Las rentabilidades de la deuda suben y el bono alemán alcanza máximos de 2018
Los bancos centrales se mantienen firmes en su idea de poner freno a la inflación
La caída de los precios de la energía compartió el protagonismo con el repunte de las rentabilidades de la deuda. En una semana en la que los inversores aguardan que la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra suban tipos para poner freno a la inflación, los repuntes de los rendimientos fueron generalizados. Es decir, se están dejando sentir por igual en la deuda periférica como en la de los países más seguros. El rendimiento del bono germano a 10 subió 12 puntos básicos, hasta el 0,37%, superior al máximo anual del 0,31% registrado a mediados de febrero antes de la invasión rusa a Ucrania y lejos del -0,07% del 1 de marzo. El bund alcanza máximos de noviembre 2018.
La deuda española con vencimiento en 2032 repunta 11 puntos básicos y se sitúa en el 1,347%, superior al 1,22% registrado hace dos años cuando el estallido de la pandemia aceleró la salida de inversores de la renta fija. El bono español alcanza máximos de enero de 2019. Otras referencias como la italiana suma 11 puntos básicos y se aproxima a la barrera del 2% mientras el bono de EE UU la supera y asciende al 2,1%, su nivel más alto desde julio de 2019. Los ascensos se replican también en los vencimientos más cortos, los más sensibles a la subida de los tipos. El bono estadounidense con vencimiento en 2024 se sitúa en el 1,8%, una buena muestra de cómo la pendiente de deuda empieza a perder inclinación.
Varios son los factores que explican este comportamiento. David Ardura, director de inversiones en Finaccess Value, señala que con un clima de inflación al alza los bancos centrales se muestran decididos a poner coto a los precios. “Esperábamos que el BCE fuera más complaciente y mantuviera su idea de esperar y ver antes de acelerar la retirada de los estímulos. Su decisión de poner fin a las compras de deuda antes de los previsto nos sorprendió”, afirma. Esto unido a las mejores noticias sobre el devenir de las conversaciones entre Ucrania y Rusia están sirviendo de impulso a las subidas de las Bolsas y el repunte de los rendimientos. El gestor explica que después de las fuertes caídas registradas en sesiones anteriores, ahora los inversores están optando por elevar su apetito por el riesgo. Es decir, han abandonado las posiciones más defensivas y esto se ha traducido en una salida del dinero de la renta fija y la consiguiente subida de los rendimientos. Ardura explica que el estallido de la guerra ha echado por tierra la idea de que la inflación toque techo en el primer trimestre. Los bancos centrales mueven ahora en un terreno pantanoso en el que deben conjugar el control de los precios sin pasar factura a la recuperación.