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Infraestructuras

ACS y OHLA reciben 1.200 millones de euros más en un contrato en Estados Unidos por la inflación

Compensación por la crisis de los materiales de construcción

Un consorcio formado por filiales de las constructoras españolas ACS y OHLA recibirá 1.200 millones de euros más de financiación para la construcción de un tren ligero en el entorno metropolitano de Washington, en el Estado de Maryland.

El presupuesto inicial era de 1.743 millones de euros, pero ahora la Administración pública ha decidido aprobar una modificación del acuerdo para que el importe final pase a ser de 3.000 millones de euros.

Según informa el Estado de Maryland, el aumento del presupuesto se debe al escenario postcoronavirus, que ha desencadenado un incremento del precio de los materiales de construcción por los continuos desabastecimientos y alteraciones en la cadena de suministro.

De esta forma, los gestores del transporte público de la ciudad de Washington se aseguran la terminación del proyecto tal y como se ha diseñado, al margen de la incertidumbre que la inflación está causando en el sector de la construcción en todo el mundo.

Problema global

En España, algunos organismos públicos, principalmente Adif, el mayor licitador de obra pública, ya está introduciendo cláusulas de revisión de precios con esa misma finalidad, evitar que las obras queden paralizadas y los proyectos, en los que se invierten grandes cantidades de dinero público, acaben por abandonarse.

Según la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), la crisis de las materias primas ya ha provocado la paralización de casi 500 obras por un valor conjunto de 230 millones de euros en España. La patronal advierte que esto puede poner en peligro la recuperación económica del país, ya que entre los proyectos que han quedado desiertos aparecen obras de centros educativos, carreteras, viaductos, líneas de alta velocidad o museos, entre otras.

En el caso del proyecto de ACS y OHLA, la Administración pública quiere evitar futuros imprevistos, sobre todo después de tratarse de una obra que ya tuvo que paralizarse una vez, precisamente por sobrecostes, aunque también por retrasos de la anterior empresa que lo ejecutaba, la estadounidense Fluor.

La previsión inicial para su apertura apuntaba a marzo de 2022, sin embargo el proyecto todavía está al 50% de ejecución, por lo que su inauguración se dará mucho más tarde. El relevo que han cogido las empresas españolas comenzará a dar sus frutos esta primavera, cuando se retomen las obras con el objetivo de que la nueva línea abra en 2026.

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