Iberia se asegura acceso preferente al biocombustible de Cepsa
Aerolínea y petrolera se alían para la producción de 'biojet' a gran escala
El grupo Iberia ha sellado una nueva alianza en busca de asegurarse acceso preferente a los nuevos biocombustibles (SAF) para la aviación. En este caso el socio es Cepsa y el acuerdo alcanza tanto a Iberia como a su filial de bajo coste Iberia Express. La intención de ambas partes es el desarrollo de fuel a partir de residuos, aceites reciclados y otras materias primas vegetales para su producción a gran escala. Y es que uno de los problemas que se ha encontrado la aviación para el cumplimiento de los compromisos con la descarbonización del transporte, fijados en la Agenda 2030, es tanto la carencia de estos combustibles como su precio.
El presidente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, ha recordado que “para la descarbonización del sector aéreo es imprescindible el desarrollo, producción y distribución de los combustibles de origen sostenible a precios asequibles y en cantidad suficiente para abastecer a las aerolíneas. Confiamos en que este acuerdo con Cepsa contribuya a ese objetivo”. El CEO de Iberia Express, Carlos Gómez, ha añadido que “es el momento de crear sinergias entre compañías que tenemos un mismo objetivo, poder desarrollar nuestra actividad y nuestras operaciones minimizando el impacto ecológico”.
El SAF puede ser utilizado sin renovar las flotas y es capaz de recortar en un 80% las emisiones de la aviación
Iberia y Cepsa también estudiarán alternativas como el hidrógeno renovable y la electricidad para mover tanto los aviones como la flota terrestre de la compañía aérea. Desde la dirección de esta última se ha hablado esta mañana del logro de una ventaja competitiva tanto para clientes como para inversores (gracias a las mejores calificaciones en los índices de sostenibilidad). Iberia también tiene un acuerdo similar con Repsol.
Desafíos a corto plazo
Iberia ha explicado que su estrategia de sostenibilidad se apoya en la eficiencia de las operaciones y la I+D aplicada a la obtención de nuevos combustibles. Su matriz, IAG, se ha impuesto el desafío de las cero emisiones netas en 2050 y operar un mínimo de un 10% de sus vuelos con combustibles de origen sostenible en 2030.
Cepsa, por su parte, trabaja en revestir de verde todas sus actividades y convertirse en un agente principal en la transición energética. La petrolera acumula diez años de experiencia en la producción de biocombustibles a partir de residuos. Su consejero delegado, Maarten Wetselaar, apunta que “esta alianza muestra la apuesta de Cepsa por la sostenibilidad y la firme determinación de apoyar a nuestros clientes, dotándolos de soluciones viables que aceleren su transición energética”.
El SAF, que puede ser utilizado sin renovar las flotas, puede recortar en un 80% las emisiones de la aviación, según datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, en comparación con el queroseno convencional.