¿En qué se ha gastado la banca española la lluvia de liquidez concedida por el BCE?
Un informe del Banco de España concluye que se cumplió ampliamente el objetivo de dar crédito, con aumentos del 10% en la mayoría de entidades
La banca de la zona euro nadaba en un mar de liquidez con anterioridad a la pandemia que se desbordó con el estallido de la pandemia. La aparición del Covid-19 y la fulminante crisis económica llevó al BCE a lanzar inyecciones masivas de liquidez con las que incentivar que la banca concediera crédito y en las que aplicó condiciones con un atractivo sin precedentes: una bonificación del 1%.
Las entidades españolas acudieron en masa a esas subastas, conocidas como TLTRO III, y obtuvieron fondos que destinaron principalmente a la concesión de crédito, el objetivo buscado por el BCE. Es la conclusión del informe que hoy publica el Banco de España y en el que analiza el uso que hizo la banca española de las rondas TLTRO entre el 28 de febrero de 2020 y el 31 de marzo de 2021.
En ese período, los préstamos otorgados por la banca española, y con los que cumplir con los objetivos de concesión de crédito establecidos por el BCE, aumentaron en 66.000 millones de euros, lo que supone un crecimiento casi diez veces mayor que el registrado durante el período previo, comprendido entre abril de 2019 y finales de febrero de 2020.
El informe explica que todas las entidades españolas presentaron de forma individual un crecimiento positivo en el saldo de préstamos durante el período analizado, y superaron holgadamente el objetivo de concesión de crédito, con aumentos del crédito por encima del 10% en la mayoría de los casos. El crecimiento fue especialmente notable en la financiación a las empresas no financieras, reflejo de la mayor demanda de liquidez de aquel momento y también de los programas de financiación con aval público lanzados por el Gobierno. "En el caso español, todas las entidades participantes han cumplido el objetivo de crédito durante el período de análisis, e incluso la gran mayoría lo han superado ampliamente", asegura el informe del Banco de España.
Otro de los destinos de esa lluvia de liquidez fue el mantenimiento de las reservas, no utilizar la liquidez obtenida en las TLTRO y conservarla en la cuenta que tiene cada entidad en su banco central, por lo que no produce ningún impacto en el balance. Esta estrategia permite una rentabilidad inmediata de 50 puntos básicos sobre el volumen solicitado al BCE. En el período analizado, solo un 9% de las entidades mantuvo o redujo su nivel de reservas, mientras que un 32% registró un crecimiento de estas superior incluso a su incremento en TLTRO. En el sector defienden que este recurso, y la rentabilidad obtenida, permitían garantizar un tipo de interés atractivo para el cliente en los créditos.
La compra de deuda pública era otra de las alternativas de la banca a la que dedicar la financiación del BCE. En el período analizado, la mayoría de entidades registró un incremento superior al 25% en sus carteras de deuda pública. Sin embargo, el Banco de España concluye que las TLTRO III, en términos generales, "no habrían influido de manera significativa ni en el aumento de las tenencias de deuda pública ni en la reducción de la deuda emitida por parte de las entidades de crédito españolas". Y explica que ese incremento se explica en la abundancia de emisiones en el mercado por parte de los Tesoros para afrontar la crisis.