El gas se dispara 22% tras la decisión de Finlandia de unirse a la OTAN y la interrupción de flujos
Suecia podría seguir los pasos de su vecino en los próximos días
Las alertas se dispararon este jueves en el mercado energético europeo, luego de que los principales líderes de Finlandia anunciaran que su país solicitará incorporarse a la OTAN en los próximos días. El Kremlin, que ya había amenazado con tomar represalias en caso se consolide la adhesión, ha asegurado que el país nórdico “violaría obligaciones internacionales” si decide dar este paso. En este contexto, los precios del gas natural en Europa se han llegado a disparar más de un 22% en el mercado neerlandés, que es el referente europeo, y han llegado a sobrepasar los 114 euros/mwh, impulsados también por la interrupción de los envíos rusos por los territorios ocupados. El precio ahora se sitúa alrededor de los 104 euros/mwh.
El presidente, Sauli Niinistö, y la primera ministra, Sanna Marin, indicaron que esta decisión fortalecerá a la alianza en medio de la tensión geopolítica con Rusia tras la invasión a Ucrania. “Esperamos que los pasos nacionales que aún se necesitan para tomar esta decisión se tomen rápidamente en los próximos días”, aseguraron Niinistö y Marin. Cuando se le preguntó el miércoles cuál sería su mensaje a Rusia, Niinistö sentenció: “Mi respuesta sería: tú provocaste esto. Mira al espejo." La decisión aún tiene que ser refrendada por sus aliados de coalición el domingo, aunque se espera que haya unanimidad entre las fuerzas políticas.
Moscú ha manifestado su descontento tras el anuncio: “La adhesión a la OTAN supondrá violaciones directas de las obligaciones jurídicas internacionales por parte de Finlandia, en primer lugar del Tratado de Paz de París de 1947, que estipula obligaciones de no unirse o participar en alianzas dirigidas a cualquiera de los participantes, así como del Tratado de Paz de 1992 Tratado Rusia-Finlandia sobre cooperación bilateral", ha asegurado su ministro de relaciones exteriores en un comunicado.
El miércoles, el Kremlin publicó una lista de 31 empresas extranjeras energéticas sancionadas. En este contexto, Gazprom cortó ayer el suministro de gas a Europa a través del gasoducto Yamal, que cruza Polonia, después de imponer sanciones contra la propietaria polaca de ese tramo, EuRoPol GAZ. La empresa rusa atribuyó la medida a la oposición de los polacos a adoptar el sistema de pago en rublos que quiere imponer.
Asimismo, el ministro de Economía de Alemania acusó a Rusia de utilizar el gas como arma, después de que Gazprom cortara los flujos hacia algunas de sus subsidiarias en el país germano que ahora se encuentran bajo el control de Berlín. Entre ellas están el depósito de gas más grande de Alemania, en Rehden, así como Wingas, un comerciante que abastece a la industria y los distribuidores.
Asimismo, la empresa nacional de gas ucraniana, Naftogas, ha comunicado ayer que "no se hace responsable" del transporte de gas a través de la parte de su territorio ocupada por las fuerzas militares rusas. El operador, que transporta alrededor de un tercio del gas del país euroasiático hacia Europa, ha asegurado en un nota de prensa que ya ha informado a Gazprom de esta decisión, argumentando que las condiciones de la guerra hacen "imposible continuar con la transmisión de gas" y ofreciendo transportarlas a través de las instalaciones que se encuentran en zonas bajo dominio ucraniano. Según los ucranianos, Gazprom ha rechazado este jueves las ofertas de redirigir los flujos.
De media, los depósitos europeos de gas están llenos al 37,6%, según información de Gas Infrastructure Europe. No obstante, a pesar de que las autoridades europeas han asegurado que estas reservas son suficientes, los especialistas temen que una escalada en conflicto con el Kremlin en el campo energético ocasione un desabastecimiento a mediano plazo. Los flujos a través de Ucrania podrían caer más de un 27% el jueves con respecto al día anterior, y tocar el nivel más bajo desde fines de abril, según muestran los datos de la red. Esto podría afectar una ruta clave de tránsito de gas que cruza Eslovaquia y Austria.
Gazprom ha respondido que no podía desviar todos los suministros a otro punto de entrada debido a cómo funciona actualmente su sistema. Si bien las reservas europeas han sido reabastecidas y el clima más cálido contribuye al ahorro energético, los operadores temen que esta situación sea el preámbulo de una crisis de suministro.