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Los fondos conservadores pierden 1.035 millones por el desplome de la deuda

En 2022 se han devaluado un 1,4% pese a ser fondos muy seguros

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Se esperaba tormenta, pero no tan virulenta. Las casas de análisis habían vaticinado un año difícil para la renta fija, ante el cambio de tono en la política monetaria de los grandes bancos centrales. Pero pocos estaban preparados para lo que ha ocurrido: una depreciación generalizada de todo tipo de renta fija. Los fondos conservadores son los que más se están viendo afectados. En España han perdido en lo que va 2022 algo más de 1.035 millones de euros, un 1,4% de su patrimonio en solo seis semanas.

El detonante ha sido la inflación. Con los precios creciendo a una tasa del 7,5% en Estados Unidos y del 5,1% en Europa, la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) han tenido que reelaborar sus discursos. Cada vez suena más forzado el concepto de “inflación transitoria”, y los grandes jugadores del mercado vaticinan un calendario de subidas de tipos más rápido del previsto.

Si los grandes bancos centrales van desmantelando sus políticas monetarias expansivas, que pusieron en marcha para combatir la pandemia, eso significa reducir los ritmos de compras mensuales de deuda pública, subidas de tipos de interés y progresiva reducción de los balances. Con una inflación desbocada, estos ajustes corren más prisa.

Todas estas medidas aumentan la presión sobre los mercados de deuda pública, que se habían acostumbrado a trabajar con unos retornos especialmente bajos. Los efectos se han empezado a notar desde el mismo arranque de 2022, con una depreciación generalizada de todos los activos de renta fija. En los fondos de deuda pública europea a largo plazo, las caídas han sido del 1,3% en lo que va de 2022. En los de renta fija europea a corto plazo (los supuestamente más seguros), la corrección ha sido del 0,54%. Y en los de renta fija de Estados Unidos del 0,92%, de acuerdo con datos facilitados por la consultora VDOS.

En España hay 71.500 millones de euros en fondos de deuda de diferentes perfiles. En conjunto, en lo que va de 2022 estos productos han sufrido unas pérdidas de 1.035 millones de euros, lo que supone una depreciación del -1,42%.

Alternativas para salir de la trama de los bonos

  • Traspasos. Una de las grandes ventajas que tienen los fondos de inversión en España es que se puede cambiar de uno a otro sin tener que tributar por las plusvalías generadas. Esta medida, excepcional en relación al resto de países europeos, permite a los clientes salirse de estrategias que ya no se adecuan a su perfil inversor sin tener que afrontar ningún coste.
  • Flexibilidad. La estrategias más adecuadas para este contexto de mercado son las más flexibles, las que no tienen un mandato muy estricto sobre en qué productos pueden elegir. Esto permite a los gestores de los fondos aumentar el peso en Bolsa, si lo consideran. O destinar parte de la cartera simplemente a liquidez, esperando un mejor momento de mercado para invertir.
  • Opciones. En el ámbito de la renta fija, los gestores están buscando algunas alternativas para protegerse frente a la galopante inflación y las subidas de tipos. Una opción es comprar bonos con un cupón ligado a la inflación. También están yendo a bonos con duraciones muy cortas, o probando con bonos de países emergentes en divisa local. Algunos ya sustituyen bonos por oro.

Hugo Ferrer, gestor de carteras en la firma GPM, explica que los que ha ocurrido en los últimos días “ha sido un auténtico terremoto para los mercados”, y que no se veía algo así “en más de 10 años”.

Un buen ejemplo está en lo ocurrido con el bono a dos años de Estados Unidos. La intervención masiva de la Fed llevó a este activo a pagar una rentabilidad mínima, del 0,2%. Así era hasta septiembre, cuando la Reserva Federal cambió el tono y la rentabilidad se empezó a disparar. Ayer escaló hasta rozar el 1,6%. Esto supone de hecho una devaluación de este activo, porque los inversores cada vez exigen mayores retornos para comprarlo.

El jefe de renta fija de la gestora francesa Amundi, Amaury D’Orsey, explica que “los movimientos actuales del mercado justifican nuestra cautela hacia los bonos de Estados Unidos y de los países de Europa central”.

La tragedia para muchos inversores españoles es que se habían acostumbrado a obtener unas rentabilidades relativamente altas con sus fondos de renta fija, especialmente entre 2012 y 2020 (con la salvedad de 2018).

La percepción al invertir en un fondo de bonos europeos es que se trata de un producto ultra seguro, pero este tipo de activos está muy condicionado por el sostén del Banco Central Europeo (BCE), que ha mantenido los tipos bajos durante mucho tiempo para ayudar a las economías a financiarse. Ahora, la simple sospecha de que los países de la eurozona tendrán que empezar a andar sin las muletas monetarias están espantando a muchos inversores.

Superventas afectados

Como los clientes de banca españoles tienden a ser muy conservadores, los grandes fondos de inversión también tienen ese perfil. Y han empezado a sufrir. El fondo Quality Inversión Conservadora de BBVA AM, con un patrimonio de 8.500 millones de euros, se ha dejado en lo que va de 2022 un 1,83%.

El fondo CaixaBank Soy Así Cauto, con 6.200 millones, ha perdido un 1,9%. Y el fondo Sabadell Prudente Base (que reúne un patrimonio de 3.600 millones de euros y es gestionado por Amundi) se ha dejado un 2,1%.

Todos estos vehículos, al ser muy populares entre las redes bancarias reúnen a decenas de miles de pequeños ahorradores/inversores, que ahora van a empezar a comprobar como se va reduciendo el patrimonio que tienen en el fondo.

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