estudios, en 2018 decidieron apostar por la titulización de activos, una fórmula que en España está regulada desde mayo de 1998 y que consiste en la emisión de bonos respaldados por una cartera de activos no negociables o poco líquidos (préstamos).
Para llevar a la práctica su idea, constituyeron Aquisgrán, la sociedad responsable de gestionar el fondo de titulización. La entidad, cuyo nombre alude a la antigua capital del imperio carolingio, vende todos los meses bonos a largo plazo en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF), donde cotizan títulos de deuda emitidos por empresas pequeñas que no tienen acceso al AIAF, el de referencia para las grandes corporaciones.
En el MARF, el ICO, que colabora con el proyecto, compra los cupones de Aquisgrán con la garantía del Fondo Europeo de Inversiones (FEI).
El dinero recaudado de esta forma es invertido por la sociedad en préstamos avalados por las SGR que las pymes pueden devolver a plazos bastante más largos que los normalmente exigidos por la banca, de cuatro a diez años, a los que, si la operación lo justifica, se puede añadir un periodo de carencia de hasta dos años.
La otra gran ventaja para las empresas beneficiarias es que, gracias a que el dinero procede de la venta de títulos de renta fija, los préstamos son también a tipo fijo. El director general de Aquisgrán, Eusebio Martín, destaca que esta característica es especialmente valiosa ahora que la Reserva Federal de EE UU ha subido el precio del dinero para contener el alza de la inflación y que el Banco Central Europeo se dispone a hacer lo propio en julio.
“El euríbor, que se mantuvo en negativo en los últimos cuatro años, está hoy a 0,80%. Esa subida, a nuestros prestatarios, no les afecta”, subraya.
Primeros resultados
Aunque el vehículo se formalizó en 2018, no concedió su primer préstamo hasta junio de 2021, por lo que en términos operativos acaba de cumplir su primer aniversario. En este primer ejercicio, Aquisgrán ha financiado a 727 pymes y autónomos con 48 millones de euros.
El importe medio de las operaciones es de 70.000 euros, algo más bajo que el de las SGR (80.000 euros) debido a que el peso de los emprendedores en su cartera es mayor que en el de sus patronos.
En sus primeros 12 meses, la entidad ha firmado 727 operaciones por 48 millones
Con respecto al tipo de interés nominal que cobran, Martín indica que subirá en julio al 2,80% desde el 1,60% al que empezaron hace un año debido al incremento del coste de la deuda pública española, al que está referenciado. “Aun así es mucho más interesante para una pyme porque sabe con seguridad lo que va a pagar durante los próximos cuatro, cinco o seis años”, insiste.
Las cifras
26.041 avales por un valor de 1.960 millones de euros concedieron las sociedades de garantía recíproca (SGR) en 2021.
6.640 millones de euros es el riesgo vivo, es decir, la deuda pendiente de cobrar por parte de las SGR, a diciembre de 2021.
86% del saldo vivo está en manos de empresas con menos de 50 trabajadores. En el accionariado de las SGR había al cierre del último ejercicio 163.342 pymes.
Para acceder a los recursos, las empresas deben acreditar que no han registrado pérdidas continuadas ni fondos propios negativos. “Lo importante es que la compañía o el autónomo tenga un negocio viable que le permita repagar la deuda”, enfatiza.
La mora de la cartera es inferior al 1%, muy por debajo de la media del sistema financiero, que se sitúa en el 4,8%. “Todos los meses emitimos 700 recibos y todos los meses 700 pymes nos pagan. Menos del 1% ha fallado y estamos negociando con ellos. De ahí se recuperará casi todo. Los clientes que nos traen las SGR son de muy buena calidad, estamos muy contentos”, expresó.
Estructura
Aquisgrán va agrupando los préstamos que concede en un fondo de titulización. Esta estructura permite que cada bono esté respaldado por una cartera de activos y que el riesgo de impago se transfiera a los bonistas. De momento, el único es el ICO, pero el objetivo es que más adelante, cuando la iniciativa acumule cierto recorrido, atraiga a inversores privados. “Es un producto típico para fondos de pensiones”, apunta.
Los comentarios que han recibido de las gestoras de estos fondos han sido positivos, según Martín, sin embargo, estos les han trasladado que no pueden asumir el riesgo de invertir en algo nuevo hasta que comprueben que funciona bien.
“Nos pidieron que volviéramos cuando tuviéramos un poco de trayectoria”, puntualiza. De ahí que el apoyo del ICO haya sido fundamental para que la iniciativa arranque y madure.
Compromiso del ICO
La participación de la institución se enmarca en su política de impulso al crecimiento y la competitividad de las pymes españolas.
“Aquisgrán pone a disposición de las empresas de menor tamaño una vía de financiación complementaria que les permite diversificar las fuentes de las que obtienen los recursos para realizar sus proyectos y afianzar un modelo de crecimiento más robusto. El balance del primer año de actividad de esta iniciativa pionera en Europa es positivo”, resalta José Carlos García de Quevedo, presidente del ICO.
El ICO movilizará a través de Aquisgrán 150 millones de euros
La entidad se ha comprometido a comprar bonos del fondo hasta alcanzar los 150 millones de euros, por lo que al ritmo actual, los recursos podrían agotarse hacia finales de 2023. Cuando se acerque ese día, la sociedad buscará la manera de lanzar una segunda edición, ya sea creando un fondo de titulización nuevo o ampliando el actual.
El inminente fin de las ayudas del Estado pondrá a prueba el grado de recuperación de las compañías. “Es posible que muchas no hayan tenido tiempo suficiente para generar la liquidez necesaria para empezar a pagar esos préstamos”, observa Martín. Por eso, prevé que en los próximos meses se repetirá un repunte de la mora y una restricción del crédito bancario similar a las que se vivieron en 2011.
En este contexto, sostiene, “entidades como las SGR y Aquisgrán son más útiles que nunca” porque son “más receptivas y empáticas con la problemática de las pymes que los bancos”.
Rating, apoyo al autoconsumo y un testimonio
Rating. A fin de construir el historial de confianza que necesitan los fondos de pensiones para invertir en el proyecto, las SGR se han preocupado de que la cartera de Aquisgrán sea evaluada desde el inicio por dos agencias de calificación crediticia: Moody’s, que en su primera revisión le ha dado un rating de A1 (riesgo bajo), y Axesor, que le ha asignado una AA- (alta capacidad de pago incluso en condiciones adversas).
Paneles solares. El 30% de los 727 préstamos concedidos por Aquisgrán se han destinado a inversiones y el resto a liquidez. Entre las primeras destaca la instalación de paneles solares en los tejados de empresas que, de esta forma, buscan reducir sus costes energéticos, una línea que el fondo se ha propuesto apoyar especialmente, dada la coyuntura de alza de la electricidad.
Prioridad. “Llevamos unas 15 operaciones de autoconsumo, pero prevemos hacer unas 500 o 600 como mínimo en los próximos dos años. Esa es nuestra prioridad: que ninguna pyme que quiera pasarse al autoconsumo se quede sin hacerlo por falta de financiación”, señala Eusebio Martín, director general del fondo. El importe medio de estos préstamos es de 100.000 euros.
Emprendedora. Arantxa Prado, campeona nacional de crossfit, es una de las beneficiarias de Aquisgrán. En agosto de 2021, ella y sus dos socios obtuvieron un préstamo a 9 años más uno de carencia y a tipo fijo del 1,6% para abrir su segundo centro de entrenamiento en A Coruña, de 1.000 metros cuadrados. “El trámite es parecido al de cualquier entidad bancaria, pero con esas condiciones tan ventajosas no habríamos conseguido el importe que necesitábamos”, asegura.