Telefónica vende a Macquarie su red de cobre por 200 millones
El fondo australiano busca sustituir el trazado por fibra óptica La operadora avanza en su plan de venta de activos para reducir deuda
Telefónica avanza en la desinversión de activos para hacer caja. La teleco ha acordado la venta de parte de su red de cobre, por la que prestaba los extintos servicios de ADSL y telefonía fija antes de la eclosión de la fibra óptica, al fondo Macquarie, según fuentes financieras. Ha obtenido por ello unos 200 millones de euros y se libera así de inversiones para actualizar esta infraestructura ya obsoleta.
La metamorfosis de la red de Telefónica viene de lejos. El gran operador de telefonía en España, con el monopolio hasta 1996, ha ido desplegando una tupida red de fibra óptica (FTTH, en la jerga), que ahora proporciona servicio a unos 4,8 millones de clientes. La compañía se ha propuesto abandonar en 2025 el cobre, el material que sustentaba la anterior tecnología de conexión de banda ancha en España.
Telefónica contaba a cierre de septiembre con 1,1 millones de accesos minoristas a internet sustentados en la tecnología ADSL, según se deriva de los últimos datos comunicados al mercado, correspondientes a cierre del pasado septiembre. Estos clientes logran el acceso a través de la red de cobre, la mayoría de ellos en zonas donde la operadora todavía no ha desplegado su actual infraestructura de alta velocidad. Precisamente en agosto la compañía comunicó el cierre de 1.000 centrales en el primer semestre, lo que equivale al desmantelamiento de 65.000 toneladas de cobre. Telefónica consigue un ahorro relevante en consumo energético y mejoras en la eficiencia.
El compromiso de la teleco es abandonar por completo el cobre en 2025
Este proceso recibirá ahora un fuerte espaldarazo. La teleco se desprende con esta operación de una parte de la red de cobre que aún retenía y recibe por ella 200 millones que servirán para incrementar la caja y amortizar deuda. El comprador, el gigante del capital riesgo Macquaire, eleva con la compra su apuesta por uno de los activos estrella en España en los últimos años: las redes de telefonía. Ahora deberá agilizar la transformación de estas redes en fibra óptica para reforzar sus intereses en este activo.
Papel de los fondos
Telefónica saca tajada de una red con una tecnología anticuada, pero que tiene interés para Macquarie. El gigante australiano, de hecho, es el mayor accionista del operador mayorista Onivia, con una red de fibra que llega a 2,1 millones hogares a través de una red de 8.400 kilómetros. En principio Macquarie adquirirá esta red directamente y no a través de su filial.
Onivia se creó en 2020, después de que Macquarie como socio mayoritario y Aberdeen compraran a finales de 2019 una parte de la red de fibra de MásMóvil que llegaba a 940.000 viviendas. En mayo del año pasado los inversores de esta compañía, grupo al que se sumó la japonesa Daiwa, volvieron a adquirir a la compañía que pilota como consejero delegado Meinrad Spenger una participación mayoritaria en una red mayorista de fibra que dará cobertura a cerca de 1,1 millones de viviendas por cerca de 400 millones de euros. Desde Macquarie y desde Telefónica declinaron hacer comentarios sobre esta información.
Telefónica se ha saltado el paso intermedio que han dado muchos de sus competidores. Los operadores regionales de cable que han acabado en manos de Vodafone o de MásMóvil desplegaron redes HFC (un híbrido de fibra óptica), que en el último tramo emplean cable coaxial, más barato y que facilita la instalación en los edificios y la entrada hasta los hogares. Una parte de la red de Euskaltel está basada en esta tecnología y MásMóvil busca opciones para transformarla en fibra óptica hasta la última milla, tras cerrar la opa por la firma vasca el pasado agosto.
La decisión le permitirá además embolsarse una considerable suma de dinero, que, salvo sorpresa, destinará a seguir reduciendo su endeudamiento como ha ido realizando hasta ahora. El pasivo de la operadora ha pasado de los 36.700 millones de euros a cierre de 2019 a los 22.000 millones de septiembre, gracias a las desinversiones que ha ido ejecutando estos años. La última operación la rubricó esta semana y ha sido la venta de un 60% en su red de fibra en Colombia a KKR. Antes ha realizado operaciones similares con su fibra en Chile, Brasil y Alemania, así como vendió su negocio de torres a American Tower por 7.700 millones.
La CNMC se alinea con Telefónica frente a Orange
Centrales de cobre. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se ha alineado con Telefónica al rechazar una consulta de Orange en la que reclamaba mayores ingresos por el proceso de desmantelamiento de las centrales de cobre. La irrupción de la fibra óptica, una tecnología más eficiente energéticamente y con mejores prestaciones, ha dado paso al desmantelamiento de las centrales de cobre que daban servicio ADSL y en las que Telefónica está obligada por el regulador a dar acceso en ciertos puntos a su competencia. A la hora del desmantelamiento de las centrales con accesos desagregados, Telefónica y el resto de operadores deben negociar qué hacer con los equipos de los segundos. En el caso de Orange, Telefónica no está comprando el tendido del cable interno o externo, un elemento cuyo mantenimiento asume, pero cuya alta fue contratada por Orange. Por ello, Orange ha consultado al regulador si se debe incluir el pago del valor residual de esta alta, cifrada en algo más de 630 euros por cada 100 pares de cable y otros 1.160 euros opcionales de instalación en el caso de los internos.