Guindos apunta a un alza de tipos en julio y el mercado ya descuenta tres en 2022
El vicepresidente del BCE admite que es posible una primera subida de tipos en el inicio del tercer trimestre y el bund sube al 0,9%, máximos de abril de 2015
Los defensores de un alza de tipos en la zona euro en los próximos meses, tan pronto como este verano, ya están en el núcleo duro del Comité Ejecutivo del BCE. Su vicepresidente, Luis de Guindos, ha reconocido que una subida de tipos es posible en el mes de julio, coincidiendo con el final de las compras netas de deuda, una declaración que está acelerando la subida de rentabilidades de la deuda y tras la que las apuestas del mercado ya apuntan hasta a tres alzas de tipos este año.
"Dependerá de los datos que veamos en junio. Desde la perspectiva de hoy, julio es posible y septiembre, o más tarde, también es posible. Miraremos los datos y solo entonces decidiremos", ha señalado hoy Guindos en una entrevista con Bloomberg. Este mensaje va en la línea mostrada por Christine Lagarde tras la pasada reunión del Consejo de Gobierno del 14 de abril, cuando avanzó que las compras netas de deuda terminarán con toda probabilidad en el tercer trimestre, aunque sin querer precisar el momento para el alza de tipos. “Podría ser una semana o meses después”, afirmó Lagarde, que en todo caso no quiso comprometerse a poner fecha a un alza de tipos y advirtió también de la enorme incertidumbre para el crecimiento que supone la guerra de Ucrania.
Guindos ha apuntado que, en su opinión, “el programa debería terminar en julio y para la primera subida de tipos habrá que ver nuestras proyecciones, los diferentes escenarios y decidir. Y nada se ha decidido hasta ahora”. Los indicadores económicos serán la clave, pero la inflación ya está dando las suficientes señales como para hacer saltar todas las alarmas. Lagarde ha vuelto a reconocer hoy, en la cumbre del FMI en Washington, que los riesgos inflacionistas en el corto plazo son al alza y que se verán alimentados por los cuello de botella en los suministros.
En marzo los precios subieron en la zona euro a un ritmo nunca visto del 7,5% interanual. Además, el euro se sigue depreciando frente al dólar mientras las rentabilidades de los bonos aumentan ante la fuerte expectativa de subidas de tipos en Estados Unidos.
Los mensajes favorables a ese alza de tipos en la zona euro también en la zona euro contribuyen hoy a cerrar la brecha del BCE respecto a la Fed. Tras las declaraciones de Guindos, el euro se ha apreciado a los 1,0936 dólares, a máximos de la última semana, después de haber marcado mínimos desde abril de 2020 en el nivel de los 1,07 dólares. La divisa europea se anima además con el resultado del debate de ayer entre los candidatos a la presidencia francesa Emmanuel Macron y Marine Le Pen y del que Macron habría salido reforzado.
La deuda soberana, en especial en los plazos más cortos, también refleja la creciente expectativa de alza de tipos en la zona euro. El rendimiento del bono alemán a una década se coloca en el 0,9%, en máximos de junio de 2015, y el bono alemán a dos años pasa del 0,046% de ayer al 0,129%, máximos desde mayo de 2014. El bono italiano a una década ha tocado el 2,6%, un nivel no visto desde el estallido de la pandemia, en marzo de 2020.
Los futuros sobre tipos hoy ya descuentan tres alzas en el año, con lo que la facilidad de depósito -en negativo desde 2014 y ahora en el -0,5%- regresaría al terreno positivo. Apuntan a un incremento en el año en 70 puntos básicos, comenzando por un alza de 25 puntos básicos y el equivalente casi por tanto a tres alzas de tipos de esa cuantía.
Otras voces del BCE se pronuncian estos días a favor de una subida de tipos. El gobernador del Banco de Bélgica, Pierre Wunsch, también ha señalado hoy que los tipos de interés podrían subir a cero o entrar en positivo este año, una cuestión que considera “evidente” a menos que llegaran noticias realmente negativas sobre la economía de la zona euro a causa de la guerra en Ucrania.
En esta misma línea, el gobernador del Banco de Letornia Martins Kazaks señaló ayer que que "es posible una subida de tasas tan pronto como en julio”. Advirtió además que no se debería esperar a ver efectos inflacionistas de segunda ronda, con alzas salariales, y que los precios ya suben a un ritmo que requiere una respuesta del BCE.
Por su parte, el presidente del Bundesbank Joaquim Nagel se mostró ayer abiertamente partidario de un alza de tipos en el inicio del tercer trimestre y de concluir las compras netas de activos al término del segundo trimestre.