El líder de UGT se abre a modificar la reforma laboral para sacarla adelante en el Parlamento
Álvarez advierte de una respuesta sindical "contundente" si el Gobierno no sube ya el salario mínimo a 1.000 euros con efectos desde el 1 de enero
El secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pepe Álvarez, ha admitido hoy la posibilidad de introducir modificaciones en el texto sobre la reforma laboral, acordado a finales de diciembre entre Gobierno, sindicatos y patronal, si así se consigue el suficiente respaldo parlamentario para conseguir su aprobación.
No obstante, ha pedido que si hay enmiendas no se presenten "por la puerta de atrás" y se tenga en cuenta la opinión de las organizaciones sindicales y empresariales, que han hecho "un acuerdo muy pensado, con muchas horas y mucho trabajo".
"Tiene que haber un nivel de lealtad entre los firmantes del acuerdo. En ese proceso de tramitación parlamentaria, tenemos que ser conscientes de que haya algunas cuestiones de flexibilidad y que aquellas cuestiones que se quieran cambiar puedan negociarse con los interlocutores sociales", ha dicho Álvarez en una rueda de prensa.
El secretario general de UGT ha solicitado el respaldo de los partidos políticos que dan soporte al Gobierno, que ya han expresado sus reticencias al texto, y les ha recordado que la aprobación de la reforma puede posibilitar la negociación de otras reclamaciones sindicales.
En el caso de Bildu, les ha instado a "entender la fase" en la que se encuentra el país, mientras que a ERC les ha expuesto la situación de Cataluña, "una de las Comunidades donde hay más precariedad y temporalidad más alta".
El secretario general de UGT también ha agradecido la "posición coherente" de Ciudadanos respecto al texto. No obstante, ha calificado de "surrealista" la actitud de rechazo del PP, sobre todo cuando el acuerdo de la reforma laboral contó con el apoyo de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
Nuevas negociaciones
En otro orden de cosas y de cara a próximas negociaciones, Álvarez, avisó este miércoles de "una respuesta sindical contundente" si el salario mínimo interprofesional (SMI) no sube de "manera inmediata" a los 1.000 euros por 14 pagas con carácter retroactivo desde el 1 de enero de este año, algo que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, estaría dispuesta a hacer pero que la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, no ha confirmado todavía.
Dicho esto, Álvarez ha advertido que en la mesa de negociación de la reforma laboral solo se abordaron las cuestiones comprometidas con la Comisión Europea. Por eso, el secretario general de UGT no ha descartado que se vuelva a abrir una nueva mesa de diálogo para tratar otras cuestiones importantes para los sindicatos, como los despidos, aunque ha aclarado que no existe ningún compromiso del Gobierno para que esto ocurra.
"Quedan aspectos muy importantes. Nosotros los vamos a abordar. Nos gustaría que esas fuerzas políticas que dudan por eso, trabajen en la dirección de que se consiga una mayoría social y política en el Parlamento para que este punto sea un punto y seguido y se puedan continuar aprobando otros aspectos importantes", ha recalcado Álvarez.
En concreto, ha incidido en el encarecimiento del despido y la restauración de los 45 días por despido improcedente. También en la necesidad de reforzar la Inspección de Trabajo, tanto con recursos materiales como humanos, para garantizar el cumplimiento de la nueva ley. "La Inspección de Trabajo tiene muy pocos efectivos para hacer bien su trabajo y una norma sin elementos para controlarla es una norma que queda coja y va a ser difícil que se pueda cumplir", ha dicho Álvarez.