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El Gobierno reserva 160 millones para ayudar a desarrollar el avión con cero emisiones

El gigante francés aspira a contar con una aeronave de este tipo en 2035; prevé instalar un centro en España para estas tecnologías

Reunión en febrero del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el CEO de Airbus, Guillaume Faury.
Reunión en febrero del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el CEO de Airbus, Guillaume Faury.
Bernardo Díaz

El desarrollo del avión sin emisiones contaminantes figura entre los objetivos a medio plazo de la industria aeronáutica a nivel mundial, y se ha colado también entre las prioridades del Gobierno. En el Perte aeroespacial, aprobado recientemente por el Ejecutivo, se incluye un capítulo dedicado a la capacitación de la industria aeronáutica española como referente a largo plazo en el desarrollo del futuro avión de cero emisiones, tanto en lo referente a la descarbonización como a la emisión de otros contaminantes atmosféricos como el NOx, los COV, etc., y sus áreas tecnológicas.

Esta capacitación se extiende a medio plazo a otras iniciativas que persiguen reducir significativamente el impacto medioambiental de la aeronáutica, mediante el fomento de actuaciones de I+D+i que aumenten la eficiencia de las aeronaves y reduzcan las emisiones contaminantes del transporte aéreo.

En este capítulo, el Gobierno ha apartado una financiación pública de 160 millones de euros hasta 2025 (espera otros 162 en inversión privada directa), en donde se incluyen también fondos para demostradores de vehículos aéreos no tripulados (UAV, por su terminología en inglés).

Aunque el Perte no especifica el destino directo de estas ayudas (la mayoría son subvenciones procedentes de la UE), esta línea coincide con las investigaciones iniciadas por gigantes aeronáuticos como Airbus. El gigante francés aspira a contar en 2035 con la primera aeronave cero emisiones de uso comercial. Cuenta ya desde el año pasado con dos centros de desarrollo de cero emisiones (ZEDC) para las tecnologías de hidrógeno en Bremen (Alemania) y Nantes (Francia), y en diciembre anunció el próximo desarrollo de un tercero en España, aún sin ubicar, además de la creación en el país de Airbus UpNext, filial dedicada a la innovación. “Implantar Airbus UpNext y el ZEDC en España refuerza nuestra huella en I+D+i en el país y asegura la implicación, desde el principio, de algunos de los mejores expertos para apoyar nuestra ambición de cero emisiones”, señala Sabine Klauke, chief technical officer de Airbus.

Airbus quiere que el ZEDC español se centre en la energía no propulsiva, los sistemas de refrigeración de pilas de combustible y la fibra óptica, así como en los tanques de fibra de carbono para el almacenamiento de hidrógeno líquido criogénico. El desarrollo de los tanques se realizará de forma coordinada con las demás entidades nacionales de Airbus.

Reuniones de alto nivel

Desde 2020 se han multiplicado las reuniones de alto nivel entre la empresa y el Gobierno español. En la última, desarrollada en febrero en Moncloa, el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez (junto a las ministras de Defensa, Industria y Ciencia), y el consejero delegado de Airbus, Guillaume Faury, repasaron las áreas de colaboración de “interés mutuo”, como los programas conjuntos de I+D+i (el CDTI ha adjudicado 41 millones de euros a la empresa para ayudar a que eleve su huella de I+D en España al 10% en dos años), además del futuro de la planta de Airbus en Puerto Real (Cádiz) y de la situación del empleo en general de la compañía en España. A ello se une la visita que hizo en marzo la ministra de Ciencia, Diana Morant, a la planta de Airbus en Getafe.

"Ahora ya cubrimos en nuestro país toda la cadena aeronaútica; podemos diseñar, fabricar y comercializar una aeronave de manera completa; la ambición ahora es que se desarrolle en nuestro país el avión de hidrógeno, de manera que podamos alcanzar ese hito de la sociedad que es que la aeronáutica tenga emisiones cero", añadió en esta línea la ministra Morant en una reciente entrevista con Cinco Días en este mes de abril.

Para hacer realidad el avión cero emisiones, Airbus ha firmado un acuerdo de asociación con CFM International, propiedad al 50% de General Electric y Safran Aircraft Engines, para colaborar en un programa de demostración de hidrógeno que se iniciará en torno a mediados de esta década.

Diana Morant: "La ambición es que se desarrolle en nuestro país el avión de hidrógeno, de manera que podamos alcanzar ese hito de las emisiones cero en aeronáutica"

Pese a todo, Airbus considera que no se está realizando suficiente inversión a nivel internacional en Europa, China y EE UU. Su CEO, Guillaume Faury, criticó hace apenas dos semanas en Bilbao la falta de impulso normativo para el desarrollo del hidrógeno. “No estamos [por la industria y los países] al ritmo necesario de inversión en nuestras capacidades para descarbonizar antes de 2050”, indicó en el foro Wake Up, instando a un entorno regulatorio homogéneo en todo el mundo para obtener en el hidrógeno una alternativa a los combustibles fósiles. De esta forma, urgió a un marco normativo global que permita la producción, almacenamiento y transporte de hidrógeno verde.

Por el momento, solo un 13% de la flota mundial está formada por aviones de nueva generación (consumos y emisiones entre un 25% y un 40% más bajos que su comparables con más años volando). En el caso de España, los 160 millones incluidos en este capítulo aeronáutico deberán compartirse también con el desarrollo de vehículos aéreos no tripulados (UAV), trasladable a otros mercados potenciales en expansión como el transporte de mercancías y la vigilancia aérea (inspección de instalaciones, control medioambiental y agricultura).

El Gobierno estima que los UAV pueden ser desarrollados, no solo por los grandes contratistas a nivel internacional sino por pymes y empresas emergentes, convirtiéndose en un nicho de actividad sin fuertes barreras de entrada, al no requerir de grandes inversiones previas. Una oportunidad para el tejido empresarial español.

Huelva, zona europea de referencia para ensayo de aeronaves no tripuladas

Los aviones no tripulados (UAV) constituyen una de las áreas tecnológicas de más rápido crecimiento en los últimos años. La UE espera que generen en 2035 una actividad económica de 10.000 millones de euros al año y 100.000 empleos. El proyecto CEUS, incluido en el Perte aeroespacial, prevé la construcción de una gran infraestructura de apoyo al desarrollo de plataformas aéreas no tripuladas. Se está desarrollando en Moguer (Huelva), en una zona próxima a las instalaciones del Centro de Experimentación de El Arenosillo (Cedea), pertenecientes al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). El Gobierno pretende que las instalaciones de CEUS “sirvan para estimular que una parte relevante del negocio de aviones no tripulados se desarrolle por el sector aeroespacial español y, en particular, por el andaluz”.

CEUS tendrá unas instalaciones singulares: una pista de 2 kilómetros de longitud, recintos técnicos de apoyo y una zona aérea de exclusión (de ensayo disponible) de un millón de hectáreas. Con ello, sus infraestructuras serán útiles para la operación de UAV de uso civil de gran tamaño (hasta 15 toneladas) y podrán servir de base para futuras plataformas aéreas de investigación del INTA.

La disponibilidad de un complejo como CEUS será de gran utilidad para fabricantes de aviones no tripulados nacionales e internacionales. “Será una instalación de pruebas y certificación de UAV de gran tamaño referente en Europa debido a su capacidad y la climatología de su ubicación”, señalan las mismas fuentes.

Las actuaciones previstas están financiadas a través de fondos Feder, como parte de las iniciativas científico-tecnológicas lanzadas por CDTI. La inversión asciende a 28 millones. Los trabajos se iniciaron el pasado diciembre (desbroce de los terrenos) y se espera que culminen en noviembre de 2023.

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Sobre la firma

Bernardo Díaz
Redactor jefe de Empresas en Cinco Días desde 2021. Licenciado en Ciencias Económicas, y en Ciencias de la Información, trabaja en el diario desde 2000, donde ha sido redactor de macroeconomía, jefe de sección de Economía y de Empresas. También ha trabajado en Europa Press (local, internacional, nacional y economía) y en el Ministerio de Hacienda.

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