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Por qué Daniel Ek, de Spotify, se queda con Joe Rogan

Tiene más poder de negociación con los creadores de pódcasts que con las discográficas

Daniel Ek, fundador y CEO de Spotify.
Daniel Ek, fundador y CEO de Spotify.reuters

Daniel Ek, fundador de Spotify, mantiene a Joe Rogan, locutor de un programa de entrevistas que usó la palabra que empieza por N [nigger] y criticó las vacunas del Covid. Condena el uso de ofensas racistas, pero se niega a despedir a Rogan, alegando que repudiar voces es una “pendiente resbaladiza”. Independientemente de los méritos del argumento de la libertad de expresión, muestra una fría lógica financiera.

Su gran problema es que no le queda mucho dinero tras pagar a los titulares de los derechos, como las discográficas. Esos costes se comieron el 73% de los ingresos en 2021. En la mente de Ek, Rogan responde a ese problema. Los podcasts generan ingresos por publicidad, que Spotify espera potenciar adaptando los anuncios a cada oyente. Ek debería de poder quedarse con una mayor parte de ese dinero porque tiene más poder de negociación con los anfitriones de los podcasts que con los sellos musicales. El editor de podcasts Acast se quedó con un 37% de sus ingresos tras pagar a los creadores en 2021, frente al 27% de margen bruto de Spotify.

El acuerdo de 100 millones de dólares para distribuir el popular Joe Rogan Experience era la punta de lanza de esa estrategia. Cambiar de rumbo podría asustar a los accionistas en un mal momento. Ya borraron un quinto del valor en Bolsa el jueves tras publicar la firma objetivos inferiores a los previstos.

Puede haber más boicots, tras los de Neil Young o Joni Mitchell. El hashtag “#DeleteSpotify” ha circulado por Twitter. Pero pocos artistas pueden irse sin la cooperación de disqueras como Universal y Warner, que suelen poseer la mayor parte de los derechos. Suscripciones y streaming aportan dos tercios de los ingresos de Universal. Es poco probable que ponga eso en peligro apoyando boicots masivos. Y estrellas como Bob Dylan y Bruce Springsteen están vendiendo sus catálogos, lo cual debilita aún más el poder de los artistas.

También puede que Ek espere que los suscriptores estén demasiado atrapados como para irse: supondría perder años de listas de reproducción cuidadosamente seleccionadas y datos de escuchas anteriores, que alimentan el algoritmo de recomendación.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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