Las agencias de viajes piden a Trabajo entrar en los nuevos ERTE bonificados
Alegan que aún tienen el 20% del empleo suspendido y que no facturan ni el 50% que antes de la crisis
El presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Carlos Garrido, le ha trasladado esta mañana a la directora general de Trabajo, Verónica Martínez, la necesidad de que los ERTE de fuerza mayor, cuya última prórroga finaliza el 28 de febrero, se amplíen o que las agencias de viajes puedan entrar dentro de las actividades que puedan beneficiarse del nuevo Mecanismo Red incluido en la reforma laboral refrendada esta semana en el Congreso.
Este mecanismo establece la posibilidad de que las empresas se puedan adherir a un ERTE bonificado parcialmente por cuestiones cíclicas o sectoriales. A diferencia de los ERTE de fuerza mayor, que solo debían ser analizados y aprobados por la autoridad laboral competente, en el caso del Mecanismo Red será necesario un informe previo de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, una propuesta conjunta de tres ministerios (Trabajo, Asuntos Económicos e Inclusión, Seguridad Social y Migraciones) así como su elevación al Consejo de Ministros.
En la reunión, Garrido justificó su petición por el hecho de que la recuperación que están disfrutando otras actividades turísticas, como los hoteles, el transporte aéreo o la hostelería, todavía no ha llegado a las agencias de viajes, cuya facturación está por debajo del 50% de la previa a la crisis y que aún tiene a 10.792 trabajadores con el empleo suspendido. Esto supone que de los 24.942 empleados en ERTE que tenía a principios de 2001 logró desafectar a 14.150, pero aún ahí 11.358 (un 43,2% del total) fuera del mercado laboral.
El presidente de CEAV también insistió en la flexibilización de la cláusula de mantenimiento de empleo, que en el caso de los ERTE de fuerza mayor obliga a devolver todas las bonificaciones si se incumple el plazo de seis meses fijados en la citada cláusula, mientras que en el caso del Mecanismo Red, la empresa solo deberá devolver las bonificaciones de la persona despedida. Las exoneraciones máximas llegan al 60%