El panorama del ahorro en renta fija a corto plazo es desolador. Tan solo un plan de pensiones, BBVA Plan Mercado Monetario, evita los números rojos este año y lo hace por la mínima, un 0,20%, frente a la caída del 3,31% de media de la categoría. El siguiente en la clasificación, PSN Renta Fija Confianza, retrocede en el periodo un 28%.
Si alargamos un poco el plazo y analizamos los resultados a los tres años, tampoco hay mucha mejoría, ya que, de media, la caída de los planes de pensiones de deuda es del 3,02%. No obstante, del total de planes analizados, seis estrategias ofrecen rentabilidad positiva, destacando dos vehículos: Ibercaja de Pensiones Horizonte 2028 (3,94%) e Ibercaja de Pensiones Horizonte 2024 (1,34%). Pero también estos dos presentan pérdidas importantes en lo que llevamos de ejercicio 2022.
Hasta el año 2021 la evolución negativa de este tipo de productos se explicaba por las bajas rentabilidades que ofrecía la inversión en activos de renta fija. “La deuda pública ofrecía retornos negativos, con la excepción de los plazos más largos, y la inversión en renta fija corporativa de calidad daba rentabilidades casi nulas”, analizan desde Caser.
Los tipos de interés también les perjudican a tres años
Pero ¿y qué está pasando este año 2022? Tiene que ver con que el mercado ya ha descontado como inevitable una subida de los tipos de interés por parte de los bancos centrales para intentar controlar la inflación. “Dado que el precio de la renta fija funciona en sentido contrario a los tipos de interés, el efecto está siendo un ajuste en las valoraciones de estos activos”, explica José Luis Manrique, director de estudios y estadísticas del Observatorio Inverco, quien apunta que este movimiento está perjudicando a los planes de pensiones con mayor exposición a bonos. “Tuvo su contrapunto hace unos años, cuando los tipos de interés experimentaron bajadas, lo que produjo rendimientos en las carteras que en algún caso fueron muy positivos”, recuerda.
Para Jesús Pérez, profesor del IEB (Instituto de Estudios Bursátiles), también tiene que ver la obligación de que estén manejados por gestoras locales, por lo que “son vehículos donde no existe la competencia de entidades internacionales, tal como ocurre con los fondos de inversión, por lo que se genera una zona de confort para las gestoras”.
¿Y qué puede hacer el partícipe ante los actuales números rojos? “Se hace necesario que el ahorrador entienda que la renta fija también puede ser variable, por lo que puede estar expuesto a pérdidas momentáneas, aunque con un plazo de ahorro/inversión suficientemente largo, dichas pérdidas se compensarán con los movimientos al alza, generando a largo plazo rendimientos positivos”, argumenta el experto del Observatorio Inverco.
Pero si hablamos de entrar de nuevo en un plan de deuda, “ciertamente ahora hay oportunidades que hace cinco meses no había”, observa Pérez, “pero no sabemos hasta dónde van a subir los tipos de interés, y cualquier alza afecta más a los bonos de largo vencimiento que a los de corto, por lo que si hemos de invertir en renta fija, que sea de corto plazo”.