Europa registra la primera emisión de deuda high yield corporativa desde el estallido de la guerra
Miller Homes busca captar 967 millones en dos tramos
La guerra continúa generando quebraderos de cabeza a los inversores, pero superado el shock inicial los mercados intentan recupera la normalidad. El mercado de capitales, que durante semanas estuvo cerrado, vuelve a recobrar el pulso perdido. Hasta la fecha solo los emisores de alto rendimiento habían sido los únicos que tenían cerrado su acceso al mercado, una situación que empieza a revertirse. Miller Homes, con el respaldo de Apollo, acapara la atención de los inversores en la que es la primera operación de un bono high yield en 10 semanas.
La compañía ha dado mandato a la banca para captar 815 millones en libras (unos 966,63 millones). La emisión se divide en dos tramos uno con vencimiento a siete años y cupón fijo denominado en libras y otro con vencimiento a seis años y cupón flotante en euros. El dinero captado se empleara para pagar una préstamo puente contratado con la banca. Para el tramo de tipo fijo el rendimiento rondará el 7%. La guerra en Ucrania y la creciente preocupación por la normalización monetaria han sido las razones que justifican la sequía más prolongada en más de una década.
La invasión de Ucrania desencadenó una fuerte división entre los mercados de alto rendimiento. Mientras en Europa las ventas se quedaron congeladas en EE UU las transacciones continuaron fluyendo, aunque a un ritmo más moderado. El cierre del mercado no ha sido solo cosa de la deuda high yield. Durante las primeras semanas desde el inicio del conflicto, las limitaciones que acompañan a la presentación de resultados (black out en la jerga financiera) y en la actualidad la elevada volatilidad derivada del estallido de la guerra se saldó con la sequía en los mercados de capitales desde 2008. La recuperación de la calma y las perspectivas de aumento de los costes financiación ante las expectativas de subida de tipos, llevaron a los emisores que tenían previsto salir al mercado a acelerar las operaciones.
Con el objetivo de lograr unos precios atractivos, a finales de marzo los emisores de deuda híbrida corporativa y la deuda bancaria subordinada comenzaron a testar el apetito de los inversores. En España el encargado de abrir camino fue Iberdrola con la venta de 1.000 millones al 1,375% y vencimiento en 2032. El empeoramiento de las condiciones antes de las vacaciones de Semana Santa pospuso aún más la reapertura del mercado de deuda de alto rendimiento.
El parón sufrido en el mercado de deuda de alto rendimiento ha llevado a las firmas de inversión a revisar a la baja las previsiones del ejercicio. Según la información recogida por Bloomberg, JP Morgan estima que el volumen de deuda high yield alcance este años los 90.000 millones de euros, frente a los 140.000 millones que estimaban en febrero. Hasta la fecha se han captado 13.010 millones, un 74% menos que en el mismo periodo de 2021.