Bruselas prevé que España crezca un 5,6% en 2022, pero alerta del aumento de la inflación
Mejora en una décima el avance del PIB, pero sigue lejos del 7% que espera el Gobierno Estima que la economía recuperará el nivel previo al Covid en el último trimestre
La Comisión Europea prevé que la recuperación económica en España vaya cogiendo ritmo a partir del segundo trimestre de 2022 para cerrar el ejercicio con un avance del 5,6%. En sus previsiones de invierno, dadas a conocer este jueves, Bruselas asume que el primer trimestre del año se verá aún lastrado por el impacto de la variante ómicron y el aumento de los contagios, registrando una subida de únicamente el 0,6%. A partir de entonces, explica la Comisión, "se espera que el crecimiento económico recupere impulso", con tasas trimestrales "superiores al 1% hasta principios de 2023". Si las proyecciones se cumplen, algo que dependerá de factores como la inflación, España sería —con permiso de Malta— el socio de la Unión Europea que más crecería en 2022.
Tras haber cerrado el año 2020, indudablemente marcado por la crisis sanitaria y económica, con un hundimiento del 10,8%, España rebotó en 2021 un 5%. En general, prosigue Bruselas, se espera que el PIB real aumente un 5,6% en 2022 y un 4,4% en 2023. En consecuencia, "la brecha con el nivel de PIB previo a la pandemia debería cerrarse en el cuarto trimestre de 2022", detalla.
Las nuevas proyecciones de la Comisión mejoran tímidamente las últimas previsiones, publicadas el pasado mes de noviembre. Entonces, se esperaba que España cerrase el año con un avance del 4,6% (cuatro décimas menos de lo que finalmente se ha registrado) y creciese un 5,5% en 2022 para recuperar los niveles anteriores al Covid ya en 2023. Con todo, siguen muy lejos de las proyecciones económicas que mantiene el Gobierno, que todavía confía en un repunte del PIB del 7% en 2022, casi un punto y medio más.
Todas las previsiones, tal y como viene recordando el Ejecutivo comunitario desde el estallido de la pandemia, están sujetas a una fuerte incertidumbre y a unos riesgos al alza. Uno de ellos es la escalada inflacionista y los efectos de segunda ronda que puede traer al conjunto de la economía. Bruselas cuenta con que la inflación "se mantenga alta en la primera mitad de 2022, impulsada principalmente por los precios de la energía". Además, es de prever que los productores trasladen a los consumidores parte del aumento de los costes no salariales.
Ya en la segunda mitad del año, la Comisión confía en que los precios vayan volviendo a la normalidad y que la inflación se desacelere durante 2023, gracias a la estabilización de los precios de la energía y los efectos de base inversos. En general, se prevé que el IPC armonizado (que mide los precios en la zona euro) pase del 3% de 2021 al 3,6% de 2022 para bajar al 1,1% en 2023.
Bruselas fía la mayor parte del avance de la economía al consumo privado y a la inversión. "Serán los principales motores del crecimiento económico durante el horizonte de proyección", explica. Así, los ahorros acumulados durante la pandemia y la subida de las pensiones, entre otros factores como la recuperación del turismo internacional, impulsarán el consumo. En el capítulo de la inversión, las esperanzas están puestas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
En las previsiones de invierno el Ejecutivo comunitario no analiza otras variables macroeconómicas como el déficit o la deuda. En el caso de España, las proyecciones publicadas en noviembre estimaban que el déficit cerrase 2021 en el 81% para reducirse al 5,2% en 2022 y el 4,2% en 2023. La deuda pública, por su parte, cerraría 2021 en el 120,6% del PIB para tomar una senda descendente hasta el 118,2% en 2022 y el 116,9% en 2023.
Conjunto de la UE
Las previsiones económicas con las que la Comisión arranca 2022 proyectan que, "tras una notable expansión del 5,3% en 2021", la economía de la Unión Europea crecerá un 4% en 2022 y un 2,8% en 2023. También se espera un avance en la zona del euro del 4% en 2022, moderándose a 2,7% en 2023. La UE en su conjunto, recuerda Bruselas, alcanzó su nivel de PIB previo a la pandemia en el tercer trimestre de 2021. Ahora, se prevé que todos los Estados miembros sin excepción hayan logrado este hito a finales de 2022.
La inflación, sin embargo, vuelve a ser el indicador que más incertidumbre genera sobre la recuperación económica. Bruselas prevé que en la zona euro aumente del 2,6% en 2021 (2,9% en la UE) al 3,5% (3,9% en los 27) en 2022, antes de descender al 1,7% (1,9% en la UE) en 2023.
"El aumento significativo de la inflación y de los precios de la energía, junto con los cuellos de botella en la cadena de suministro y el mercado laboral, están frenando el crecimiento", ha explicado el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis. "Es probable que las presiones sobre los precios se mantengan fuertes hasta el verano", ha añadido el comisario económico, Paolo Gentiloni. La inflación, ha añadido, se reducirá a medida que se modere el crecimiento de los precios de la energía y se alivien los cuellos de botella. "Sin embargo, la incertidumbre y los riesgos siguen siendo altos”.