Bruselas abre la puerta a emitir deuda conjunta para paliar la crisis
Timmermans rechaza la creación de un nuevo instrumento
El impacto de la guerra en Ucrania en la economía de la Unión Europea podría llevar a los países miembros a analizar volver a emitir deuda conjunta. Los jefes de Estados y de Gobierno de los 27 debatirán a finales de esta semana esta opción dentro de “un contexto más amplio”, si bien ayer el vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Frans Timmermans, negó que la Comisión Europea esté planeando poner en marcha un nuevo instrumento para emitir deuda conjunta de la UE para financiar el gasto en defensa y el alza delos precios energéticos derivados de la guerra.
“No tenemos tales planes en la Comisión. No sé si lo habrá en otros estados miembros, pero no en la Comisión”, aseguró Timmermans.
A primera hora de la mañana se publicó la posibilidad de nuevas emisiones conjuntas, lo que impulsó a que el diferencial entre los rendimientos de la deuda italiana y alemana a 10 años, un indicador clave del riesgo, se redujo en 10 puntos básicos, hasta los 151 puntos básicos.
Este extraordinario movimiento llega justo un año después de que la UE lanzara un paquete de emergencia de 1,8 billones de euros para financiar los esfuerzos de los Estados para hacer frente a la pandemia. Fue la primera experiencia a gran escala de deuda conjunta, y ahora el bloque afronta nuevas y enormes necesidades de financiación para reformar su infraestructura militar y energética tras la invasión rusa de Ucrania.
"Tenemos que encontrar nuevas herramientas para abordar los nuevos problemas que esta crisis nos plantea", dijo el comisario de Economía de la UE, Paolo Gentiloni, a los un grupo de legisladores en Estrasburgo, Francia. Añadió que espera que los líderes de la UE den orientaciones políticas sobre nuevas medidas en la cumbre. Un portavoz de la Comisión se negó a comentar la noticia pero dijo que los funcionarios siguen vigilando la situación y que están preparados para reaccionar ante las cambiantes circunstancias.
El plan implicaría que la Comisión Europea, el brazo ejecutivo del bloque, emitiría bonos y canalizaría los fondos hacia los Estados miembros en forma de préstamos concesionales para financiar el gasto. Una opción es estructurarlo como el programa SURE del bloque, esquema que se utilizó para financiar iniciativas de apoyo al empleo tras la pandemia.