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Sanciones económicas>

Estados Unidos prohibirá el caviar, el vodka y los diamantes rusos

Junto al resto de los países del G7, Washington busca aumentar la presión sobre el Kremlin ampliando las sanciones a las importaciones y exportaciones de lujo

Un bote de caviar de la marca rusa Beluga, producida en Ucrania
Un bote de caviar de la marca rusa Beluga, producida en UcraniaRobert Anasch
Luis Alberto Peralta

El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado este viernes que prohibirá las importaciones de caviar, vodka, diamantes y otros artículos de lujo rusos, así como la exportación de productos de alta gama que sus oligarcas compran. La medida viene como parte de un nuevo paquete de sanciones tras la invasión rusa a Ucrania, que según Washington están orientadas a cortar el financiamiento del Kremlin y de "las élites que sostienen la maquinaria de guerra". El valor de las importaciones bloqueadas al país norteamericano se calcula alrededor de los 1.000 millones de dólares anuales. Los miembros del G7, por su parte, han asegurado que pronto se sumarán a estas represalias.

El presidente estadounidense, Joe Biden, firmará una orden ejecutiva que pondrá fin a la exportación de artículos de lujo a cualquier persona ubicada en la Federación Rusa y las importaciones de sectores emblemáticos del lujo ruso como los crustáceos, las bebidas alcohólicas, el caviar y los diamantes. Según la Casa Blanca, esto garantizará que sus ciudadanos no proporcionen artículos de lujo, como relojes de alta gama, vehículos de lujo, ropa de alta gama, alcohol de alta gama, joyas y otros bienes que compran con frecuencia las élites rusas, a la vez de cortar los ingresos de los oligarcas por la venta de productos de sus objetos de lujo en occidente.

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El resto de los países del G7 se han sumado a este bloqueo: "Nos aseguraremos de que las élites, los apoderados y los oligarcas que apoyan la guerra del presidente Putin se vean privados de su acceso a bienes y activos de lujo. Las élites que sostienen la maquinaria de guerra de Putin ya no deberían poder cosechar las ganancias de este sistema, despilfarrando los recursos del pueblo ruso", ha asegurado en un comunicado.

No obstante, todo indica que las sanciones tendrán más impacto moral que económico. Según el Observatorio de Complejidad Económica del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), en noviembre de 2021, las exportaciones de diamantes de Rusia representaron solo el 0,96% del total de sus exportaciones, mientras que las exportaciones de crustáceos representaron el 0,26% y las cifras de las exportaciones de caviar serían aún menores.

La Casa Blanca ha afirmado que Rusia se ha convertido ya en un "estado paria" y ha resaltado el efecto devastador de sus sanciones sobre la economía rusa: "Hoy el rublo cotiza a su nivel más bajo y vale menos de un centavo; el mercado de valores ruso ha permanecido cerrado por el mayor tiempo en su historia; la calificación crediticia del gobierno ruso ha sido degradada al estado de "basura" y estamos viendo un éxodo masivo de Rusia por parte del sector privado". Los estadounidenses aseguran que esta situación es el resultado de su coordinación para garantizar que la guerra sea un fracaso estratégico. 

El Gobierno de Biden trabajará también está buscando que Rusia pierda los beneficios de su membresía en la OMC y quieren lograr que las importaciones rusas deje de recibir el trato de "nación favorecida". Asimismo, Washington asegura que los líderes del G7 buscarán que Rusia no pueda obtener financiamiento de las principales instituciones financieras multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial. 

La semana pasada, los consumidores, gobiernos y empresas de todo el mundo iniciaron un boicot contra el vodka ruso, como forma de manifestarse contra la invasión a Ucrania ordenada por el Gobierno de Vladímir Putin. Las autoridades ya habían prohibido su comercialización en 11 de los 50 estados de Estados Unidos, algunas regiones de Canadá, y en Noruega, Finlandia y Suecia. Asimismo, los bares, licorerías e incluso los supermercados de Reino Unido y Letonia, dos de los tres principales importadores de estos productos, están retirando el destilado de sus estanterías.

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