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Financiación

El Tesoro capta 10.000 millones en un bono sindicado a 10 años y la demanda supera los 63.000 millones

El apetito de los inversores ha permitido rebajar en dos puntos básicos el diferencial

Carlos Cuerpo, secretario general del Tesoro
Carlos Cuerpo, secretario general del TesoroPablo Monge

Un día después de presentar su estrategia de financiación para el conjunto del año, el Tesoro se ha sumado a la corriente imperante en el mercado de deuda y como es habitual en las primeras semanas del año, ha aprovechado el exceso de liquidez para lanzar la primera emisión sindicada del año. El organismo que dirige Carlos Cuerpo ha colocado 10.000 millones en una referencia con vencimiento abril de 2032. Este bono servirá de marco para calcular la prima de riesgo.

El apetito mostrado por los inversores permitió rebajar el precio. La operación partía con un diferencial sobre la referencia a ese plazo de 10 puntos básicos y se ha logrado recortar dos puntos básicos hasta los ocho. Es decir, tomando como marco la cotización en el mercado secundario del bono con vencimiento en abril de 2031 (0,65%), la rentabilidad de la nueva referencia alcanza el 0,753%. Los bonos devengarán un cupón anual del 0,7%.

El interés que muestran los inversores por el papel español se ha reflejado en la demanda. En la apertura de libros las órdenes de compra superan los 41.000 millones de euros, importe que al cierre superaba los 63.000 millones, ligeramente por encima de los 55.000 millones registrados en la sindicada de enero de 2020, pero por debajo de los 97.000 millones logrado en abril de ese año, el récord de España hasta la fecha. Esta demanda equivale a una ratio de cobertura de 6,3 veces la oferta.

La demanda ha estado repartida entre 314 cuentas inversoras. La participación de los inversores internacionales ha alcanzado el 83%, algo que como señalan desde el Tesoro refleja el buen acceso de España a los mercados de capitales y la confianza de los inversores en la economía española. Por nacionalidades, los inversores de Reino Unido e Irlanda han contado con una participación del 29,1%, seguidos los franceses e italianos (22,1%), los alemanes, austriacos y suizos con el 11,2%; los países escandinavos (4,1%), otros inversores europeos el (11,1%), Oriente Medio (3,8%) y el resto del mundo (1,6%).

El pasado ejercicio el Tesoro efectuó cinco operaciones sindicadas en las que captó 39.000 millones. Aunque la emisión del primer bono verdes y la referencia a 50 años fueron las colocaciones más significativas, em deuda a 10 años el organismo que dirige Carlos Cuerpo adjudicó 18.000 millones. La última emisión a este plazo se efectuó en junio con la venta de 8.000 millones al 0,542%, un precio que se situó por encima del 0,114% logrado con la emisión de enero, el mínimo para una sindicada a ese plazo hasta la fecha.

La emisión está coordinada por Deutsche Bank, HSBC, JP Morgan. Nomura, Santander y Société Genérale. El Tesoro español sigue la senda abierta la semana pasada por el italiano, que fue el primer soberano de la zona euro en estrenar las emisiones sindicadas, que se realizan al margen del calendario de subastas y en las que los bancos colocadores responden a las peticiones de los inversores institucionales.

Las emisiones de deuda, tanto soberana como privada, han comenzado el año con brío, ante la certeza de que los costes de financiación van a ir subiendo a medida que los bancos centrales vayan endureciendo su política monetaria. Así, la rentabilidad de hoy del bono español en el mercado secundario, del 0,646%, es ya superior al 0,565% de finales de diciembre y del 0,399% del cierre de noviembre.

La emisión sindicada de hoy es el primer paso del Tesoro para cumplir los objetivos de financiación de 2022. En un año que estará marcado por la consolidación de la recuperación y la normalización de la política monetaria el organismo que dirige Carlos Cuerpo estima unas emisiones netas de deuda de 75.000 millones, cifra que se sitúa en línea con los 75.138 millones de 2021, ejercicio durante el cual el buen comportamiento de los ingresos y la recepción de los primeros 9.000 millones procedentes del fondo Next Generation permitieron a España rebajar en 25.000 millones su objetivo de emisión.

En paralelo a la operación sindicada, el Tesoro ha continuado ejecutando su calendario de subastas tradicionales. Para este ejercicio están previstas 48 subastas ordinarias de letras y de Bonos y obligaciones. En la emisión de este martes, España ha vendido 5.516 millones en letras a seis y 12 meses. El grueso del importe, unos 4.375 millones, corresponde a la deuda con vencimiento en un año. El interés continúa siendo negativo (-0,512%), pero superior al -0,595% de la emisión celebrada el 7 de diciembre. En letras a seis meses el Tesoro ha captado 1.141 millones al -0,566% frente al -0,662% registrado en la puja anterior. El incremento de las rentabilidades en el mercado primario es un buen reflejo del repunte que están experimentando los rendimientos en el mercado secundario ante las expectativas de una retirada de los bancos centrales para contener el alza de la inflación.

Con la sindicación de este martes y las dos apelaciones vía mercado realizadas en las dos últimas semanas, el Tesoro ha emitido ya 21.083 millones de euros en lo que va de 2022. Las emisiones brutas previstas para el conjunto del año alcanzan los 237.498 millones, un 10,14% menos que en 2021, y las brutas rondarán los 75.000 millones, en línea con los 75.138 millones del pasado año. El coste de las nuevas operaciones se sitúa en el 0,307% y la vida media de la cartera de deuda alcanza los ocho años. El coste de la deuda en circulación baja al 1,636%, mínimo histórico.

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